Sánchez y Aragonès buscan dejar atrás el conflicto con un acto en Barcelona

El presidente de España y el de la región de Cataluña coincidieron este lunes en la necesidad de abrir una "nueva etapa" de acercamientos con el trasfondo de un posible indulto a los líderes independentistas encarcelados.

El presidente de España y el de la región de Cataluña coincidieron este lunes en la necesidad de abrir una «nueva etapa» de acercamientos con el trasfondo de un posible indulto a los líderes independentistas encarcelados.

Los presidentes del gobierno español, Pedro Sánchez, y de la región de Cataluña, Pere Aragonès, coincidieron este lunes en la necesidad de abrir una «nueva etapa» de diálogo con el trasfondo de un posible indulto a los 12 líderes independentistas encarcelados. Ambos líderes se reunieron en un acto en Barcelona por primera vez desde que el catalán Aragonès tomó posesión el mes pasado. El socialista Sánchez abogó por avanzar hacia el «reencuentro» y recuperar «la concordia» dejando atrás «callejones sin salida», mientras que el republicano Aragonès apeló al «diálogo» para «poner soluciones sobre la mesa».

El encuentro coincidió además con la publicación de una carta de uno de los 12 independentistas presos, Oriol Junqueras, líder del partido Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) al que además pertenece el presidente catalán. En la misiva, Junqueras se manifestó a favor de un referéndum acordado con el Estado en vez de una consulta ilegal y una declaración unilateral de independencia como las que en 2017 conllevaron el procesamiento de líderes separatistas. Desde la derecha volvieron a rechazar cualquier tipo de indulto convocando a una manifestación en Madrid el próximo 13 de junio.

«Dejemos atrás esa dialéctica estéril de los unos y los otros y busquemos juntos un nuevo nosotros. Cambiemos las amenazas por propuestas, vengan de donde vengan», dijo Sánchez durante su intervención en el evento organizado por la patronal catalana Foment del Treball. «Es el momento ineludible de encontrar una solución a determinados problemas que nos ralentizan y que comprometen nuestra economía y nuestro éxito como sociedad, en España y en Cataluña», agregó el presidente español, quien pidió «unir esfuerzos» para superar los desencuentros.

Por su parte, Aragonès habló de «afrontar una nueva etapa de normalización» en las relaciones con España para «poner soluciones sobre la mesa para superar el bloqueo» y «avanzar en la resolución del conflicto». Además el nuevo presidente de Cataluña se mostró partidario de «escuchar y respetar» las dos visiones y de emprender «el diálogo y la negociación» entre los gobiernos. «No será fácil, será extraordinariamente difícil, pero es una oportunidad y una obligación», remarcó.

Aunque el encuentro entre Sánchez y Aragonés fue breve e informal, en espera de que este mes se reúnan formalmente en Madrid, en sus discursos coincidieron en abrir una nueva etapa de diálogo. Si bien no trascendió que hablaran en privado de posibles indultos, la posibilidad de esta medida de gracia centra buena parte del debate político en España.

En paralelo Oriol Junqueras, quien cumple trece años de condena por delitos como sedición, aseguró en una carta que los indultos a 12 líderes independentistas pueden «aliviar el conflicto, paliar el dolor de la represión y el sufrimiento de la sociedad catalana». El líder de la formación independentista ERC, que encabeza un gobierno de coalición en Cataluña, se aleja en su escrito de una vía unilateral de secesión y apuesta por un referéndum pactado como el celebrado en 2014 en Escocia, en el que ganó la opción de seguir dentro del Reino Unido.

En la carta publicada en el diario Ara y La Sexta, Junqueras defendió que la amnistía es la mejor solución, pero que «cualquier gesto en la línea de la desjudicialización del conflicto ayuda a poder recorrer este camino». El dirigente catalán sostuvo que la amnistía es su «prioridad para acabar con la apuesta por la persecución judicial» ya que, entiende, no solo se trata de los presos independentistas y los dirigentes en el extranjero, sino que cifra en tres mil las personas implicadas en causas judiciales relacionadas con el 1-O (el fallido referéndum de independencia de Cataluña celebrado el primero de octubre de 2017).

Varios representantes del gobierno español y del socialista PSOE, que encabeza el Ejecutivo de coalición con la formación de izquierda Unidas Podemos, expresaron su desacuerdo con un posible nuevo referéndum pero consideraron un buen paso que ERC abogue por vías dentro de la legalidad. Desde la oposición de derecha reiteraron su rechazo a cualquier indulto, con críticas a Sánchez de «vendido» y de rendirse ante el independentismo, y confirmaron que acudirán el próximo 13 de junio a una jornada de protesta en Madrid en contra de la medida.

El vocero nacional del PP y alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, aseguró este lunes que «los líderes independentistas no renuncian a romper el modelo constitucional ni a machacar la convivencia». Desde el Palacio de Cibeles, Martínez-Almeida apuntó que «la vía unilateral no funcionó porque hubo un Estado de Derecho enfrente que puso instrumentos constitucionales», ya que «si no hubiera sido por el Estado de Derecho, Junqueras hubiera intentado triunfar y hubiera triunfado».

Sánchez estaría preparando el terreno para indultar a los 12 dirigentes catalanes encarcelados o inhabilitados tras el intento independentista de 2017, con un gobierno minoritario y en medio de un avance de la derecha que, como se mencionó anteriormente, rechaza tajantemente la idea. Nueve de los detenidos fueron hallados culpables del grave delito de sedición y recibieron penas de entre nueve a 13 años de cárcel, mientras que los otros tres solo fueron condenados por desobediencia a multas e inhabilitación para ejercer cargos públicos. Tanto el Tribunal Supremo español como la Fiscalía se han manifestado en contra de la media de gracia, aunque su pronunciamiento no es vinculante para el gobierno.

Fuente: Página 12