Santo Tomé: un 85% de los empleados del municipio se vio afectado en la pandemia

El porcentaje está calculado sobre una planta de 900 agentes municipales, teniendo en cuenta los perjudicados directa o indirectamente por el brote entre marzo de 2020 y abril de 2021, no solo los contagiados (que fueron 70).

El porcentaje está calculado sobre una planta de 900 agentes municipales, teniendo en cuenta los perjudicados directa o indirectamente por el brote entre marzo de 2020 y abril de 2021, no solo los contagiados (que fueron 70). El grupo de riesgo permanente, aislado en su domicilio desde el año pasado, alcanza a 190 personas, poco más del 20% del total referido.

Unos 190 agentes municipales de la ciudad de Santo Tomé, de los 900 que aproximadamente componen el personal del municipio, se encuentran aislados en sus domicilios a causa de la pandemia de coronavirus, como grupo de riesgo permanente (algunos realizan teletrabajo, no todos). Es decir, poco más de un 20%. Los casos de Covid-19 han sido 70 en trece meses (entre marzo de 2020 y abril de 2021) y debió lamentarse el deceso de un empleado, que se encontraba de licencia, justamente por ser personal de riesgo.

No obstante lo anterior, para calcular un porcentaje que realmente marque la incidencia o efecto del brote sobre la planta de empleados de la Municipalidad, a los mencionados habría que sumarles otros 600 agentes más, que en algún momento de la pandemia tuvieron que ser aislados (no todos juntos), por estar en contacto estrecho con compañeros de trabajo infectados, o que presentaban síntomas de la enfermedad (ya sea por pertenecer a la misma oficina o cuadrilla de trabajo, por ejemplo).

Solo teniéndose en cuenta ese número, el de los 600 trabajadores aislados que, por decirlo de alguna manera, «van y vienen» por prevención sanitaria (es decir los que entran y salen de la situación de aislamiento, en muchos casos dos y hasta tres veces), el personal del municipio santotomesino se ha visto afectado casi en un 85% (790 sobre 900).

De todas formas, tal como lo aclaró a este medio el secretario de Gobierno local, Martín Giménez, «los aislados por contacto estrecho no se dan en un número importante al mismo tiempo» y no componen un grupo de gente que «implique paralizar el municipio». En cambio, el 20% de empleados en riesgo permanente toma mayor trascendencia, porque se trata de menos personal con el que cuenta la Municipalidad de Santo Tomé desde hace más de un año para prestar servicios.

Además, al ser consultado sobre cuáles fueron las áreas municipales más afectadas, Giménez, aclaró que «todas», sin excepción, tuvieron problemas por empleados y «los siguen teniendo». «Policía Municipal vio mermado su personal en un 30 al 35%, en Mayordomía y Espacios Verdes estuvimos complicados, en pavimento afectó a más de la mitad, así como todo el sector de los servicios y el trabajo en los obradores también se vieron perjudicados», completó.

«Se podría escribir un libro»
En diálogo con El Litoral, Ricardo Méndez, secretario municipal de Servicios Públicos, comentó que «se podría escribir un libro con la historia de todo lo que pasó durante la pandemia», especialmente con el tema de la recolección de los residuos domiciliarios. Al margen del uso del tapabocas y de los guantes, recordó el funcionario, «las primeras medidas fueron totalmente restrictivas».

«Como no se podía andar en las calles, los chicos que trabajan con los residuos tenían que venir con una autorización para poder circular, la que era bastante estricta, a tal punto que muchos de ellos terminaron demorados por la policía», detalló después. Cuando el fenómeno del coronavirus golpeó con fuerzas al personal, prosiguió explicando Méndez, «tuvimos muchos problemas para armar los equipos de tareas, porque hay siete turnos de recolección de mañana y siete de noche».

Primero los secuenciamos, dijo, «porque todas las dotaciones juntas totalizaban veintiún personas, por lo que era imposible tenerlos a todos en el obrador, con uno que estuviera contaminado se infectaban todos». Méndez aclaró que para secuenciar esos siete recorridos los dividieron en dos a la mañana y dos a la tarde. Iban largando de a dos camiones y a la media hora los otros dos. Y dos horas después salían dos camiones y media hora después otros dos. De esa forma, señaló, «fuimos secuenciando las salidas, para que los trabajadores no se junten todos en el obrador».

«También pedimos que se cumpla el resto de las recomendaciones, como el uso del barbijo cuando van en las cabinas, ponerse siempre alcohol y todas las medidas necesarias. Hasta se prohibió tomar mate, para evitar mayores inconvenientes», expresó. «La situación se volvió más compleja cuando llegó con fuerzas el virus por primera vez o hace algunas semanas, que hubo ocho operarios de residuos que se fueron a su casa porque aparentemente había dos positivos y tienen que ser afectadas todas las dotaciones», continuó.

«Se hicieron los hisopados a los casos sospechosos, si daban negativo se liberaba al resto que se retiró a su casa por prevención y después de los días preventivos vuelven», amplió. De los ocho operarios se recuperaron seis, remarcó, los otros dos dieron positivo. «Una jornada se fueron tres pero volvieron esos seis y siempre así… por eso todos los días tenemos una mayor o menor dotación», concluyó.

El servicio de recolección de residuos domiciliarios debió adaptarse a los tiempos que corren, marcados por el brote.Foto: Archivo

EN LOS OBRADORES
La reducción del personal municipal a causa de la pandemia se sintió con mucho rigor en el área de Obras y Servicios Públicos. Así lo corroboró Ricardo Méndez, al remarcar que 90 de los 190 empleados del municipio que fueron aislados como personal de riesgo, es decir casi un 50%, es gente que trabaja en los obradores. A su vez, 480 de los 600 afectados que hubo desde el comienzo del brote (un 80%), que fueron aislados circunstancialmente por contacto estrecho, pertenecen al mismo sector.

«A la mañana te enterás que la dotación no sale»
Ricardo Méndez resaltó que «el servicio de recolección de residuos domiciliarios que se hace diariamente es esencial, no podemos dejar de prestarlo». Si algún día una zona o dos no fueron recolectadas, aclaró el secretario de Servicios Públicos, fue porque se enteraron a las siete de la mañana del problema de la falta de personal, cuando les dijeron «esta dotación no sale». Entonces hubo un barrio que no se hizo, recordó, hasta que pudieron encontrarle una solución a dicho inconveniente.

«Ahora tenemos bastante aceitado el procedimiento, pero al principio tuvimos que adaptarnos. Fue así hasta que empezamos a recurrir a la gente del área de basura general, los que recolectan ramas, yuyos y hojas», aclaró Méndez. «Sacamos personal de ese sector y lo sumamos a residuos, aunque también hay ocasiones en las que, si hace falta, acudimos a Espacios Verdes», amplió. En definitiva, dijo, «complementamos con gente de distintos sectores para poder salir y prestar este servicio».

El permanente cambio en la dotaciones producto de la pandemia, «genera una serie de problemas que hay que ajustar», comentó Méndez. «Hay vecinos que a veces llaman para reclamar que los recolectores pasaron por la zona donde viven pero no le llevaron su basura. Eso tiene que ver con que el conductor y los recolectores habituales conocen bien el recorrido y donde dejan las bolsas algunos vecinos, el personal nuevo no», redondeó.

El desmalezado, otro problema puntual
Durante la época del crecimiento rápido de la maleza, el municipio recibió muchos reclamos por ese tema. Por eso mismo, Ricardo Méndez no dejó de puntualizar los problemas que tuvieron para armar los equipos de operarios destinados al desmalezamiento, «porque no se puede hacer como con los residuos», reemplazarlos por personal de otras áreas. «Ahí no podes poner a cualquiera.

Había quince personas y quedaron tres, una cantidad con la que no se puede hacer prácticamente nada», subrayó. «Eso nos pasó principalmente con las desmalezadoras grandes», con las que cubren las extensiones de terreno y de maleza de considerable dimensiones. «La gente que trabaja con esos equipos es mayor de edad y por la pandemia se tuvo que quedar en su casa, porque son personas de riesgo», señaló.

Entonces, añadió, tuvieron que contratar tractoristas, capacitados para hacer ese trabajo. Algunos son del Ejército y otros privados, dijo. «Todavía están trabajando por la pandemia, ya que la gente del municipio tiene que seguir aislada en su domicilio por una cuestión de salud», acotó.

También tuvimos que contratar personas para manejar los tractores, agregó Méndez, «porque no teníamos dentro del sistema». De igual modo ocurrió con el desmalezado manual, «porque cuando uno de ellos tuvo contacto con alguien con Covid-19, tuvieron que retirarse todos, porque los desmalezadores trabajan en equipo y el contacto entre ellos es permanente». «Ese ha sido uno de los problemas serios que hemos tenido y que nos llevó a contratar gente afuera», finalizó.

Fuente: El Litoral