Rosario: Más de 13 mil jóvenes participan del proyecto Nueva Oportunidad

El programa provincial propone, desde hace seis años, elaborar opciones laborales, pedagógicas y de crecimiento personal con los protagonistas.

El programa provincial propone, desde hace seis años, elaborar opciones laborales, pedagógicas y de crecimiento personal con los protagonistas.

«En la época en que vivimos parece una palabra que pierde uso, pero el Nueva Oportunidad es un programa que implica solidaridad, respeto al otro y pensar la vida colectivamente». En estos términos define Luciano Vigoni, el director de la iniciativa gubernamental que comenzó en hace seis años en Rosario con 380 jóvenes y hoy incluye a unos 13.500 de toda la provincia.

La génesis del programa se remonta al año 2013 cuando en la ciudad de Rosario hubo un marcado incremento en el índice de homicidios y el gobierno local tomó la decisión de avanzar hacia la población en riesgo. Hubo un hecho muy específico, que fue la muerte de la militante barrial Mercedes Delgado en barrio Ludueña. «A partir de allí —explica Vigoni— las organizaciones de base del barrio plantearon la necesidad de pensar una política diferente para los jóvenes que estaban en mayor riesgo».

La idea era no arrancar de cero, ni pensar grandes fórmulas, sino recuperar la inmensa y diversa historia que tiene la ciudad en la construcción de experiencias territoriales.

Rescatar vivencias

«Lo que hicimos fue acudir al conocimiento estatal pero fundamentalmente salimos a rescatar la vivencias de algunos curas, organizaciones sociales y políticas que le daban batalla al sistema a partir de abrir su centro comunitario, cultural, vecinal o el club, para intentar trabajar con jóvenes. Tomamos esa experiencia y entendimos que había un formato que debía ser propio: la capacitación en oficios, un grupo limitado de jóvenes con acompañamiento para tener en cuenta la singularidad de cada integrante y sobre todo que se pueda pensar lo colectivo, lo que implica vivir en sociedad», argumenta Vigoni.

El programa apunta a la población joven, entre los 14 y 35 años que están por fuera del sistema escolar y laboral. Alguno de los cuales salen de cumplir condenas en el sistema penitenciario y que trabajan en cuestiones vinculadas al oficio dos veces por semana y un tercer encuentro en el que se analiza la marcha de las acciones y el bienestar de sus integrantes. Se trabaja en grupos de 15 jóvenes que tienen dos acompañantes. Es una experiencia que arrancó con 380 chicos y hoy tiene la participación de 13.500 jóvenes en 640 espacios, 50 gestionados desde el Estado y el resto a través del vínculo con organizaciones sociales, religiosas, políticas o culturales.

Para el director, «es un cambio en el paradigma de las políticas sociales porque el Estado no se vincula solamente a través de la transferencia de recursos sino que pone el eje en los jóvenes que se encuentran atravesando un momento difícil de su vida, en el que los contextos económicos y materiales de su existencia determinan su presente. Lo que empezó a hacer el Estado es tratar de vincularse con esas organizaciones gestionando en conjunto una política social».

En referencia a la huella política del programa en épocas preelectorales el funcionario explicó que «lo que hacemos corresponde a una definición política y sobre todo ideológica del Frente Progresista, Cívico y Social (FPCyS) que inició en Rosario y luego se provincializó. No sólo ocurrió con Nueva Oportunidad sino también con el programa Abre y las intervenciones que se están llevando a cabo en Grandoli, Bella Vista u otros lugares de la ciudad. A partir de allí vemos un crecimiento del partido sobre todo en las seccionales donde hay una fuerte presencia de estos programas. En la seccional 19, para dar un ejemplo, hay casi 5.400 votos más que en 2015 logrados por el FPCyS.

En relación a los avatares de la realidad nacional y al franco deterioro económico y su impacto en los sectores populares «Vemos un importante reconocimiento que también se percibe en la conflictividad social. Con la mayoría de las organizaciones, con todo el espectro político de la ciudad, sin coincidir en algunas miradas sobre lo nacional o internacional y respetando la diversidad de culto u otras diferencias, logramos abordar la temática de lo social desde una mirada muy integral», dijo Vigoni.

«En tiempos preelectorales y en relación a las diversas propuestas deberíamos discutir qué pasa con los jóvenes. Se trata de un tercio de la población que queda afuera de las iniciativas estatales y del mercado laboral. Tendríamos que saber cuál es la propuesta real que tiene cada candidato en relación a esto y cuál es la profundidad de las políticas sociales. Es importante saber hacia dónde apuntan esas decisiones que deben pensarse a largo plazo, a escala y con las dimensiones necesarias. De lo contrario, difícilmente se puede pensar que una acción que dure dos o tres años pueda modificar la vida de alguien», concluyó.

Fuente: La Capital