Repartidores de Mendoza crearon una mutual ante la falta de obra social y otros problemas
Frente al crecimiento del sector y la vulnerabilidad ante accidentes e inseguridad, repartidores fundaron la primera mutual para proteger a los trabajadores
12/02/2025 MUNICIPIOSFrente al crecimiento del sector y la vulnerabilidad ante accidentes e inseguridad, repartidores fundaron la primera mutual para proteger a los trabajadores
En la vorágine urbana de Mendoza, donde los vehículos se multiplican en un espacio que va quedando chico, los repartidores invaden las calles en busca de parar la olla. La fragilidad laboral que en algunos momentos se presenta, se agrava por no tener quién canalice las demandas del sector. En respuesta a esta situación, un grupo de «riders» conformó la Asociación Mutual de Repartidores y Monotributistas (Amurem), en un intento por organizar a un sector que, aunque crece rápidamente, puede llegar a ser en algunas ocasiones vulnerable.
El reloj marca las 15 y, en pleno desarrollo de la siesta mendocina, Diario UNO conversa con repartidores. El calor se vuelve insoportable: la temperatura alcanza los 37 grados y la sensación térmica se ubica dos grados por encima. Sebastián (20), repartidor de PedidosYa -ajeno a Amurem-, se tomó un descanso entre entregas y habló con este medio sobre su día a día.
Si bien reconoce que prefiere este trabajo sobre otros y que le deja «buena plata», enumera los costos de la actividad: la moto para repartir la pone él, también la nafta, que le insume $200.000 por mes, el service mensual le cuesta otros $35.000 y la comida cada mes $40.000.
Luego está el costo del peligro: aunque todos los repartidores están obligados a pagar un seguro que ofrecen las aplicaciones -en el caso de PedidosYa, dice, es de $300 al mes-, este solo cubre accidentes de tránsito ocurridos en horario laboral, sin protección ante robos o enfermedades que pueda ocasionar la propia actividad. El problema radica en la «hiperexigencia», según explican, de estas aplicaciones, que algorítmicamente evalúan a los repartidores y los puntúa de acuerdo a cuántos pedidos cumplen.
-¿Qué haces si te toca una zona complicada?
-No te queda otra que aceptarlo. Vos podés elegir pedidos, pero muchas veces te llegan aleatoriamente. Si cancelo tres pedidos por semana, las primeras veces te bloquean la cuenta por 15 o 20 minutos, y la penalización se incrementa cada vez que rechazas uno nuevo, hasta llegar a que te cierren la cuenta indefinidamente.
Lo que hacen muchos, según comentó un «rider» -la forma en que llaman las aplicaciones de delivery a los repartidores-, es ir con acompañante en las motos y repartir la ganancia por cada pedido, que según explicaron, puede llegar a alcanzar los $900.000 mensuales, con una jornada laboral de seis días y seis horas trabajadas.
El otro problema, agregó, es el tiempo de demora que se toman los restaurantes para completar el pedido. «Una vez me pasó -contó-, por citar un ejemplo de los muchos que te suceden por semana, con una cadena de comidas rápidas que tardó 40 minutos en terminarme el pedido. Lo que pasa es que el cliente puede reportarte porque tardaste mucho tiempo, cuando no fue tu culpa, o incluso puede denunciarlo como robado porque pensó que nunca le llegaría».
Florencia (35), otra repartidora que estaba por la zona, aseguró que cada vez son más las mujeres que se animan a trabajar en estas aplicaciones. Y explicó qué pasa con los reportes: «La aplicación te pone ‘strikes’, que cumplen la función de advertencia. Cuando tenés uno, la empresa pone tu cuenta en revisión, lo que puede tardar una semana; pero si llegás a cinco, en general te cierran la cuenta para siempre».
«La hiperexigencia es una constante en esta actividad», reclamó Florencia, quien explicó que entró a la aplicación luego de que los dueños del kiosco que atendía en su barrio tuvieran que cerrar. Ella alimenta a una hija de 7 años y a su bebé de dos. Aseguró que trabaja 6 horas por día de martes a domingo.
Otro condimento que se suma a la hiperexigencia es que para trabajar en una franja horaria, cuando no hay cupos, se elige entre los mejores repartidores: es decir, quienes cancelan menos pedidos, quienes tienen menos reportes por incumplimiento, quienes no falten nunca al turno solicitado.
A medida que pasan los días, si no asignas un turno vas bajando de nivel. Los días de lluvia son los mejores pagos. Los horarios más codiciados están en la mañana, de 12.30 a 16 y de 21 a 0.
¿Qué pretende solucionar Amurem?
Trabajadores de plataformas de delivery, que vienen sufriendo las desventajas laborales del sector, decidieron organizarse y formar la Asociación Mutual de Repartidores y Monotributistas (Amurem).
En el corto plazo aseguraron a este medio que ofrecerán una amplia gama de servicios y beneficios: descuentos en farmacias para medicamentos, servicios funerarios y distintas ofertas. En el largo, con ambición, se han propuesto ofrecer servicios de salud, vivienda y educación a sus asociados.
Alejandro Escudero, presidente de Amurem, destacó que la mutual representa “una propuesta superadora que traerá muchos beneficios a los asociados y mejorara la calidad de vida de los trabajadores que la integran”.
Además, brindaron los teléfonos de contacto para quienes quieran sumarse: 2617136285 y 2616263283.