Santa Fe: Inventario provincial de humedales; una herramienta para conocer qué se debe cuidar

Equipos técnicos que lo confeccionan se reunieron para seguir dándole forma a un instrumento crucial para la gestión del territorio.

Equipos técnicos que lo confeccionan se reunieron para seguir dándole forma a un instrumento crucial para la gestión del territorio. Remarcaron el trabajo disciplinario que debe tenerse en cuenta para el desarrollo del proyecto

Con la premisa de seguir escalando de nivel en el detalle de la información, el equipo que lleva adelante la confección del inventario provincial de humedales mostró los avances que se vienen desarrollando sobre la región centro-norte de Santa Fe. En tanto, dieron detalles de la importancia de contar con esta herramienta para facilitar el trabajo de las distintas instancias de gestión que deben planificar políticas de uso y conservación, así como la posibilidad de democratizar la información en torno a estos territorios.

El equipo es interdisciplinario y contiene a profesionales de los ministerios de Ambiente de la provincia y de la nación, de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), además de la Fundación Humedales. En tanto, fueron parte de la convocatoria técnicos de la Provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Chaco y La Pampa. Este martes tuvieron el tercer encuentro técnico en el Acuario Río Paraná.

Hubo varias consideraciones sobre la mesa a la hora de consultar por qué es importante un inventario de humedales a nivel provincial. En primera instancia, Nadia Boscarol, de la Fundación Humedales, dijo: “Es una herramienta originada en un ámbito académico que nos permite conocer dónde están y qué tipos de humedales tenemos en el país. Es técnica, pero puede facilitar los procesos que corresponden al ámbito de la gestión pública, como el ordenamiento territorial”.

En relación a este aspecto, la doctora en Ciencias Biológicas de la Unsam, Patricia Kandus, expresó: “Generalmente, se asume que el inventario es un ordenamiento. El inventario no debiera tener ningún juicio de valor previo. Por eso, es importante que el proceso sea abordado desde un equipo interdisciplinario por las funciones ecosistémicas que tiene”.

“Es un instrumento que tiene que poner a disposición pública la información acerca de dónde están los humedales, cómo se expresan, en qué estado están y cuál es el valor que le damos, cómo se usan. Es una herramienta para poner a disposición de la gestión pública y la sociedad en general”, manifestó.

El director nacional de Gestión Ambiental del Agua, Francisco Firpo, aseguró no sólo que la herramienta sirve para conocer la distribución de los humedales sino, además, para saber la “frecuencia de aparición” en los territorios. El dinamismo que tienen estos sistemas obliga a pensar varias preguntas, según indicó la directora de Conservación de la provincia, Clara Mitchell: “El inventario son muchos inventarios porque tenemos distintos niveles y zonas, y cada zona tiene diferencias enormes entre humedales diferentes. Qué son y dónde están son cuestiones para las que necesitamos este inventario”.

La funcionaria dijo que además de estar en vías de reglamentar la ley de humedales provincial (que se sancionó en diciembre de 2019), ya se están desarrollando el nivel 3 del inventario sobre el valle de inundación del río Paraná, desde el eje Paraná-Santa Fe hasta el Chaco, y los Bajos Submeridionales. Los niveles, según explicó Kandus, son “escalas de análisis” que determinan la profundidad de la delimitación y la información: “El nivel 1 divide a todo el país en regiones de humedales, es macro; el nivel 2 se denomina sistemas de paisajes de humedales; el nivel 3 son paisajes de humedales; y el nivel 4 son unidades de humedales, es cada humedal”. “Es como ir haciendo zoom”, complementó Mitchell.

En ese sentido, la doctora en Ciencias Biológicas expresó que los inventarios provinciales “tienen que avanzar articuladamente con el nacional, porque los humedales no respetan límites políticos. Hay miles de casos, como el que está acá enfrente”.

En relación a ello, el geólogo e investigador de la UNL Carlos Ramonell aportó: “Hay una diversidad de elementos que constituyen el paisaje y eso tiene una ubicación geográfica, espacial. Tenés escenarios específicos de interacción y tenés que delimitarlos. Esa es una de las partes del proceso del inventario”.

Cuidar los humedales
El ingeniero agrónomo de la UNR, Néstor Di Leo, expresó que “los humedales son sistemas muy complejos y, a la vez, son claves en función de las variables ecológicas que subsumen. La mejor manera de poder conocerlos es a través de un proceso de inventario para conocer, a ciencia cierta, de qué se tratan, cómo están y qué incluyen”.

“El para qué hacer un inventario es, justamente, porque no se puede cuidar ni gestionar lo que no se conoce. De la precisión del inventario dependerá la eficacia de las políticas públicas para conservar esos espacios que son sensibles”, agregó.

Por su parte, Kandus sumó: “Queremos hacer un inventario para conocer y para poder dar herramientas para gestionar los territorios y que en las instancias de gestión se pueda definir cómo se usan o cómo se conservan esos territorios en el contexto de sus vecinos, otros ecosistemas”.

Durante un buen tiempo, se instaló que los humedales eran bienes ilimitados y que se debían convertir en sistemas productivos, recordó Boscarol. Pero dijo: “Ese paradigma cae porque hemos perdido una cantidad importantísima de humedales en los últimos 50 años y nos estamos dando cuenta que, en realidad, son bienes escasos y de un alto valor”. Y Kandus remarcó que “hay que entender que los humedales son agua, y el agua es un bien escaso”.

Democratizar la información
Mitchell rescató la apropiación del término “humedales”, sobre todo desde las continuas quemas que arrasaron con cientos de miles de hectáreas en la zona de las islas frente a Rosario y la región: “Se empezó a entender que no son ni tierra ni agua. Hay que lograr que salga un poco de lo académico, que si bien es una herramienta súper académica, técnica y compleja, todo el mundo debe empezar a apropiarse de ella”.

En tanto, Firpo agregó: “El inventario es un instrumento para coordinar y es necesario que control, fiscalización y planificación se abastezcan de allí. Pero no deben obstaculizar la realización del mismo, que es un poco parte de los impedimentos que existen”:

Sobre esto, Di Leo añadió: “En el desorden, hay ganadores y perdedores. Capaz que hay algún grupo de poder consciente de este proceso y la no existencia del inventario los favorece. A lo mejor, ahí aparece la resistencia a inventariar”.

Kandus, por su parte, concluyó: “El inventario de humedales democratiza el acceso a la información, tanto para saber cuáles son los lugares considerados como humedales como para tener la información a disposición”.

Fuente: La Capital