Se abre la discusión por la conducción del Sindicato de Municipales de Catamarca

Con el actual conductor del SOEM sin posibilidades, se está gestando un grupo que buscará quedarse con la conducción del gremio después de ocho años sin disputa interna.

Con el actual conductor del SOEM sin posibilidades, se está gestando un grupo que buscará quedarse con la conducción del gremio después de ocho años sin disputa interna.

A pocos días de concluir el año, en el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de la Capital las miradas ya están puestas en las elecciones gremiales que se deberían realizar en marzo próximo, con el condimento de que el actual secretario general, Walter Arévalo, está obligado a dar un paso al costado o bajar el perfil, ya que no puede postularse por un nuevo mandato. En este sentido, ya se comenzó a gestar un sector opositor al «arevalismo» dentro del SOEM, encabezada por el dirigente Pedro Garnica.

En los próximos meses se dirimirá la transición en el SOEM de la Capital, en el medio de conflictos de la actual conducción que lo enfrentaron con buena parte de los trabajadores municipales que no adhirieron a los métodos de reclamo por los que optó Arévalo en el último tiempo.

Así, al actual secretario general se le abre un nuevo frente electoral para marzo próximo con un sector de municipales que lo acompañaron durante su primera gestión y que luego mostraron sus diferencias en el último período. Este grupo está encabezado por el dirigente Pedro Garnica, y de hecho ya se realizaron las primeras presentaciones formales ante el Ministerio de Trabajo de la Nación para acceder con lista propia en la elecciones sindicales bajo el nombre de «Agrupación 11 de mayo – Somos Todos Municipales».

Garnica es un dirigente justicialista vinculado al Partido del Trabajo y la Equidad (PARTE), que en las últimas elecciones compitió dentro del Frente de Todos con esquemas propios en Capital, Valle Viejo, Recreo, Santa María y San José de Santa María.

Arévalo no puede competir por un nuevo mandato como secretario general, y en ese sentido trascendió que quienes podrían ocupar ese lugar en la lista oficialista serían Luis Álamo, actual secretario adjunto, o la de Arévalo, Eugenia Varela, quien levantó su perfil en las últimas manifestaciones del sindicato cuando Arévalo se encontró imputado y detenido por supuestas amenazas contra funcionarios municipales.

Sin embargo, también trascendió que Arévalo integraría la lista oficial en un cargo de primera línea, como la Secretaría de Finanzas.

Arévalo llegó al SOEM en 2014 luego de que el gremio fuera intervenido y Francisco ‘Alo’ Barros fuera desplazado de su conducción. Llegó alentado por el municipio que por entonces conducía Raúl Jalil, y una vez que se consagró en unas elecciones ajustadas debió hacer frente a las demandas y los problemas económicos en los que se encontraba el sindicato.

Sin embargo, fue con la ayuda celestial de la Municipalidad de la Capital que el SOEM logró evitar la quiebra, ya que durante la primera gestión de Arévalo se le reconocieron aportes que habían dejado de percibir en la gestión de Ricardo Guzmán, se les entregaron subsidios millonarios para cubrir los rojos financieros y en una última etapa se le facilitó un préstamo de la Caja de Créditos Municipal para cubrir los pagos de los acreedores con los que no pudo pactar.

En agosto de 2017, Arévalo convocó a una asamblea del SOEM y allí modificó el Estatuto del sindicato para impedir las reelecciones indefinidas, con lo que un secretario general puede aspirar a solo una reelección. Además, quedó establecido que para volver a modificar ese artículo debe convocarse a una asamblea en la que estén presentes al menos dos tercios (2/3) de los afiliados: hoy son cerca de 2.000 municipales.

En 2018 el secretario general se presentó a la reelección con una lista única y en el acto de votación participó solo el 45% del padrón habilitado por entonces.

Este 2021 Arévalo se presentó como candidato a concejal por la Capital encabezando la lista del Frente Amplio Catamarqueño, pero sus aspiraciones quedaron muy lejos de ser satisfechas. Incluso una semana antes de las elecciones generales de noviembre Arévalo fue detenido al ser encontrado en estado de ebriedad a bordo de su vehículo, y producto de este episodio terminó enfrentado con los dirigentes del propio espacio político al que había adherido: pidieron públicamente que renunciara a la candidatura, cosa que finalmente no hizo.

Fuente: El Ancasti