Silencio atroz: Granados se borró del conflicto de Cresta Roja que puede dejar 500 despidos

A diferencia de sus pares, incluso los de Cambiemos, el intendente de Ezeiza es el gran ausente en el conflicto de Cresta Roja, que impacta fuerte en su distrito. Los acuerdos con Vidal y su equilibrio dentro del PJ.

A diferencia de sus pares, incluso los de Cambiemos, el intendente de Ezeiza es el gran ausente en el conflicto de Cresta Roja, que impacta fuerte en su distrito. Los acuerdos con Vidal y su equilibrio dentro del PJ.

Con el comienzo de la semana, el conflicto por la avícola Cresta Roja, que puede sembrar hasta 500 despidos en Ezeiza y Esteban Echeverría, recrudeció y volvieron los cortes sobre la estratégica Ruta 205, a la altura de la 5ta avenida del municipio que gobierna Alejandro Granados, en medio de un clima tenso por la posibilidad cierta de que haya represión por parte de las fuerzas de seguridad.

El de Cresta Roja es un conflicto que, desde su última escalada, lleva más de una semana sin solución. Los trabajadores temen por el cierre y ni Nación ni Provincia atinan a dar soluciones. Lo más notable es, sin embargo, el silencio del intendente local, Alejandro Granados, que hasta ahora no dijo esta boca es mía.

Trascendió el último viernes que había logrado una “tregua” durante el fin de semana a partir de una comunicación con los empresarios dueños de la firma. No consiguió más que eso: acaso un poco de tranquilidad vehicular, porque hoy volvieron las protestas a las rutas.

A Granados, el equilibrista, no se le conocen declaraciones públicas acerca del conflicto, ni intervenciones o reclamos ante un Gobierno con el que se lleva más que bien. Su posición es distinta a la que asumieron, a su turno, cada uno de los intendentes peronistas que tuvieron que lidiar con el cierre de fuentes de trabajo.

El caso paradigmático es el del intendente de Roque Pérez, Juan Carlos Gasparini, que incluso convalesciente sigue minuto a minuto el desarrollo de las negociaciones por la falta de pago a los trabajadores de CRIAVE, que puede dejar a uno de cada tres habitantes del distrito sin sustento económico.

Pero hay otros, como Ramón Canosa, de Las Flores, que a pesar de ser de Cambiemos no tuvo empacho en cuestionar a viva voz la política económica del Gobierno cuando vio peligrar las fuentes de trabajo en el polo textil que funciona en su municipio. Incluso Hernán Bertellys se animó a hablar cuando Macri decretó el cierre de FANAZUL y dejó a 250 trabajadores de Fabricaciones Militares en la calle.

Granados, que cultiva una relación más que cercana con María Eugenia Vidal –como supo tenerla con Carlos Menem, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner- prefiere el ostracismo y las gestiones invisibles. Acaso tenga que ver con que no tiene aspiraciones electorales para 2019. Tal vez, tras 23 años de gobierno, sencillamente le de lo mismo.

Fuente: InfoCielo