Roca: De cara a la Fiesta de la Manzana, los chacareros cuentan su realidad

El fin de semana todo el brillo, sonidos, sabores y una multitud se harán visibles con fuerza en el predio de la fiesta en Roca, para celebrar otra vez al producto símbolo de la región.

El fin de semana todo el brillo, sonidos, sabores y una multitud se harán visibles con fuerza en el predio de la fiesta en Roca, para celebrar otra vez al producto símbolo de la región. Detrás del ruido, en las chacras, tres productores se reparten en tareas en plena temporada. Y se hacen de un tiempo para explicar a “Río Negro” su trabajo.

“Se puede hacer fruta de calidad, pero hay que invertir y saber plantar”
Antonio Semaan está desde los 14 años metido de lleno en la actividad frutícola. Tiene 44 y junto a su hermano Ricardo manejan varias hectáreas a la vera de la Ruta 22, camino a Cervantes.

“El que empezó con esto fue mi abuelo, con 8 hectáreas sobre la costa del río. Él vino de Siria, después mi viejo compró estas 16 hectáreas donde hay peras y manzanas”, explica el productor.

P- ¿Qué variedades tienen?

R- Trabajamos Packham’s, Williams, D’Anjou y manzanas rojas; todo lo que es Chañar, algo de Red. Es lo que hoy está funcionando. Veo mejor la manzana que la pera, salvo la Williams. Se está invirtiendo la cosa de lo que era en los 90.

P- ¿Cómo ven la actividad?

R- Está complicado y el consumidor es el que manda. Se puede hacer fruticultura con fruta de buena calidad, pero hoy estamos haciendo mucha de tercera, cuarta, y muy poco elegido. Y lo que paga bien el mercado es el primer elegido, entonces hay mucha diferencia.

P- ¿Qué canales usan para comercializar?

R- Llegamos a Brasil a través de una empresa local, y buena parte al mercado interno, que es exigente y los números son buenos también. En manzanas rojas teniendo buena calidad, buen color, el mercado lo paga.

P- ¿Cómo vivieron el tema de la devaluación?

R- El dólar favoreció este año pero al poner de nuevo las retenciones (12%) es lo peor que le hicieron a la actividad. El problema del dólar es que vos vendiste la fruta cuando la cotización estaba en 18 o 19 pesos y tuviste que comprar los insumos para esta cosecha a un valor de 40 pesos por dólar. Necesitamos estabilidad para saber con qué valores trabajamos.

P- ¿Hay un diagnóstico y receta para salir adelante?

R- Uno de los inconvenientes que tienen las chacras es la baja productividad por hectárea. Acá estamos en 35.000/40.000; lo ideal es de 50.000 kilos para arriba hasta donde dé, y un porcentaje alto de elegido, el 50% debería ser el mínimo. La parte sanitaria y el clima también tienen mucho que ver en los rendimientos. Pero reitero, se puede hacer fruta de calidad en la región, hay que invertir, hay que saber plantar y tener buen asesoramiento. También depende del productor si quiere recibir información o no.

P- Si pudieran elegir, ¿harían fruticultura otra vez?

R- Nos gusta la chacra, es una pasión que tenemos, pero tiene que ser rentable sino no tiene sentido. Yo haría fruta nuevamente, pero con ciertas condiciones: malla antigranizo, riego por goteo… pero cometer los mismos errores no.

“Nos gusta la chacra, es una pasión que tenemos, pero la actividad tiene que ser rentable, sino no tiene sentido el esfuerzo”
Antonio Semaan, 44 años, chacarero

“Sin un esquema de plantación adecuado, estamos todos de adivinanza”

Gustavo Villa es uno de los tantos productores que aún mantiene viva la llama de esta actividad, caracterizada por el esfuerzo, la exigencia y muchas veces por resultados adversos que no permiten el despegue económico.

Villa tiene 39 años, se lo ve laborioso, entusiasta, y a través de estas líneas nos cuenta parte de su realidad, que no es ajena a la que atraviesan varios productores regionales que todavía le ponen el lomo a una tarea que busca consolidar un horizonte de previsión. “Reglas claras” le llaman tranqueras adentro de las chacras.

En una calurosa tarde veraniega en el Valle nos apostamos a pocos metros de un cuadro de frutales pequeños que nos da el hilo como para iniciar la charla:

P- ¿Qué es este monte nuevo?

R- Son 4,5 hectáreas de Granny Smith. Antes había pera Abate Fetel, la arranqué hace dos años porque no servía para nada. El año pasado no pude plantarlo porque se me heló la fruta mal y no me dieron los números, y este año sí pude hacerlo, y también una pequeña inversión de riego por goteo. Este año la Granny no anduvo… tiene una demanda justa, no es para poner mucho.

P- ¿Cómo llegaste a participar en la chacra?

R- Mi bisabuelo vino de Italia, estuvo participando en el Canal Grande; después siguió mi abuelo, pero hacía mucho tomate para las empresas, y finalmente mi viejo se volcó a frutales, y nosotros seguimos.

P- ¿Cuántas hectáreas manejan?

R- Unas 60 ha acá. Mi viejo y mi hermano están en Godoy y tienen 40 más. Debe haber unas 16 ha de manzanas, 30 y pico de peras y 3 de nogales. El nogal lo puse como alternativa cuando era un boom y hoy la nuez es como hablar de la cereza, que también tuvo su boom y luego se cayó.

P- ¿Cómo deciden qué plantar y por dónde canalizan la producción que sacan?

R- El problema que tenemos es que nos falta un esquema de plantación adecuado, alguien que diga hay que plantar de esto, esto y esto otro; estamos todos de adivinanza.

P- ¿Qué es lo que falta?

R- Hay que producir kilos por hectárea, si no lográs eso no hay milagro posible. El tema es que el productor tenga las herramientas como para producir lo que necesita. No hay nada para inventar. Hay que copiar al que está haciendo las cosas bien.

“Sigo apostando a la fruticultura, si estamos en el juego hay que seguir jugando. Uno quiere lo que hace y a mí me gustan las plantas”.
Gustavo Villa, productor fruticola.

“Es caro generar un kilo de fruta y no te lo reconocen”

Luego de dejar la actividad por varios años, Osvaldo Verdecchia la retomó en 1989 cuando junto a su familia decidió comprar una chacra de 20 hectáreas abandonada. Allí había viñas y mucho salitre, ahora aparecen muy ordenados los perales y los manzanos tras 30 años de intensa labor.

Hay más peras que manzanas porque “el terreno es muy pesado y a la pera le gusta más”, aclara el entrevistado.

Consultado respecto de cómo ve la actividad, Verdecchia no es optimista: “Cada año lo veo más complicado. Cuando decidí hacer esta inversión no sé si me equivoqué, pero yo lo llevaba en la sangre, aposté a la fruticultura porque me viene de cuna”, dice el productor.

“Lo más grave es que están desapareciendo muchas empresas, y las que quedan absorben mucha producción propia y no de terceros, entonces caen muchos productores. Hoy es muy caro producir un kilo de fruta y no te lo reconocen: en el mercado se vende a 50 pesos y a vos te lo pagan 4 o 5”, sostiene en tono crítico.

“Y este año, que teníamos la esperanza de que algo podía cambiar, la devaluación nos cayó a destiempo porque agarramos toda la fruta entregada a precio viejo y los insumos para esta temporada a precio nuevo”, continuó.

Otro punto sobre el que puso la lupa este productor frutícola tiene que ver con los cobros por derechos a la exportación impulsados por el gobierno nacional el año pasado, sobre lo cual indicó: “Nos preocupa el tema de las retenciones, tenemos cuatro pesos por dólar que el Estado nos saca, que al tipo de cambio de hoy es un 12% o 13%, si acá no hay un cambio serio en la actividad esto tiende a quedar en manos de muy poca gente”.

¿Y por dónde pasa ese cambio?, preguntó Río Negro. “Tiene que ser a nivel político. Un país tiene que premiar al que produce y exporta, no quitarle, como es el caso de las retenciones. Cualquier país del mundo ayuda y colabora con el productor. Nosotros dejamos riqueza en el Estado. Hablamos de la desocupación y le ponemos el pie al que genera empleo”, se quejó.

“Estamos todos dentro del bolillero y nunca sabés cuál es el próximo que va a caer. Yo soy una persona grande y no tengo reemplazante para que siga en la chacra, uno a esta edad ya dobló el codo, querés estar tranquilo, seguro”.

“Empezás a invertir en abril de 2018 para terminar de cobrar en diciembre de 2019, es un tramo largo donde domina la incertidumbre”
Osvaldo Verdecchia, 65 años, productor.

Tendrán su reconocimiento en la globa del municipio
Productores, trabajadores y empresarios, tendrán su reconocimiento durante la Fiesta Nacional de la Manzana.
La ceremonia se realizará el sábado en el espacio de la municipalidad, ubicado dentro del mismo predio de la manzana. Al igual que todos los años la comisión organizadora y el intendente de la cuidad destacaran a mujeres, hombres, empresas e instituciones de distintos ámbitos relacionadas con el circuito de la manzana.
Entre los reconocidos están Héctor San Seguro, un trabajador rural de Allen que además de manzana cultiva peras junto a sus hermanos y Marcelino Zuliani productor de Villa Regina que a sus 80 años sigue en la actividad frutícola.

Fuente: Río Negro