Residuos en Santa Fe: formación de un Consorcio Regional

La provincia intensifica las gestiones para implementar un modelo que ya aplicó en otros puntos del territorio santafesino. Bajar los costos de operación y generar menos basurales.

La provincia intensifica las gestiones para implementar un modelo que ya aplicó en otros puntos del territorio santafesino. Bajar los costos de operación y generar menos basurales.

En el reciente Congreso Nacional «Reciclar 2016», que reunió a más de un millar de visitantes en la Sociedad Rural de Rafaela, el Gobierno provincial organizó una actividad paralela donde citó a municipios y comunas de la Región 2 para debatir sobre la conformación de Consorcios GIRSU en el marco del programa provincial de gestión de residuos, conforme a la Ley 13.055 de «Basura Cero».

El encuentro estuvo encabezado por el propio ministro de Medio Ambiente, Jacinto Speranza, y el subsecretario de Gestión Ambiental, Edgardo Seguro. Este último, ponderó el sistema de Gestión Integral de Residuos que tiene Rafaela: «realmente es muy bueno» y aunque reconoció que «la provincia lo ha adoptado en otros lugares», tampoco desconoció que nuestra ciudad «ha adoptado un modelo muy costoso».

De acuerdo a Seguro, esto no es algo negativo pero a veces los ciudadanos no tienen la suficiente conciencia sobre este tema. «Ellos son quienes generan los residuos, y tienen que estar dispuestos a pagar los costos que genera su correcto tratamiento. Rafaela no se ve limpia, Rafaela está limpia. Y esto se debe a la gestión de los habitantes pero sobre todo del Gobierno local. Podemos decir que Rafaela tiene todas las puntas de la GIRSU», elogió.

Sumarse al proyecto

Esta realidad que atraviesa la ciudad en materia medioambiental, y que la deposita en lo más alto del país, lógicamente genera en algunas otras localidades de la zona la intención de acoplarse al modelo: la provincia busca apuntalar mediante la conformación de un Consorcio Regional.

«En principio, el objetivo de este formato es tener un volumen importante para poder soportar los costos fijos y las inversiones que hoy por hoy tiene que afrontar Rafaela. Porque las ciudades que abordan el problema de esta forma, y que pueden avanzar, son aquellas ciudades muy grandes con una capacidad importante. O en contrapartida, las ciudades que logran la unión de las voluntades de todos los pueblos de su región», explicó el ingeniero.

«Eso nos lleva a un modelo mucho más integrado y mancomunado, que permite que los habitantes de esa región tomen como propia la idea de limpieza de orden y de clasificación, y no tener que hacerlo con pequeños establecimientos que no logran, por su escala, dar respuesta», agregó.

Seguro remarcó que normalmente los pequeños pueblos logran una Planta de Clasificación con capacidad para clasificar entre un 5 y un 10% de los residuos, por lo que el porcentaje restante se dispone en un basural a cielo abierto. «Esto no tiene retorno para la sociedad», dijo al respecto. En cambio, los rellenos danitarios «donde van las fracciones que no podemos recuperar» solo pueden conseguirse en ciudades o conglomerados grandes, «porque su rentabilidad es muy baja, se requiere de mucha maquinaria, mano de obra, que un pequeño pueblo no puede afrontar».

«Entonces la forma que definió el país, y también la provincia, es la de Consorcios Regionales. Este modelo no solo baja los costos de inversión y operación, haciendo todo mucho más racional sino que también impacta menos sitios, porque se elige solo un lugar donde se dispone de la mejor tecnología posible para la disposición de residuos; y permite un ordenamiento y la adopción de políticas de este tipo a todas las ciudades», detalló el funcionario.

Inversión y acompañamiento

Edgardo Seguro comentó que esta conjunción permite que la inversión sea para todos, y pueda destinarse a comprar equipamientos más sofisticados que pueden compartir, y los cuales serían imposibles de acceder para cualquier pueblo, tanto por costos como por falta de capacidades técnicas.

«Por estas razones, creemos que el modelo de consorcios es el modelo a seguir. La Provincia ya lo ha adoptado en muchas cosas: para obras de luz, de agua, de rutas, de caminos. Entonces la idea es poder aplicarlo también en esta problemática», aseguró.
De todas formas, admitió que esta modalidad le significaría al Gobierno provincial una inversión más importante, sobre todo para aquellas ciudades cabeceras.

«No se trata simplemente de ‘tener un lugar donde ir a tirar basura’, sino de manejar políticas comunes de residuos. Entonces las localidades que se quieren sumar a proyectos ya viables, tienen que adoptar las mismas políticas. Y tienen que pasar por un proceso de maduración acompañado por la Provincia para poder lograr encuadrarse en lo que está haciendo la ciudad cabecera y no generarle costos a esa ciudad. Eso lleva también para la Provincia una inversión en esa localidad para poder sustentar todo un sistema y poder incorporar poblaciones menores», cerró.

Fuente: Sin Mordaza