Río Gallegos dio un primer paso en la lucha contra la trata al prohibir locales

El Concejo Deliberante de Río Gallegos, constituido en comisión, aprobó un proyecto de ordenanza presentado por la concejal Rosana Larcher, que en consonancia con la ley aprobada por la Legislatura en la lucha contra el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, no permitirá que en nuestra ciudad sean habilitados comercios comprendidos en la categoría wiskerías o night club y cabarés.

Se trata de una modificación propuesta, al artículo 76 de la Ordenanza 2038 Capítulo XI Establecimientos destinados a Diversiones Públicas, y la supresión de la categoría 1) del inciso 2) del Artículo 1º de la Ordenanza 2321.

Larcher fundamentó el proyecto en la necesidad de acompañar y colaborar con todas las modificaciones que se están haciendo en el orden nacional y provincial, a las leyes y normas locales vigentes en la lucha contra la trata de personas.

La edil admitió que es “un primer paso”, ya que como se lo observó el concejal Pablo Fadul, la adaptación a esta lucha demandará la modificación de otras ordenanzas, como la de habilitación comercial para venta de bebidas alcohólicas y la de extensión de Libreta Sanitaria, que en la actualidad contempla la Categoría D Alternadoras.

Larcher descontó que el Ejecutivo acompañará promulgando la iniciativa, sin veto total o parcial, por estar pautado que se vaya adecuando la normativa de la ciudad a los tiempos que corren en la lucha contra la trata, y en ese sentido también aseguró la continuidad del análisis y propuesta de las modificaciones que sean necesarias.

En esa misma línea, la concejal María Laura Santamariña presentó un proyecto de ordenanza tendiente a crear el Observatorio Municipal de Trata de Personas, que fundamentó, no sólo involucra el fin de explotación sexual, sino también laboral, y evaluó que la sociedad no puede permanecer ajena a estos flagelos.

Soluciones

Antes de su aprobación por unanimidad de una serie de 14 proyectos de resolución solicitando al municipio y organismos del Estado soluciones para distintos sectores de la ciudad, se produjo un cruce de opiniones entre el concejal propiciante de esas iniciativas, Pablo Fadul, y el presidente del cuerpo Pablo Grasso, que tuvo a la concejal Santamariña dejando un surco entre su banca y la presidencia, para permitir al Concejal justicialista, participar del debate.

Grasso cuestionaba a su par que no hubiera simplificado el pedido de soluciones, en algunos casos, para sectores que se reiteraban en las iniciativas, aunque las demandas se diferenciaban y Fadul explicaba en detalle, según indicó, por la notificación que requiere cada caso, y para que quede constancia que el Concejo Deliberante se ocupa de los vecinos, aunque después el Ejecutivo vete o cajonee las resoluciones.

Pese al extendido e improductivo debate, todas las resoluciones propuestas por el concejal Fadul, al igual que otras tantas similares propuestas por sus pares Jorge Gareca, María Laura Santamariña y Rosana Larcher, pidiendo al Ejecutivo municipal hasta cuestiones tan básicas como el riego de alguna plaza o discontinuar el riego de algún sector en invierno, fueron aprobados por unanimidad del cuerpo.

En general, a través de resoluciones, los concejales solicitan al Ejecutivo respuesta a reiteradas demandas de los vecinos hacia el municipio, referidas a incrementar la frecuencia de recolección, instalación de contenedores, mantenimiento y refacción de las redes pluviocloacales, refacciones de espacios, repavimentación, pavimentación o mejora de la transitabilidad de las calles, desmalezamiento forestación.

También la mejora de las condiciones de seguridad vial, semáforos, controladores de tránsito, entre otros pedidos, dirigidos también a organismos provinciales, por alumbrado público, y mayor patrullaje y servicio de seguridad.

Fuente: Tiempo Sur