Santiago, tapado de basura por un paro de estatales

Toneladas de desechos se juntan en las calles por una huelga que ya lleva tres semanas. Reclaman aumento de sueldos. Hospitales sin consultorios y cirugías postergadas.

Toneladas de desechos se juntan en las calles por una huelga que ya lleva tres semanas. Reclaman aumento de sueldos. Hospitales sin consultorios y cirugías postergadas.

Una pirámide de grandes bolsas de basura en torno a un poste sobre la avenida Matta, una de las más importantes de Santiago, se suma a las toneladas de desechos que obligaron a las autoridades a emitir una alerta sanitaria: debido al paro que los empleados públicos han mantenido durante las últimas tres semanas, muchas calles de la capital chilena y otras ciudades podrían convertirse en el foco de un problema de higiene.

El gobierno declaró el alerta ayer, mientras los trabajadores seguían marchando para exigir un ajuste salarial mayor al 3,2% que ofrecen las autoridades.

La ministra de Salud, Carmen Castillo, dijo que la alerta permite movilizar recursos con mayor rapidez para contratar camiones de aseo y personal que retire los desechos en dos de las 52 comunas de Santiago.

Este problema de acumulación de basura surge justo cuando se registra una oleada de calor que intensifica los malos olores y atrae moscas.

A la par del anuncio de la medida sanitaria, miles de funcionarios estatales caminaron por más de 15 cuadras mientras sostenían letreros que exigían una mejora en la oferta de reajuste salarial, que ha sido rechazada en dos ocasiones en la Cámara de Diputados, a instancias de los dirigentes sindicales del sector público.

Problemas generalizados

Otras consecuencias del paro son 18.000 consultas médicas y 5.200 cirugías pospuestas, demoras en vuelos comerciales a causa de la lentitud en las aduanas, dilación en los paseos fronterizos y cierres del Registro Civil y escuelas públicas, donde se preparan los alumnos con menos recursos del país.

La presidenta Michel Bachelet hizo un llamado a que los trabajadores volvieran a sus empleos, pero éstos la ignoraron. “No podemos hacer más sin afectar nuestro compromiso con las necesidades de los chilenos que más necesitan”, dijo Bachelet sobre la imposibilidad de mejorar el aumento ya propuesto.

Los funcionarios, congregados en la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), demandan un reajuste del 7 por ciento y otros beneficios, pero el Gobierno les ofrece sólo un 3,2 por ciento, cifra de la que, reiteró, no se moverá dadas las condiciones económicas del país.

En hospitales y clínicas estatales no se pudieron realizar unas 5.000 cirugías programadas anticipadamente, mientras unas 16.000 consultas no fueron atendidas en todo el país porque el personal está en huelga, informó ayer la ministra de Salud, Carmen Castillo.

“Vemos con preocupación que se está afectando a la gente que más necesita de nuestro sistema público de salud, y eso es un problema”, dijo la ministra.

Además, la paralización afecta también los servicios de aduanas, que han retrasado los trámites a importadores y exportadores de productos.

Las pérdidas se estiman en unos 300 millones de dólares, en tanto que los pasajeros en los aeropuertos están sujetos a largas esperas, entre otras incomodidades.

Aunque está previsto que la huelga concluya hoy, dirigentes de la ANEF no descartaron que la paralización continúe durante los próximos días si no hay una solución a sus demandas.

El proyecto de reajuste, que debe ser tramitado y aprobado por el Congreso, fue rechazado esta semana incluso por legisladores oficialistas.

Fuente: Los Andes