Se cayeron varios puentes y Tucumán quedó prácticamente aislado
12/03/2015 CONTINGENCIASLa provincia quedó prácticamente aislada y unas 8.000 personas seguían evacuadas. Se denunció la avería de un mineraloducto procedente de Catamarca. El corte más grave era el que se generó en la ruta 301, en el puente de pavimento sobre el río Lules y el viejo puente ferroviario.
Nueve puentes colapsaron en menos de 72 horas en Tucumán tras las nuevas lluvias torrenciales y el desborde de ríos y canales, por lo que la provincia quedó prácticamente aislada y unas 8 mil personas seguían evacuadas.
Las averías se produjeron en rutas secundarias que deben ser mantenidas por el gobierno provincial y en momentos en que rige la emergencia social, hídrico y comunitaria por las inundaciones.
La fuerza del agua arrastró en la mañana de ayer el paso sobre el río Zerda en la ruta 307, mientras el río Lules derrumbó parte del cruce sobre la ruta 301 y el antiguo puente ferroviario, y el río Caspinchango deterioró las bases del puente que lo cruza sobre la ruta 324.
En las últimas horas, la crecida del río Jaya también se llevó el puente del Parque Nacional Campo de Los Alisos y en La Sala, otros dos no soportaron la fuerza del agua.
Las primeras estructuras que cedieron este fin de semana fueron las ubicadas sobre el río La Sala (ruta 305), que une El Sunchal con Villa Padre Monti y Río Nio, y el terraplén de acceso al puente sobre el río Calera (ruta 321).
A raíz del colapso de los dos puentes sobre el río Lules, quedó interrumpido el tránsito entre la capital tucumana y el municipio de Lules, a 20 kilómetros al este, donde debieron ser evacuadas unas 20 familias del barrio 2 de Abril. La caída de árboles y la destrucción del pavimento obligó a interrumpir el tránsito vehicular en otras rutas, como la que lleva al cerro San Javier, en tanto están cortadas numerosas calles en zonas urbanas.
Por su parte, vecinos de la localidad tucumana de Ranchillos advirtieron ayer que la situación puede complicarse aún más si se confirma la ruptura del mineraloducto que transporta la extracción de metales que se realiza en el emprendimiento Bajo la Alumbrera, de la vecina provincia de Catamarca.
Los pobladores expresaron su temor por una posible contaminación ambiental en el sur tucumano.
El conducto que llega hasta Ranchillos es un ducto subterráneo de 316 kilómetros de extensión, construido en polietileno de alta densidad, que al parecer sufrió una rotura cerca de la ciudad tucumana de Concepción a causa de la presión del río Cochuna.
El desborde del río Medinas inundó prácticamente toda la localidad de Monteagudo, donde viven 1.500 personas, mientras que la creciente del río Seco anegó las comunas rurales de La Tuna y Santa Cruz, donde unas 250 familias fueron evacuadas.
Fuentes extraoficiales estimaron que son unas 8.000 las personas evacuadas en todo el territorio provincial, entre las que abandonaron sus hogares por sus propios medios y las que son asistidos por el gobierno provincial.
En tanto, el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, visitó zonas afectadas por el temporal y advirtió sobre la situación apremiante que viven los vecinos damnificados, por lo que convocó a la solidaridad y denunció la falta de obras de infraestructura.
«Los municipios y el gobierno provincial tienen que tomar medidas», reclamó y estimó que la situación «tiene que servir para repensar todo el sistema hídrico de la provincia».
«La provincia está prácticamente aislada», evaluó Zecca. Ayer, el gobernador de Tucumán, José Alperovich, aseguró que «han funcionado» las obras hídricas para evitar inundaciones, pese a que media provincia está anegada.
El gobernador señaló: “Hoy quiero que la gente sufra lo menos posible, vamos a solucionarle sus problemas. Los daños económicos los veremos después. No tengan dudas que los vamos a resolver porque dimos la vida por Tucumán y vamos a seguir estando bien. Hay que trabajar y ocuparse del tema como venimos haciendo. Estamos atacando lo que se puede atacar y estamos atendiendo primero las urgencias”. Al finalizar le pidió a delegados e intendentes que estén a la par de la gente, que no la dejen sola, que pongan la cara y que trabaje todo el mundo. “Esa es la orden que acabo de bajar. Entre todos juntos vamos a salir adelante”.