Un desarrollo científico local permite medir la inteligencia ambiental de los barrios de Santa Fe
El modelo tiene en cuenta la calidad del espacio público, infraestructura, servicios, equipamientos, ambiente social, comercios, confort, percepción y valoración social, entre muchos otros factores.
23/06/2025 MUNICIPIOSEl modelo tiene en cuenta la calidad del espacio público, infraestructura, servicios, equipamientos, ambiente social, comercios, confort, percepción y valoración social, entre muchos otros factores. La primera prueba fue en B° Fomento 9 de Julio. “Puede ser utilizado por los gobiernos locales para desarrollar políticas públicas”, destacó el director del proyecto, Marcelo Zárate (UNL).
Científicos locales crearon un modelo que evalúa la inteligencia ambiental de los lugares. Y el primer barrio sobre el que lo aplicaron para su prueba fue Fomento 9 de Julio. Allí evaluaron tres grandes áreas: social, simbólica y física. Se trata de un modelo socio-técnico que integra la evaluación técnica de factores físicos, sociales y simbólicos con la percepción y valoración social de los habitantes. Todo volcado a un original sistema informático basado en inteligencia artificial -crearon el software Interfases-, a través del cual se obtienen las conclusiones y resultados.
“Lo que se pretende es brindar una herramienta para una construcción social del conocimiento y de políticas públicas desde los propios barrios, a partir de reconocer la identidad que tienen los vecinos, porque son ellos quienes brindan los datos clave a partir de los cuales se deben construir políticas urbanas”, dice Marcelo Zárate, docente e investigador de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU-UNL), quien dirige el proyecto de investigación que está ya en su etapa final. Es decir que “en última instancia, este tipo de herramientas busca empoderar al ciudadano”, agrega el responsable del equipo de investigación de URBAM (Urbanismo Ambiental).
El modelo asume que un lugar con mayor nivel de inteligencia sería un barrio con una buena calidad del hábitat, buen ambiente social y una satisfacción residencial aceptable. Por el contrario, un lugar con bajo nivel de inteligencia ambiental sería un barrio con hábitat deficiente, un ambiente social con cierto nivel de conflicto y habitantes con bajo nivel de satisfacción residencial.
Este proyecto enmarcado desde 2021 en el Programa de Investigación y Desarrollo Orientado a Problemas Sociales y Productivos, que financia por completo la Universidad Nacional del Litoral (UNL), finaliza este año. “Estamos en una fase de evolución del proyecto que nos ha permitido concebir una estrategia muy potente para intervenir en las ciudades a través del urbanismo sin caer en reduccionismos”, destaca Zárate. Esto sirve para “tener una buena lectura capaz de identificar factores estratégicos que hacen a la calidad de un medio urbano (lugar)”.
Fomento 9 de Julio
Enclavado entre las viejas vías ferroviarias y surcado por las avenidas Aristóbulo del Valle y Facundo Zuviría, Fomento 9 de Julio nació sobre “las quintas de Iriondo”, de los Oser y el francés Courault. Su transformación definitiva comenzó en 1930, cuando se loteó el terreno con financiamiento a diez años (30 pesos mensuales), y ese mismo 12 de junio se fundó la Sociedad de Fomento —hoy Asociación Vecinal— impulsada por Juan Courault y vecinos albañiles, quienes el mismo año levantaron el emblemático edificio vecinal que aún hoy es orgullo local.
En 1935 llegaron los servicios de agua y luz, y para 1945 el barrio estaba completamente poblado gracias a los créditos del Banco Hipotecario. Con calles anchas, árboles frondosos y escenas cotidianas de bicicletas y charla de vecinas, su fisonomía conserva ese espíritu de comunidad.
Hoy, más allá de los desafíos urbanos —servicios incompletos en su zona oeste y episodios de inseguridad—, Fomento 9 de Julio sigue siendo un barrio vibrante, con identidad propia y compromiso vecinal.
“Tomamos el barrio como un caso piloto”, dice Zárate. “Como es el barrio a donde vivo lo conozco muy bien. Además, desde la Universidad venimos haciendo investigaciones previas en el barrio y tenemos vínculo con las instituciones”, cuenta y dice que Fomento “tiene una situación intermedia entre lo que es el centro y el área pericentral. Esto nos permite acceder a información que en otros barrios sería más complicado”.
La inteligencia de un barrio
“El resultado del estudio nos arrojó un nivel de inteligencia medio alto, acorde a la realidad del barrio”, dice el experto. “De una escala de 1 a 7, en la que el 4 es el nivel promedio, nos dio 5”.
-¿Cómo se mide la inteligencia de un barrio?
-Esto tiene que ver con cómo se organizan los sistemas complejos adaptativos. El mejor ejemplo de esto somos nosotros, los seres vivientes. Somos sistemas de alto nivel de complejidad que para poder vivir e interactuar con el medio estamos organizados. Para ello todos los elementos que nos componen -orgánicos, psíquicos, físicos- tienen que estar coordinados de manera eficiente para vincularse con el medio, interactuar y vivir.
Al aplicar esta analogía a una ciudad, vista como un sistema complejo adaptativo, analizamos todos estos factores que nosotros agrupamos en 30, distribuidos en distintos “paquetes”, por así decirlo, más otros factores que denominamos compuestos, y que tiene que ver con el confort, la accesibilidad y el valor hedónico del lugar. Están todos interrelacionados en interacción, a partir de sus propiedades y comportamiento. Así emerge un orden, que es lo que lo caracteriza: orden o caos.
-Uno de los principales problemas de Fomento, según los vecinos, es la inseguridad ¿cómo lo evalúan?
-Ese es uno de los factores analizados y tiene que ver con el ambiente social. Estudiamos el tipo de convivencia, organización institucional de los vecinos y el modo de interacción en el espacio público, entre otras cosas. En el caso de Fomento es uno de los factores que nos tira abajo el promedio de inteligencia ambiental del barrio, pero es compensado por otros. Además, está tipificado según la zona del barrio que se analice. Y sabemos cómo impacta en el resto del barrio.
-¿Puede un gobierno local utilizar toda esta información para desarrollar políticas públicas?
-Ese es nuestro principal objetivo. Queremos que sea una herramienta para orientar las políticas públicas.
-¿Pretenden firmar convenios con el Estado?
-Nuestro deseo es que se convierta en una herramienta útil para un gobierno local. Ello ya no depende de nosotros, es una decisión política de cada gobierno. Esta es una herramienta muy potente.
La imagen de archivo es de una protesta de vecinos de Fomento por la inseguridad. Flavio Raina
Contacto
Además de Zárate, integran el equipo de investigación el Ing. Horacio Loyarte y los arquitectos María Victoria Paredes y Fernán Crovella. A ellos se suman los estudiantes de Informática Leonardo Caseda, Lautaro Rodríguez, Ezequiel Lazarte y Francisco Waters. Los investigadores ofrecen una vía de comunicación para que quienes pretendan conocer más sobre el tema puedan contactarlos: urbam@hotmail.com