Rosario: Economía social, una salida a la crisis donde las mujeres son mayoría

Ellas representan a siete de cada diez participantes de los espacios de formación del área municipal. Cómo enfrentar la precarización

Ellas representan a siete de cada diez participantes de los espacios de formación del área municipal. Cómo enfrentar la precarización

La feminización de la pobreza, la desigualdad en la brecha salarial y las dificultades que las mujeres, fundamentalmente de barrios humildes, tienen para acceder a un empleo cuando llevan adelante el triple del trabajo doméstico y están a cargo del cuidado de hijos, hermanos, sobrinos y adultos mayores, fueron también un punto de las proclamas por las que este viernes 8 de marzo un mar de mujeres se movilizó en el tercer paro internacional. El desempleo o el trabajo por apenas pocas horas y la precarización se vinculan a demanda creciente y llegan a la Secretaría de Economía Solidaria de la Municipalidad. Una muestra de que en Rosario las mujeres son más pobres y padecen más el desempleo y la precarización, es que 7 de cada diez personas que en 2018 participaron de los espacios formativos de esa secretaría fueron mujeres.

«Hay un fenómeno que tiene que ver particularmente con las mujeres y el autoempleo», explicó el responsable de la secretaría, Nicolás Gianelloni, y apuntó que «las mujeres que están a cargo de sus hijos y sus familias, o muchas veces son jefas de hogar, encuentran en estos emprendimientos una posibilidad más flexible para compatibilizar esa situación con un proyecto productivo».

Las vías a través de las cuales las mujeres llegan a la secretaría son múltiples y van desde los centros de convivencia barrial y derivaciones de la Secretaría de Desarrollo Social hasta otras áreas municipales. «En general vienen con muy poca experiencia laboral y centralmente con trabajos domésticos y de cuidado de niños —explicó Gianelloni—, pero muchas de ellas sí con conocimientos previos en cocina y diseño de ropa, que son los rubros más fuertes y donde tratamos de apuntalarlas».

Desempleadas

Los datos de mediados de 2018 del Consejo Económico y Social indicaban que en Rosario había más de 115 mil personas con problemas de inserción laboral, lo que representa un 18 por ciento de la población económicamente activa y un 10 por ciento de la población total. «Hoy al menos el 20 por ciento de la población activa no trabaja, lo hace pocas horas o tiene un empleo precario y requiere otro para complementar sus ingresos», consideró el funcionario, y agregó que «eso impacta claramente en las mujeres».

Las políticas de ajuste no sólo a nivel país impactan en las mujeres y la feminización de la pobreza se da a nivel Latinoamericano: la proporción de mujeres pobres es de un 24 por ciento, cuando en el caso de los varones el porcentaje es del 10 por ciento, de acuerdo a datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). También en la región la sobrecarga del trabajo doméstico recae en las mujeres, que dedican que más del triple de tiempo al trabajo doméstico que los varones y al cuidado de familiares, labores que son reconocidas socialmente ni remuneradas económicamente.

En términos de desocupación, a nivel local, un informe del 2018 basado en la Encuesta Permanente de Hogares mostró que si bien el desempleo afecta a hombres y mujeres en la franja joven (hasta los 29 años), a partir de los 50 años, el desempleo impacta en ellas en mayor medida.

Capacitarse

Esas situaciones son las que explican, entre otros factores, que a lo largo de los últimos tres años en los programas formativos que la Secretaría de Economía Solidaria lleva adelante en el marco del llamado «Rosario Emprende», el 74 por ciento sean mujeres, es decir más de 7 de cada 10 inscriptas.

Entre enero de 2016 y febrero de 2019, fueron unas 4 mil personas las que transitaron esos espacios de formación, incluida una propuesta de verano que se llevó adelante en estas últimas semanas de febrero, donde participaron 300 personas de los seis distritos e la ciudad.

El programa Rosario Emprende está conformado por un espacio inicial de capacitaciones básicas, en tanto para quienes superan esa fase se complementa con la formación en planes de negocios, y los llamados «incubadoras», que son para iniciativas específicas que requieren de herramientas para alcanzar una mayor escala, como trasladarse a lugares comerciales o ampliar su clientela.

En las capacitaciones en diseño —incluyen desde juguetes, calzados y objetos de decoración hasta indumentaria y accesorios—, alimentos y textiles, las mujeres son amplia mayoría, y fue esa presencia mayoritaria la que llevó a pensar en «Rosario Cuida tu idea», un proyecto sólo de mujeres.

La iniciativa se pensó ante la alta demanda de las mujeres como un espacio específico, que desde su puesta en marcha ya tuvo cinco ediciones en los últimos tres años con más de 200 participantes.

Más allá de las especializadas que elijan o les resulten más accesibles para desarrollar, el titular de Economía Solidaria destacó «el espacio comunitario» que son las ferias a la hora de llegar allí con un emprendimiento y señaló que «son verdaderos ámbitos de convivencia donde hay una comunidad de trabajo».

Rosario cuida tu idea. Un programa sólo para emprendedoras.

Fuente: La Capital