Un nuevo hito en su largo camino

Nació en una humilde familia del nordeste brasileño y llegó a presidente. De ahí alcanzó la fama internacional como víctima del lawfare.

Nació en una humilde familia del nordeste brasileño y llegó a presidente. De ahí alcanzó la fama internacional como víctima del lawfare.

La sentencia dictada ayer por el Supremo Tribunal Federal de Brasil marca una nueva fecha clave en la vida del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

27 octubre de 1945: Nace en el seno de una familia de agricultores pobres del nordeste brasileño. Emigran a San Pablo cuando él tenía 7 años al estado de Sao Paulo para escapar de la hambruna.

1975: Es elegido presidente del sindicato de metalúrgicos, sector donde trabajaba desde los 14 años.

1978-80: Lidera las grandes huelgas en los suburbios industriales, en plena dictadura (1964-1985). Es encarcelado un mes por su papel en el conflicto.

1980: Participa en la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) y es uno de los creadores de la Central Única de Trabajadores, que se convierte en la mayor federación obrera de Brasil.

1 de enero de 2003: Se convierte en el primer presidente brasileño de origen obrero. Es reelecto en 2006.

2005: Decapita a la dirección del PT después de los escándalos de corrupción del “Mensalao” (pago de sobornos a legisladores a cambio de apoyo político).

2010: Termina su mandato con el 83 por ciento de aprobación. Gracias a sus programas sociales, 29 millones de brasileños salieron de la miseria, a pesar de que el país sigue siendo muy desigual.

4 de marzo de 2016: El juez Sergio Moro ordena llevar a Lula a prestar declaración forzada, en el marco de la investigación Lava Jato sobre un esquema de corrupción en Petrobras.

17 de marzo de 2016: Otro juez suspende su nombramiento como principal ministro del gobierno de Dilma Rousseff, bajo el pretexto de que la designación solo buscaba protegerlo de la justicia ordinaria.

12 julio de 2017: Moro lo condena sin pruebas a nueve años y medio de prisión por corrupción pasiva y blanqueo de dinero, como supuesto beneficiario de un departamento en el balneario paulista de Guarujá ofrecido por la constructora OAS a cambio de su mediación para obtener contratos en Petrobras.

Enero de 2018: Un tribunal de segunda instancia eleva la pena a 12 años y un mes de reclusión.

7 de abril de 2018: Lula se entrega a la policía en medio de un masivo apoyo popular a las afueras del Sindicato de los Metalúrgicos de San Bernardo do Campo (cinturón industrial de San Paulo).

31 de agosto 2018: El Tribunal Superior Electoral invalida su candidatura para las presidenciales de octubre.

6 de febrero: La jueza Gabriela Hardt -sustituta de Moro, nombrado ministro de Justicia del mandatario ultraderchista Jair Bolsonaro- lo condena en primera instancia a 12 años y 11 meses prisión por supuesta corrupción y lavado de dinero, al considerar que se benefició de reformas en una hacienda en Atibaia (interior de San Paulo) ofrecidas por constructoras a cambio de contratos en Petrobras.

23 de abril: El Superior Tribunal de Justicia reduce la condena de Lula en el caso de Guarujá de 12 años y un mes a 8 años y 10 meses de cárcel. Ese fallo abre la perspectiva de que Lula pueda beneficiarse en octubre de un régimen de reclusión semiabierto.

Fuente: Página 12