Tacuil busca cambiar su realidad, marcada por la necesidad y el olvido

Las viviendas del pueblo vallisto carecen de servicios básicos.

Las viviendas del pueblo vallisto carecen de servicios básicos.

Sus habitantes viven prácticamente aislados y sin los servicios básicos de agua potable, comunicación y electricidad. Jóvenes solidarios quieren recaudar fondos para ayudar al puesto sanitario y a la escuela local, entre otras acciones.

Los salteños están trabajando para ayudar a Tacuil, un pequeño pueblo de Molinos escondido en la inmensidad montañosa de los Valles Calchaquíes.

La campaña «Ayudemos a Tacuil», lanzada hace unas semanas, es motorizada por un grupo de jóvenes solidarios que emigraron hace años y que buscan cambiar la realidad de todo un pueblo, cuyos habitantes viven casi aislados y sin los servicios básicos de agua potable y electricidad. Sus necesidades parecen haber quedado postergadas en el tiempo.

Las maneras de colaborar son mediante la compra de un bono contribución que se ofrece telefónicamente o bien con la donación de materiales didácticos, libros, ropa, alimentos, materiales de construcción, chapas, muebles o equipos técnicos tales como grupo electrógenos, cocinas, garrafas, entre otros.

Un especial pedido por el calzado, que les dura muy poco a los chicos debido a la aridez de la zona.

«Me crié en Santa Fe, pero mi familia es de Tacuil. Sé de las necesidades de la gente, están muy postergados, por eso decidimos actuar junto a otros jóvenes que también emigraron», dijo Karina Strumia, una de las organizadoras de la campaña.

Priorizar la salud

Uno de los objetivos puntuales es ayudar al puesto sanitario de Tacuil. «A la sala de primeros auxilios le faltan insumos como gasas, remedios, jeringas, nebulizadores, tubos de oxígeno, medicamentos, antibióticos,algodón, alcohol. Los pedidos que se realizan al Ministerio de Salud tardan un mes o más en llegar», contó Karina.

Agregó que el lugar no cuenta con un médico clínico permanente. «Hay un solo enfermero que trabaja de lunes a lunes y un médico que va una vez por semana y a veces cada 15 días», señaló.

Karina destacó también que cuando se debe derivar a un paciente a Molinos, es el enfermero local quien lo traslada en su auto particular.

Incomunicados

En la zona no hay señal de telefonía celular. El único equipo de radiofrecuencia del puesto sanitario era su nexo con el mundo, pero éste se averió y quedaron incomunicados.

«La gente no puede mandar mensajes en caso de necesitar ambulancias, por ejemplo. Solo se informan a través de la radio de Molinos», dijo Karina.

Aquellos interesados en conocer o acercar su colaboración lo pueden hacer a través del Facebook Todos por Tacuil o al 4980708.

Plantear soluciones de fondo

Tacuil está ubicado a 40 km de Molinos. Allí habitan unas 50 familias sin los servicios de agua potable, electricidad ni comunicación.

Las casas son de adobe con pisos de tierra. No cuentan con cloacas, solo letrinas.

Para llegar al poblado hay que recorrer escarpados caminos que demandan entre dos y tres horas de viaje valle adentro desde Molinos.

Muchos emigran para cambiar su realidad.

Con la campaña se busca implementar varios proyectos que apuntan a mejorar la calidad de vida de los habitantes de Tacuil.

Potenciar la educación

La apertura de un taller de oficios en la escuela Juan Calchaquí es otro de los proyectos para evitar la migración a los centros urbanos. Los jóvenes planean presentarlo en la Cámara de Diputados. «Queremos enseñar oficios para que hombres y mujeres puedan trabajar y no tengan que irse de Tacuil», dijeron.

Fuente: El Tribuno, Salta