Trabajo: por la crisis, 25% de los mendocinos está sobreocupado

Se trata de quienes trabajan más de 45 horas por semana, tanto en blanco en el sector privado como en la informalidad.

Se trata de quienes trabajan más de 45 horas por semana, tanto en blanco en el sector privado como en la informalidad.

Unos 114.432 mendocinos trabajan más de 45 horas semanales y caen en la sobreocupación horaria, mientras que otras 109 mil personas tienen empleo pero buscan otro.

Los datos se desprenden del informe de Mercado de Trabajo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y si bien implica una disminución respecto de la medición anterior (alrededor de 117.000 sobreocupados), si se observa la cantidad de personas “ocupadas demandantes de empleo”, se produjo un aumento de un año a otro.

Según los economistas, la crisis económica que atraviesa el país, y que se profundizó con las devaluaciones de 2018 y 2019, cada vez se necesitan más ingresos dentro de una misma familia, lo que implica que quienes tienen trabajo buscan un segundo sueldo o bien se suman personas del mismo grupo familiar al mercado laboral.

En detalle
Al tercer trimestre de 2019, el organismo nacional registró un total de 489 mil personas económicamente activas en el Gran Mendoza, 447 mil con empleos y 42.000 desocupados. Entre los ocupados 109 mil demandan un segundo empleo y 78 mil trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y desean trabajar más horas, es decir que están subocupados.

En la comparación con el último dato conocido de 2018 (cuarto trimestre) se observa que se marcó un incremento de 7% en la población total relevada en el Gran Mendoza, de manera que las 86 mil personas demandantes de empleo en 2019 podrían proyectarse a 92 mil este año, lo que significa que se sumaron cerca de 17 mil personas a la búsqueda laboral pese a contar con un empleo.

En tanto que desde 2016 hasta la fecha creció en 122% la cantidad de personas ocupadas demandantes de empleo. Con la misma proyección, tomando la población actual, en tres años se sumaron casi 60 mil personas ocupadas a la búsqueda de empleo.

La tendencia
Según el economista José Vargas, titular de Evaluecon, tanto el aumento de la sobreocupación como de los ocupados demandantes de empleo son tendencias creciente. “Mucho más preocupante se volvió la situación de los últimos dos años, y tiene que ver fundamentalmente con el hecho de que con un salario no alcanza para cubrir las necesidades básicas. Lo que se hace es buscar más horas de trabajo, quizás algo informal o ‘changa’ que se suma al formal, incluso en casas en donde ya hay dos salarios”, explicó.

“Hoy, según datos del Indec, la canasta básica está a 38 mil pesos y en Mendoza a unos 33 mil pesos, y cuando el salario promedio está por debajo seguramente se necesitan salarios adicionales”, agregó.

El economista señaló que seguramente la tendencia se profundice este año, “porque no van a existir cláusulas gatillo, ni grandes reacomodamientos salariales, y con una tasa de inflación proyectada en 40%, el salario real seguirá perdiendo”. “En este contexto, la sobreocupación en Mendoza va a seguir creciendo y el trabajo informal, que es uno de los talones de Aquiles de cualquier sistema económico y que en Argentina está cerca del 35%, probablemente se profundice y tengamos datos cerca del 40%, 43%”, estimó Vargas.

Daniel Garro, de Value International Group, coincidió que la situación económica del país impulsa a la gente a seguir buscando segundos empleos. “Se han ido incorporando personas en las familias al mercado laboral, con un ingreso no es suficiente y se vuelve necesario complementarlo con otro empleo, sobre todo en las escalas medias y bajas, en donde más se nota la tasa de sobreocupación”.

“Alguien con un negocio en su casa busca que lo atienda su hijo. Está claro que la búsqueda de más ingresos responde a que el dinero no alcanza, y con el paso de los años se ha agravado el proceso. La constante recesión, y estanflación generan esa inercia para lograr cerrar las cuentas”, dijo.
Caída del salario real
Durante 2019 los salarios del sector privado perdieron un 7,8% de su poder de compra.

El resultado fue publicado por Gestión Consultores y se trata del segundo año seguido de contracción real.

Según el estudio, en 2017 el ajuste anual de los salarios fue del 25% y la inflación se mantuvo en el mismo nivel, en 2018 la inflación anual alcanzó el 47,6% y los salarios se actualizaron sólo en un 34% (se perdieron 13,6 puntos de poder adquisitivo), y en 2019 la relación fue de 53,8% de inflación con un ajuste promedio del 46% en los ingresos del sector.

En tanto, la inflación en 2016 alcanzó el 40% y los salarios se incrementaron un 35%, año en que los ocupados demandantes de empleo se encontraban en los niveles más bajos de la gestión Macri (alrededor de 49 mil personas).

La economista Paula Pía Ariet, de Gestión Consultores marcó una relación directa entre el aumento de la demanda de empleo por parte de los desocupados con la caída del salario real. “Mientras más años consecutivos hay de pérdida de poder adquisitivo más gente entra al sistema, o necesita mayor cantidad de horas”, explicó.

Es que en Mendoza, el último dato publicado por el ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación muestra que los salarios netos alcanzaron a septiembre de 2019 los $31.539 netos, valor que según el economista Jorge Day se puede actualizar a diciembre en aproximadamente $34.188.

Mientras que la canasta básica alimentaria para Mendoza, que incluye todos los bienes y servicios que satisfacen las necesidades de una familia (compuesta por un varón de 34 años, una mujer de 31 y dos hijos, una niña de 8 y un niño de 5 años), pasó a costar $33.263,31, a penas por encima del salario promedio. Así, si se incluyeran más integrantes a una misma familia, o se quisiera pagar servicios no considerados “básicos”, con un salario promedio no bastaría.

Fuente: Los Andes