Rosario es la ciudad con más desigualdad en los ingresos de las mujeres

Está a la cabeza entre 31 ciudades. Si bien la brecha de remuneración con los varones se achichó en cuatro años, es un 12% más alta que otros aglomerados urbanos

Está a la cabeza entre 31 ciudades. Si bien la brecha de remuneración con los varones se achichó en cuatro años, es un 12% más alta que otros aglomerados urbanos

En Rosario, la ciudad donde la canasta básica aumentó un 430% en el último año, la crisis económica vino a profundizar uno de los nudos estructurales de la desigualdad entre varones y mujeres: la feminización de la pobreza. Así, en la brecha de ingresos respecto de los varones las mujeres enfrentan una desigualdad que alcanza el 33 por ciento, lo que pone a la ciudad a la cabeza entre 31 aglomerados urbanos del país. A eso se suma la sobrecarga doméstica que en 7 de cada 10 casos es realizada por las mujeres, así como mayores indicadores de desempleo y subempleo respecto de los varones. Todo profundiza la inequidad.

El escenario que describe el informe Nº12 «Desigualdades de género en números» es poco alentador: «Mujeres cada vez más pobres que están cada vez más a cargo de hogares más pobres».

Así lo relevó, en el marco del 8 de marzo (Día de la Mujer), la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) junto a su Área de Género y Sexualidades. Una labor que la UNR viene llevando adelante desde 2020 como laboratorio de información pública que busca, entre otros objetivos, dar cuenta de las asimetrías y desigualdades de la realidad social.

La desigualdad socioeconómica y la profundización de la feminización de la pobreza, los patrones patriarcales discriminatorios, la división sexual del trabajo y la inequidad en la organización de las tareas de cuidado, la concentración de poder y las relaciones de jerarquía que excluyen a las mujeres y disidencias del proceso de toma de decisiones e impiden el ejercicio pleno de los derechos y el desarrollo, son parte de las aristas que el informe pone sobre la mesa.

Sin embargo, en un contexto de ajuste brutal y profundización de la crisis económica, la feminización de la pobreza aparece como unas de las clave que, además, pone a Rosario entre las ciudades más desiguales del país en materia de ingresos.

Es que si bien existe una brecha histórica entre los ingresos que mujeres y varones perciben de la ocupación principal que llevan adelante, esa diferencia en la ciudad alcanza un 33 por ciento, una cantidad que es 12 puntos mayor que en otros 31 aglomerados urbanos del país. Esto sucede incluso cuando esa diferencia en los últimos cuatro años venía achicándose incipientemente.

«El actual contexto de crisis económica profundiza uno de los nudos estructurales que mencionamos en la introducción: la feminización de la pobreza. Los hogares se empobrecieron ante el aumento del costo de vida sin un incremento en los ingresos corrientes de la misma intensidad», detalla el informe y agrega que «las desigualdades en la carga de trabajo y las dificultades para satisfacer las necesidades básicas ponen en riesgo el desarrollo de las mujeres cada vez más a cargo de hogares cada vez más pobres».

Las mujeres en números
El último censo nacional de 2022 mostró que la población de mujeres en el departamento Rosario asciende a 705.114 sobre 643.338 varones, lo que marca un Índice de femineidad de 110 (significa que habitan la ciudad 110 mujeres por cada 100 hombres); una proporción mayor que la que hay a nivel provincial (107 mueres por cada 100 varones).

El resto de los datos no deja de mostrar para las mujeres más horas de trabajo por menos remuneración y peores empleos en un escenario de ajuste brutal por parte del Estado. Todo eso acompañado no solo por la desaparición de los ministerios de Mujer, Igualdad y Género tanto a nivel nacional como provincial, sino además la aplicación de recortes en las políticas promoción de los derechos e igualdad de las mujeres.

En la ciudad, como lo venía mostrando el informe de 2022, el trabajo doméstico sigue recayendo mayoritariamente sobre las mujeres. Tanto es así que 7 de cada 10 personas que asumen las tareas del hogar son mujeres. Un dato que se desprende de la Encuesta Permanente de Hogares y que, al igual que en la brecha de ingresos, revela una proporción que en Rosario es aún más dispar que la del promedio nacional.

Así, las mujeres dedican sin remuneración alguna una hora y 19 minutos más que los varones al trabajo doméstico, en tanto, en las tareas de cuidado ellas ocupan 1 hora y 45 minutos, mientras que los varones no llegan a una hora (50 minutos). Todo esto, también en forma gratuita.

Las desigualdades persisten en el trabajo remunerado: las mujeres presentan un porcentaje de informalidad 10 puntos superior al de los varones. Además, tienen una menor tasa de empleo (47% las mujeres y 67,6% los varones), así como una mayor tasa de desocupación (6,2% las mujeres y 4,5% los varones) y subempleo (10,4% las mujeres y 6,2% los varones).

Fuente: La Capital