Rosario: Crecerá el número de concejales y cambian las estrategias electorales
19/01/2015 POLÍTICAEste año se elegirán 15 ediles. El cuerpo deliberativo alcanzará así las 28 bancas, cuatro más que las que posee actualmente. El incremento podría permitir el ingreso de nuevas minorías.
El Concejo Municipal de Rosario será escenario en 2015 de una elección trascendente y atípica, ya que se completará el aumento de bancas previsto en la ley de 2011 que establece la proporcionalidad de ediles con los habitantes de la ciudad. De acuerdo a los datos del censo 2010, a Rosario le corresponden 28 concejales y esto implica que en los próximos comicios habrá 15 escaños en juego, dos más que en 2013 y cuatro más que en 2011. Así, se reconfigurará el balance de fuerzas con la posibilidad de que minorías que antes quedaban afuera, ahora puedan ingresar al Palacio Vasallo.
Bajo el clamor de las cacerolas y el «que se vayan todos», en 2002 el entonces ministro de Gobierno de Carlos Reutemann, Esteban Borgonovo, impulsó una ley que tomó su nombre y redujo drásticamente el número de concejales de Rosario: de 42 pasó a 22. En 2011, el diputado radical Leonardo Simoniello impulsó una ley establece que las ciudades de primera categoría como Rosario y Santa Fe tendrán 13 concejales (de piso) y que se agregaría uno por cada 50 mil habitantes o fracción no inferior a 30 mil.
Esta norma se comenzó a aplicar en las elecciones de 2013 cuando terminaron su mandato 11 ediles y lo iniciaron 13, quedando el cuerpo con 24 miembros. En diciembre próximo, culminarán su función otros 11, pero ingresarán 15 nuevos, con lo cual se totalizarán las 28 bancas.
La decisión de las Cámaras de Diputados y Senadores —objetada oportunamente por los propios ediles— encontró correlato en el decreto del Ejecutivo provincial de tomar como válido el último Censo Nacional de 2010 que, al exhibir un incremento en el número de habitantes de la ciudad, eleva automáticamente sus representantes en el cuerpo legislativo.
El desafío socialista. Ante este panorama, el gran desafío, una vez más, lo tendrá el oficialismo, que pondrá en juego cuatro de las ocho bancas que dispone, con el agravante de que tres de ellas corresponden al bloque Socialista. El partido gobernante tendrá la difícil misión de ampliar su escasa representación en el Palacio Vasallo, donde sólo quedará el ex ministro de Salud Miguel Cappiello a la espera de la suerte de la lista que configuren desde el Palacio de los Leones, que sería encabezada por el actual secretario de Control y Convivencia, Pablo Seghezzo.
Para peor, uno de los ediles que vence su mandato e irá por la reelección es el actual presidente del Concejo, Miguel Zamarini, quien ha tomado distancia pública de la intendenta Mónica Fein y difícilmente vuelva a integrar las filas oficialistas en caso de renovar su mandato. También expiran los plazos para Manuel Sciutto y Viviana Foresi, aunque no irían por un nuevo período.
En el seno del propio Frente Progresista finaliza a su vez el período del demoprogresista Aldo Pedro Poy, quien aún no anticipó sus deseos electorales, al tiempo que se mantendrán por otros dos años los radicales Martín Rosúa y Daniela León. Otro que continúa, pero con futuro político incierto, es el arista Carlos Comi, que acompaña al presidente de su partido, Pablo Javkin, en la compulsa por la Intendencia contra la actual mandataria.
En el bloque Radical liderado por Jorge Boasso se deshojan distintas margaritas. El histórico concejal analiza su paso al PRO, ya sea como aspirante a la vicegobernación o a la Intendencia, al tiempo que María Eugenia Schmuck ya adelantó sus intenciones de ser reelecta, en principio, en el espacio localmente liderado por Javkin.
El PRO se reagrupa. En el PRO, tres de sus ediles culminan su mandato en diciembre EM_DASHRodrigo López Molina, Alejandro Rosselló y María Julia BonifacioEM_DASH, pero allí habrá que ver cómo juega que sobre el cierre de 2014 ese sector construyó una suerte de interbloque con los justicialistas Osvaldo Miatello y Diego Giuliano y el radical Jorge Boasso. Todo indica que el joven López Molina apunte a la reelección como cabeza de lista, pero los operadores locales buscan que Miatello, que también termina su mandato, lo secunde en la nómina.
El campamento peronista. En el justicialismo rosarino hay dos bancas que se deben renovar: la de Roberto Sukerman, quien hace tiempo lanzó su candidatura a intendente, y María Fernanda Gigliani, que podría apostar por una reelección. El justicialismo conserva por dos años más los mandatos de Héctor Cavallero, que fue tentado para encabezar una lista de diputados provinciales, y Lorena Giménez.
Con todos estos lazos de interacción, el único edil que resta ubicar en el mapa es Carlos Cossia quien, si bien también tiene otros dos años asegurados en su banca, podría integrar una lista a nivel provincial. Los desafíos están planteados, en el marco de un comicio que recién está en su punto de partida, pero tendrá vital importancia para la gobernabilidad y las construcciones políticas de la ciudad, al menos, para los próximos dos años.
Los aspirantes a lograr una banca
Como suele ocurrir, potenciado además por el sistema de boleta única, se espera un festival de listas para las primarias del mes de abril, más aún con la tenue modificación impuesta al piso electoral, lo que permitirá que prácticamente todos los candidatos lleguen a las generales.
De este modo, en el Frente Progresista aparece el oficialismo municipal —probablemente con Pablo Seghezzo— en un mano a mano con el presidente del Concejo, Miguel Zamarini, distanciado de Mónica Fein y aliado a Pablo Javkin, a la espera de la resolución que tomen María Eugenia Schmuck y Aldo Pedro Poy.
Como es costumbre, y especialmente desde la Unión Cívica Radical, aparecen muchas listas representando a diferentes sectores políticos. Hasta el momento, el joven Nicolás Gianelonni, alineado al vicegobernador Jorge Henn, ya hizo pública su decisión de participar. También haría lo propio en las próximas horas el ex titular del Concejo Pablo Cribioli.
En el justicialismo, ya se ha puesto en marcha la candidatura de Eduardo Toniolli, actual diputado provincial, que apoyará a Fernando Rosúa en sus aspiraciones a la Intendencia. También el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, tendrá su delfín en esta competencia que será Juan Marcos Aviano, referente de organizaciones de defensa de los consumidores.
Otro dato no menor correrá por cuenta de La Cámpora, que aún no ha definido si Sebastián Artola, que ha competido en los últimos dos comicios para ocupar una banca, se lanzará por la Intendencia o volverá a apostar al Palacio Vasallo. No obstante, es un hecho que la agrupación conducida por Máximo Kirchner tendrá su estrategia propia en Rosario.
Por otro lado, y fuera de cualquier disputa interna, aparecen los partidos que apuntalarán sus propias candidaturas y pasarán. Allí se apunta el Movimiento Giros, con Juan Monteverde a la cabeza, y con el correr de los días lo harán, al menos, otra treintena de candidatos para configurar una boleta que, al menos para las Paso, será extensa y muy variada.