Salta: Pese a la crisis las mujeres sostienen una cooperativa

Fabricaron y donaron barbijos al hospital, a la Policía y a vecinos humildes.

Fabricaron y donaron barbijos al hospital, a la Policía y a vecinos humildes.

Doña Helvecia acomoda ropa, hilos y otros insumos, mientras Luisa y Elsa trabajan a un ritmo incesante con las máquinas industriales de coser. A más de un mes de la cuarentena la Cooperativa Textil Metán sigue funcionando, gracias al esfuerzo de mujeres emprendedoras.

Fue creada en el 2013 y está ubicada en la calle General Güemes (E) 325. Los últimos años no fueron fáciles, debido a la crisis económica, pero a pesar de todo, pudieron mantenerse en actividad.

La cooperativa actualmente está integrada por Elisa Acosta, Griselda Barbo, María Luisa Gallardo, Helvecia Godoy, Elsa Costilla y Javier Villa quien se encarga de la logística y colabora en los trámites administrativos. Trabajan en un inmueble cedido por la Municipalidad de Metán.

Cuando el Gobierno nacional decretó el aislamiento obligatorio las cosas se dificultaron aún más, pero estas mujeres valientes no bajaron los brazos. Por el contrario, con aportes propios compraron lo necesario para armar alrededor de 200 barbijos que fueron donados al hospital Del Carmen, a la Policía, al Servicio Penitenciario, a los agentes sanitarios y a vecinos carentes de recursos.

«Agradecemos que la Municipalidad nos dio el espacio para poder trabajar. Actualmente no contamos con ninguna clase de subsidios, créditos ni aportes de insumos. Hace años se nos quitó el aporte económico que teníamos y era fundamental para sostener nuestra cooperativa», dijo Helvecia Godoy a El Tribuno.

«Nuestro trabajo es el único sustento. Por eso a pesar de la cuarentena, con todos los cuidados necesarios, seguimos adelante. Ganamos poco, pero nos alcanza para llevar el pan a la mesa de las seis familias del grupo», destacó.

La cooperativa actualmente tiene ocho máquinas industriales de coser en funcionamiento, pero escasean los insumos, como las telas, hilos y elásticos, cuyos precios tuvieron una suba exorbitante.

Actualmente las mujeres están trabajando en la confección de uniformes, delantales y chombas para colegios.

«Los hacemos por encargue, pero hubo una disminución considerable en comparación con el año pasado porque no hay clases debido a la prevención del coronavirus. Estamos viviendo tiempos difíciles como todos, pero estamos poniendo nuestro mayor esfuerzo para seguir adelante», dijo María Luisa Gallardo.

Reciclado y creatividad

«También estamos reciclando telas y confeccionando prendas de vestir, porque en estos tiempos hay que ser creativo. Además nos pueden encargar, buzos, camperas y pantalones a medida y nosotras los hacemos», remarcó.

Por su parte, doña Elsa Costilla, comentó que realizan arreglos de cualquier tipo de ropa y que fabrican para la venta, indumentaria de trabajo para las empresas e instituciones, a precios accesibles.

«A pesar de los momentos difíciles que estamos viviendo tenemos muchas ganas de trabajar y de fortalecer esta cooperativa. Entre todas hacemos aportes y gracias a eso se puede seguir», dijo Costilla.

Malos recuerdos de los que se fueron sin pagar

Debido al aislamiento obligatorio, las mujeres solamente están trabajando por la mañana. “Somos conscientes de que nos debemos cuidar y a la vez cuidar a los otros. Por eso hemos limitado nuestras tareas diarias”, remarcó doña Helvecia.
“Desde hace tres años que no recibimos apoyo del Gobierno provincial y hasta tuvimos que soportar que no nos pagaran, como ocurrió en el 2017, cuando a través del Ministerio de Trabajo nos encargaron camisas y nos quedaron debiendo 20.000 pesos, que hasta el día de hoy no nos abonaron. Algo similar sucedió en el 2014, cuando confeccionamos y entregamos 202 pantalones y nos quedaron adeudando 9.800 pesos, que en ese momento era mucha plata para nosotras. Nos costó mucho reponernos de esas situaciones. Necesitamos que nuestras autoridades nos apoyen y no que se nos haga esto. Somos una cooperativa de mujeres que queremos trabajar para ganarnos la vida honestamente”, comentó la mujer, indignada, al recordar esos sucesos.

Fuente: El Tribuno