Santo Tomé: el municipio afronta el año con $ 84 millones menos que el anterior

La secretaria de Hacienda, Claudia Pascual, explicó de qué forma sobrelleva el gobierno la situación de emergencia social y económica que atraviesa el país. Aclaró que solo en abril tuvieron que recurrir al pago desdoblado de haberes y que no mantienen deuda de sueldos con el personal.

La secretaria de Hacienda, Claudia Pascual, explicó de qué forma sobrelleva el gobierno la situación de emergencia social y económica que atraviesa el país. Aclaró que solo en abril tuvieron que recurrir al pago desdoblado de haberes y que no mantienen deuda de sueldos con el personal.

El análisis de las finanzas municipales requiere tener en cuenta dos etapas: una, previa a la pandemia, y otra, posterior, cuando empezaron a sentirse sus efectos, consideró la secretaria de Hacienda y Administración de Santo Tomé. Crédito: Guillermo Di Salvatore

El Litoral dialogó con la secretaria de Hacienda y Administración de la Municipalidad de Santo Tomé, Claudia Pascual, para saber de qué forma pudo afrontar y sobrellevar el municipio santotomesino la situación general de pandemia. También se la consultó sobre qué problemas se presentaron cuando empezó el distanciamiento social, de qué manera los fueron solucionando y qué medidas tomaron para adaptarse a la llamada nueva normalidad.

En su explicación, Pascual dejó en claro que el presupuesto de 2020 se vio afectado sustancialmente por toda la problemática que concierne al coronavirus y la crítica situación general del país. A la vez, subrayó que es necesario hacer un análisis en dos etapas: una, previa a la pandemia, y otra, posterior, cuando empezaron a sentirse los efectos de la misma.

En tal sentido, recordó que los meses de enero y febrero estaban evidenciando un pequeño incremento real de los recursos, tanto los coparticipables como los propios. «Veníamos de dos años que fueron muy complicados, con un proceso inflacionario que nos perjudicaba en el funcionamiento, pero los dos primeros meses de este año mostraban un leve repunte de los recursos», describió Pascual, que está al frente del área de Hacienda desde diciembre de 2015 y acompaña a la intendenta Daniela Qüesta desde el primer día de su mandato inicial.

Luego, aclaró que a partir del 20 de marzo, con el inicio del distanciamiento social preventivo, «esos recursos insinuaron un declive y una merma en la recaudación, la que se pronunció un poco más en abril, para llegar a su punto máximo en mayo». El quinto mes fue el más difícil, especificó la integrante del gabinete municipal, «porque nos costó mucho el funcionamiento». Tuvieron que reducirse al máximo los gastos, agregó, «para saber en dónde poníamos cada peso que ingresaba y ver de qué manera podíamos seguir funcionando».

Reducción de gastos

«En recursos propios, si se comparan los nueve meses de 2020 con igual periodo de 2019, tuvimos un crecimiento del 26,4% en recursos propios, pero si se contraponen esos datos con la inflación interanual, que fue del 45%, dejaron de ingresar al municipio unos 50 millones de pesos», analizó Pascual, sin dejar de manifestar que a nivel provincial, en lo que hace a coparticipación directa, pasó lo mismo, ya que tuvieron una pérdida o reducción de casi un 14% en la recaudación.

En términos reales, es decir contraponiendo lo que se recibe con el porcentaje o índice de inflación interanual, la reducción de lo aportado por Provincia significó otros 34 millones de pesos menos en las arcas municipales. «Al día de hoy, a Santo Tomé, por las distintas problemáticas inherentes a la pandemia, los ingresos disminuyeron, en total, 84 millones», cuantificó la funcionaria.

A continuación, se le preguntó cómo hicieron para superar los problemas, al margen de la reducción de los gastos, ya que el costo operativo siguió siendo elevado. «A ese costo lo tenés siempre, es indispensable e inevitable, porque es el que te permite funcionar; hay que cumplir con los sueldos, comprar combustible, o cloro para potabilizar el agua, entre otras cosas? y a todo eso hay que seguir haciéndolo», respondió.

Lo que ayudó mucho, enfatizó Pascual, es que, al haber restricciones y aislamiento, se gastó una cantidad inferior dentro del municipio: «Menos empleados trabajando implican un gasto menor en cada oficina, ya sea de energía eléctrica, por ejemplo, o de gas en la época de frío. Algunas son pequeñas cosas, pero en la sumatoria del mes representan algo».

Respecto al punto anterior, aclaró, además, que en estos momentos hay 140 empleados, de los 900 con los que cuenta la Municipalidad de Santo Tomé, que están en situación de riesgo por coronavirus y deben quedarse en sus casas, haciendo aislamiento social y preventivo. Se trata de personal mayor de 60 años o que ya tenía una enfermedad preexistente.

Al hablar sobre este tema, Claudia se preocupó en señalar que al ahorro lo lograron también porque priorizaron la salud de los agentes municipales: «No todos los que están activos, o están prestando servicio, vienen todos los días a trabajar, porque hacemos lo que se llama burbuja sanitaria. Tienen que venir días alternados, para no convivir un empleado con el otro. Es decir que incluso los que están activos, o en sus funciones, tampoco vienen todos los días al municipio».

«Están al día»

Consultada sobre si tuvieron inconvenientes para poder abonar los salarios, Pascual, aclaró que únicamente se vieron obligados a pagar en dos veces los haberes de abril. «No hubo otra manera de sortear el inconveniente de la pérdida de recaudación», añadió, sin dejar de resaltar que «fue solo ese mes». «En un primer momento abonamos el 40% y a los pocos días el 60% restante, cuando entrábamos con la recaudación de mayo», amplió Pascual.

En síntesis, dijo, «ocupamos dos recaudaciones, parte de abril y parte de mayo, para poder cumplir con los sueldos de abril». Entonces se le preguntó si le deben algo al personal municipal y resaltó que no, que «están completamente al día», que los empleados municipales cobran sus haberes en término.

En cuanto a los servicios, Claudia destacó que nunca se cortaron: «Siempre apuntamos a cumplir con ellos, al mejoramiento de calles y de la iluminación. Eso jamás se cortó. Para la recolección de ramas y la basura en general, por ejemplo, teníamos cuatro empresas contratadas y en 2020 solamente una, así que estamos haciendo todo con los empleados municipales». No obstante lo anterior, advirtió que «por el aislamiento no hicimos algunas obras previstas, como el bacheo, o el pavimento por administración, que insume gastos y durante estos meses no lo pudimos continuar».

Estos tres últimos años fueron muy difíciles, no solo 2020, remarcó Pascual: «Yo tomaría 2018, 2019 y lo que va de este año, fueron tiempos muy críticos para la hacienda pública, muy críticos. Los dos años anteriores teníamos una inflación que superaba el 50%, con los lógicos ajustes salariales por ese motivo. También la paritaria que se ajustaba por el proceso inflacionario, e incluso en 2018 se ajustó en forma retroactiva».

Además, recordó que «los insumos crecían más del 100% anual» y los recursos municipales a lo sumo un 30%, «algo poco manejable». «Vino un 2020 en el que pensábamos en positivo, porque vislumbrábamos un horizonte distinto, que íbamos a estar mejor?. lo observamos en enero y febrero, pero después vino la pandemia y la caída a nivel económico fue muy dura», concluyó.

«No sería responsable»

Con respecto al presupuesto municipal 2021, Claudia Pascual aclaró que todavía no pueden estimarse los recursos disponibles, «porque no sería responsable». «Primero tenemos que esperar que la provincia formule el suyo y en base a ese parámetro elaborar el nuestro», explicó. Los municipios, dijo, «dependemos prácticamente en un 50% de recursos coparticipables que envía la provincia, de coparticipación directa o indirecta», como ser Obras Menores, o el Fondo de Financiamiento Educativo, entre otros.

«Mientras ellos no formulen su presupuesto y nosotros no sepamos cuál es el parámetro que toman, no sólo que no sería responsable hacer ese cálculo, tampoco sería coherente», prosiguió Pascual. «Al presupuesto de 2020 lo habíamos tomado con lineamientos de Provincia, en los que ellos decían que el crecimiento a nivel coparticipación, o lo que iban a transferir a cada uno de los municipios, iba a ser prácticamente de un 45%, algo que no pudo ser porque tuvimos una pérdida real del 16,4% y hubo caída en la recaudación», amplió.

Cuando se hace un presupuesto, añadió, siempre se recibe información de presupuestos a nivel superior. En el caso del municipio, la toma de la provincia. «Este año empezamos a relevar los requerimientos técnicos que cada oficina o secretaría iba a tener y empezamos cursar las planillas, pero como Provincia, que tenía que presentarlo el 30 de septiembre, pidió prórroga hasta el 30 de octubre, todavía no tenemos esos lineamientos», completó.

Obras por casi 1.000 millones

La Municipalidad de Santo Tomé ya ha cursado notas al gobierno de la provincia de Santa Fe, mediante las cuales gestionan una serie de obras que quieren incluir en el presupuesto 2021, pero que no podrían realizarse sin la existencia del aporte provincial, informó Claudia Pascual. Se trata de gestiones por un total de 985 millones de pesos.

«Son obras para las que no se cuenta con presupuesto propio para hacerlas y son imposibles de alcanzar si no recurrís al financiamiento externo», aclaró la funcionaria, que mencionó como ejemplo la pavimentación con material flexible de Av. Riccheri, prevista en 365 millones. Además, destacó la instalación de un impulsor de agua potable para el tanque de Villa Libertad (29 millones), así como la ampliación de la red cloacal para poder cubrir las vecinales Iriondo, Sarmiento, San Martín y Luján Centro (354 millones).

Una moratoria

Claudia Pascual señaló que en fecha reciente el Ejecutivo Municipal remitió un proyecto de regularización tributaria al Concejo santotomesino, es decir una moratoria, la que espera que sea aprobada próximamente.

Respecto a esta iniciativa, la responsable de Hacienda señaló que muchos estamentos gubernamentales han recurrido a propuestas como la de Santo Tomé (la AFIP, otros municipios, Provincia), a fin de encausar su recaudación en el marco de un proceso inflacionario que no cede y una situación de emergencia sanitaria que se prolonga casi indefinidamente.

«Creemos que tenemos que llegar de esa forma al vecino, porque sabemos que se vio afectado como nos vimos nosotros estos últimos años, por la inflación, la caída de la economía y la pandemia», expresó Pascual. Hubo muchos vecinos, continuó, «a los que les pasó lo mismo que a nosotros y no han podido cumplir con sus obligaciones tributarias». «Es el momento para poder acercarnos a ellos y darles una mano», redondeó.

Fuente: El Litoral