Sospechas y aprietes detrás de la millonaria obra de un hospital de General Rodríguez

El intendente de General Rodríguez impulsa la construcción de un hospital odontológico, oftalmológico y de medicina legal por 20 millones. Pero el proceso licitatorio estaría tan flojo de papeles

El intendente de General Rodríguez impulsa la construcción de un hospital odontológico, oftalmológico y de medicina legal por 20 millones. Pero el proceso licitatorio estaría tan flojo de papeles, que con una simple búsqueda de google, un vecino destapó varias irregularidades.

El intendente de General Rodríguez, Darío Kubar, que tiene el triste récord de haberse puesto la camiseta del kirchnerismo, del massismo y del PRO en el lapso de dos años, quiere construir un hospital odontológico y oftalmológico siguiendo el modelo de su padrino político, Jesús Cariglino. Sin embargo, a las objeciones opositoras -¿por qué no poner en condiciones el hospital Vicente López y Planes?- se suman algunas irregularidades difíciles de explicar.

La propuesta para crear el nuevo hospital llegó de la mano de Carlos Mateu, a quien se conoce en el distrito como “un empresario” de la Salud que llegó con la premisa de descomprimir la atención en el hospital local. “Él trae el convenio para construir dos hospitales, que ya se construyeron antes en Malvinas y en Pilar”, relató a INFOCIELO una fuente de la oposición. “Tiene todo articulado: la generación de los fondos, el proyecto; el intendente compra el paquete”, agregó.

En las últimas semanas, un vecino del partido, Ricardo Rey, googleó los nombres de los expedientes de las licitaciones y encontró datos preocupantes: dos de las cuatro empresas que pujaban por la obra, que tiene un presupuesto de 20 millones, compartían domicilio.

En efecto, RM obras civiles SRL tenía como domicilio fiscal la misma propiedad que South Construcciones SRL declaraba como domicilio Civil. Pero hubo más: el propio Rey constató que en esa propiedad habitaba un hombre de 62 años y su padre de 99, según indicó al portal La Posta. En esa instancia, empezó a sospechar que se trataba de un “prestanombres”, habida cuenta de que detectó que más firmas declaraban estar radicadas en el departamento 5, primer piso, del vetusto edificio de Juan B. Justo 6672.

No fue lo único que preocupó a los vecinos de Rodríguez. A otras dos firmas interesadas en la obra, la comuna les negó una prórroga en el plazo para presentar sus propuestas. A la postre, South SRL quedó fuera de competencia por la falta de un certificado técnico. Sólo RM Obras Civiles quedó en la grilla de largada y el Concejo debió resolver, por falta de competencia, con la anuencia del massismo y la insuficiente oposición del FpV, aprobar la adjudicación a esa firma.

La sesión tuvo un tratamiento exprés. El propio alcalde reconoció en una entrevista que “el proyecto de adjudicación ingresó un miércoles y el jueves se aprobó”. Y explicó las razones del apuro: “No podíamos correr el riesgo de que en un nuevo llamado quede desierta la licitación (…) necesitamos que de ese fondo de infraestructura, habiendo avanzado la primera parte, nos llegue el segundo desembolso en septiembre”. ¿Cómo habría de quedar desierta si dos empresas interesadas no habían logrado presentarse a tiempo? Raro. Además, según distintos testimonios, el avance de obra es tan lento que en septiembre había apenas dos containers del obrador instalados en el lugar.

En busca de explicaciones, Rey pidió informes al Municipio y al Concejo. Entre otras cuestiones, quiso saber cuáles eran las otras dos firmas que habían pedido prórrogas, por qué no se las habían concedido. Como no los obtuvo, buscó acceder a la banca participativa, donde fue persuadido por un comentario “inoportuno” del exsenador Santiago Nino, secretario del Gabinete municipal. Al regreso a su hogar, notó movimientos extraños en la puerta de su casa: una cuadrilla municipal le cortó los cables al farol municipal y dejó la puerta de su casa sin luz. ¿Un mensaje mafioso? Rey no lo sabe explicar.

Los pedidos de informes de la oposición se acumulan en el despacho de Kubar, un hombre no muy afecto a la transparencia. Para muestra, un botón: el boletín oficial, que de acuerdo a la ley orgánica se debe actualizar mensualmente, no publica una ordenanza desde abril.

Fuente: InfoCielo