Santa Fe quiere recaudar 700 millones con una nueva tasa vial

Los 32 centavos se suman al precio establecido por cada petrolera. Los expendedores actuarán como agentes de retención. Foto: Guillermo Di Salvatore

Los 32 centavos se suman al precio establecido por cada petrolera. Los expendedores actuarán como agentes de retención. Foto: Guillermo Di Salvatore

Si la iniciativa del gobierno prospera, el litro de nafta costará 32 centavos más en la provincia. El dinero se destinará a la reparación de la red caminera. Sectores de la oposición rechazaron la propuesta; advirtieron que Vialidad tiene presupuestos subejecutados, y que el nuevo tributo podría implicar una doble imposición para el contribuyente.

El Poder Ejecutivo pretende financiar con un nuevo tributo la reparación de las rutas de la provincia, y la idea ya generó polémica. En diálogo con El Litoral, el subsecretario de Ingresos Públicos, Sergio Beccari, admitió que “unos mil kilómetros” de la red vial santafesina (de los cuatro mil que la componen) se encuentran en estado crítico, y fundamentó en la necesidad de repararlos la decisión de crear una tasa vial. Si la iniciativa prospera, los santafesinos deberán pagar 32 centavos más por cada litro de combustibles líquidos y por cada metro cúbico expedido de gas natural comprimido.

El proyecto de ley, que llegará a la Legislatura en las próximas horas, sugiere destinar la recaudación al Fondo Provincial de Vialidad (creado por la ley de Vialidad Nº 4908) “para el mejoramiento, reconstrucción y conservación de las vías de comunicación”, incluyendo “autovías, carreteras y nudos viales”, que no estén concesionadas mediante sistemas de peaje. El 30% de lo que se recaude se coparticipará a municipios y comunas para mejorar caminos de dichas jurisdicciones. Estarán exceptuados de pagar la nueva tasa las empresas prestadoras del servicio de transporte público de pasajeros, urbano e interurbano, que desarrollen su actividad en la provincia.

—¿En la práctica, cómo se va a instrumentar esta tasa?
—Los 32 centavos se suman al precio establecido por cada petrolera. También están contemplados quienes venden por fuera de las estaciones de servicio. Los estacioneros y quienes expenden van a ser agentes de percepción (utilizamos una figura de “responsable sustituto”) y están obligados a cobrarlo y rendirlo a la provincia dos veces por mes. Creamos una cuenta que va al Fondo de Vialidad, y la Administración de Vialidad es quien después administra y ejecuta.

—¿Cuanto piensan recaudar?
—Unos 700 millones de pesos anuales.

—La propuesta plantea que el 30% se coparticipe, pero ya hay comunas que cobran una tasa por hectárea para mejorar caminos rurales. ¿No hay allí una superposición de tributos?
—Hay dos discusiones que encierra el proyecto: una es la de los peajes, y otra la tasa por hectárea. Sobre el peaje, algunos dicen que tiene naturaleza tributaria y otros, que no y que forma parte del derecho administrativo. El peaje se rige por tipo de vehículo, por ejemplo, y en la tasa vial estamos hablando del expendio de combustibles. Es decir, que no entraría en colisión con el cobro del peaje. Si alguien plantea la doble imposición, es difícil porque eso hay que probarlo. De por sí no es inconstitucional, sino que hay que probar que tiene confiscatoriedad. Por lo tanto, no debería haber problema. En cuanto a la tasa por hectárea, lo que planteamos a través de la tasa vial es que estarán contemplados en la reparación aquellos caminos comunales integrados a la red vial provincial. Puede ocurrir que un camino rural esté asignado como camino comunal y el que carga combustible paga la tasa vial; en ese caso, van a tener que demostrar que hay confiscatoriedad.

—¿Y eso lo tiene que probar el contribuyente?
—Sí, el consumidor.

—Si la ruta concesionada no estará contemplada en las eventuales mejoras, ¿no es injusto para quien transita por esa ruta e igualmente pagó la tasa vial?
—Bueno, pero en algún momento esa persona pasará por alguna otra ruta provincial. Sí, es discutible. En la ley hablamos de un uso “potencial o efectivo” de la ruta…

—¿Por qué en lugar de crear una nueva tasa no se aumenta el presupuesto de Vialidad?
—Nuestra función como generadores de alternativas de financiamiento es buscar recursos. Yo genero alternativas; una de ellas estudiada a fondo y válida es ésta. Creo que pasa más por la rapidez con la que las rutas se van deteriorando, por un uso muy intensivo de la red vial a partir de que cada vez se demandan más recursos primarios. Entonces, cada vez hay más camiones, más circulación de vehículos, y eso hace que hoy tengamos que dar una respuesta que pasa por crear una tasa y no por aumentar más impuestos, porque hubo otras alternativas, como poner un adicional a Ingresos Brutos o subir Inmobiliario, pero consideramos que la tasa era la recuperación de un costo afectado específicamente a un fin.

—Sobre esa base, ¿no sería más justo que lo paguen los transportistas de carga?
—No, porque todos hacen uso de la red vial. Nosotros planteamos el concepto de capacidad contributiva para que la estructura fiscal de la provincia mejore y no esté basada en Ingresos Brutos, sino en los impuestos patrimoniales. En el mismo Ingresos Brutos buscamos la capacidad contributiva lisa y llana; por eso fuimos ahora por los bancos y las compañías de telefonía celular y no por el comercio en general. En el caso de la tasa vial, el que más consuma, que es un indicio de capacidad contributiva, más va a pagar. Entonces, todos contribuimos de una manera u otra, en la medida en la que consumimos (combustible, en este caso).

—¿Qué podrían hacer con esos 700 millones anuales a recaudar?
—De los 4.500 kilómetros que tiene la red vial hay mil que están en muy mal estado. Con estos 700 millones anuales podríamos hacer unos 300 kilómetros por año de repavimentación. Entonces, en tres años y medio, esos mil kilómetros estarían reparados.

«Esta tasa impactaría mucho en nuestro rubro. En el gas sería casi un 10%. Sería otro incremento más sumado a todos los que venimos padeciendo. A nosotros nos preocupa mucho el contexto general, no sólo esta tasa. Nosotros deberíamos estar exentos”.
Francisco Aiello, Sociedad de Taximetristas.

 

La clave
¿Santa Fe?
Otro aspecto que generará discusión es qué sucederá en la ciudad de Santa Fe, que comenzó a cobrar desde principios de año su propia tasa vial por vehículos radicados en la capital. La cuestión a resolver es si la municipalidad estará incluida en el reparto secundario de los recursos que se recauden por la Tasa Vial Provincial. Como se dijo, el 30 por ciento de los ingresos que surjan del nuevo tributo se coparticipará a municipios y comunas.

El 20% de las rutas provinciales presenta “un estado crítico”

Con ese argumento el titular de Vialidad, Juan José Bertero, defendió el proyecto para cobrar una tasa de 32 centavos por litro o metro cúbico de combustible. Se piensa recaudar unos 700 millones

Polémica. Diversos sectores productivos y políticos plantearon sus quejas.

Polémica. Diversos sectores productivos y políticos plantearon sus quejas.

El gobierno provincial defendió ayer su proyecto para crear una tasa vial para el mejoramiento y mantención de rutas de propia jurisdicción. Por su parte, distintos sectores vinculados con el transporte y la producción señalaron que incorporar un cargo al precio oficial de los combustibles sería un error por el impacto en los costos que eso provocaría. La iniciativa establece un adicional de 32 centavos por cada litro de gasoil o nafta, o por metro cúbico de GNC.

Para el actual administrador de Vialidad Provincial, Juan José Bertero, la propuesta que fue remitida a la Legislatura tiene por objeto (y necesidad) conseguir “una fuente de financiamiento destinado exclusivamente al mantenimiento de rutas”. En ese sentido, remarcó que de los 4.300 kilómetros de la red vial que tiene Santa Fe alrededor de un 20 por ciento “está en un estado realmente crítico, con serios problemas para transitar”.

“Lo que estamos buscando es darle un impulso rápido, una acción concreta, de poder reparar esas rutas para garantizar nuevamente transitabilidad de manera apropiada”, añadió Bertero en diálogo con Diario UNO. Además, explicó que el adicional que se pretende cobrar en la provincia no es un impuesto –como tiene Córdoba– sino una especie de tasa por retribución de servicio. Hay que recordar que el Ministerio de Economía nacional presentó en noviembre de 2012 una demanda judicial contra la provincia de Córdoba por haber aplicado la tasa vial (ley Nº 10.081) sobre los precios de los combustibles para financiar obras viales.

Fue el ministro de aquella época, Hernán Lorenzino, quien presentó un recurso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que se declare inconstitucional el impuesto. El Gobierno Nacional pidió desde un primer momento que dicho tributo sea derogado para desincentivar que esto mismo se replique a otros distritos, lo que generaría un fuerte encarecimiento de los combustibles en todo el país. Un año y medio después, Santa Fe tomó el mismo camino aunque será la Legislatura provincial, que tiene mayoría justicialista en ambas cámaras, la que tendrá que definir si es conveniente o no la aplicación de una nueva tasa.

Al respecto, el secretario de Ingresos Públicos de la provincia, Sergio Beccari, indicó que “esto no tiene que ver con el impuesto al combustible” y advirtió que la naturaleza de la tasa vial santafesina es distinta a la que hoy aplican en Córdoba (y de la que se duda de su constitucionalidad), porque aquí no se podrán destinar esos fondos a otra cosa que no sea el arreglo de rutas. De hecho, recalcó que esa cuestión está “zanjada” por “el concepto de tasa” y por tener “una ecuación para el cálculo de la misma, que responde a un costo por el mantenimiento de la red vial”.

Quejas al por mayor

El titular de la Federación Argentina de Expendedores de Naftas del Interior, Marcelo Rovasio, calificó de “descabellada” la idea que lanzó el Ejecutivo provincial para cobrar un adicional sobre el precio de los combustibles. Por eso pidió “sensatez” a los legisladores que vayan a tratar el proyecto de ley.

Además dijo que hay muchas tasas que gravan a los combustibles. “Ya hay impuestos incorporados, destinados a obras viales, por ejemplo el lector de combustible tiene cargado un componente impositivo del impuesto a la transferencia de combustible que es del orden nacional; además el impuesto al valor agregado, que es del orden nacional; la tasa hídrica para los combustibles, que está destinado a la tasa vial, a las rutas del país; más la tributación que hace cada provincia del impuesto a los Ingresos Brutos”, enumeró.

“Santa Fe tiene firmado con el Estado Nacional un pacto federal fiscal por el cual recibe una parte de los impuestos que se coparticipan”, señaló Rovasio a UNO Medios y recordó el caso de Córdoba, donde estimó “se ha hecho mucho daño, porque estamos enmascarando un impuesto a través de una tasa, que es regresivo. Con la retracción de mercado que ya provocan estos aumentos programados, la reacción negativa de la gente es lógica con estos 32 centavos que le cargamos al litro”, concluyó.

Aún más crítico con el proyecto del gobierno santafesino, el titular de la Federación Argentina de Transporte de Cargas (Fatac), Vicente Bouvier, se preguntó: “Hasta cuándo vamos a sufrir esto. La voracidad fiscal, tributaria, que desecha al que produce, al que trabaja. Es un embate cotidiano, una propuesta más del gobierno provincial para ver de qué forma se puede recaudar más a todos los órdenes de la actividad económica”.

El dirigente explicó que el sector que representa “viene de dos años pésimos porque no hubo cosechas en el norte del país. Entonces el transporte no tuvo opción de ir a otras provincias durante dos años. Eso fue inédito. Nunca ocurrió algo así. Dos años de sequía y que falte trabajo”, se lamentó. En ese contexto, evaluó que aplicar una tasa de 32 centavos por litro implicaría que “en un viaje donde consumimos 1.000 litros habría que sumar entre 300 o 400 pesos más como costo adicional”.

“Hemos sufrido –continuó– muchos embates del gobierno provincial. Aumentó el peaje del Túnel Subfluvial de 25 a 60 pesos; el de la autopista Rosario-Santa Fe de 18 a 40 pesos. Los transportistas del norte de la provincia tenemos 160 pesos por viaje de peaje. Nos han elevado el número de 10 a 60 pesos para entrar a los ejidos urbanos para descargar en el término de dos años. Hasta cuándo nos van a seguir acechando el bolsillo. Es inadmisible. Nos quieren conminar a que hagamos algún paro histórico”.

Por último, Juan José Bertero manifestó que reparar un kilómetro de ruta, de acuerdo a los valores de mercado, hoy tendría un costo de tres millones de pesos. Con lo cual, si cuanto menos es indispensable arreglar el 20 por ciento de los 4.300 kilómetros de la red vial santafesina, lo que se necesitaría es una cifra (2.580 millones de pesos) que escapa a cualquier presupuesto de Vialidad Provincial.

Una aclaración que tiene la iniciativa es que los recursos que se logren con la tasa vial no podrán ir a parar al mantenimiento o reparación de rutas concesionadas, que son unos 400 kilómetros bajo ese sistema de peajes provinciales. A su vez, la estimación que hizo la Secretaría de Ingresos Públicos de Santa Fe sobre cuánto se recaudará con este adicional al precio de los combustibles es de unos 55 millones de pesos mensuales, poco menos de 700 millones de pesos por año.

Fuente: El Litoral de Santa Fe / Diario UNO de Santa Fe