Una encuesta revela que los rosarinos dejan el colectivo y se mueven en bicicleta o caminando

Un informe elaborado por el Instituto de Estudios del Transporte de la UNR indica que el traslado peatonal al trabajo subió un 42%, y en bici un 23%

Un informe elaborado por el Instituto de Estudios del Transporte de la UNR indica que el traslado peatonal al trabajo subió un 42%, y en bici un 23%

Una encuesta sobre más de 700 casos elaborada por el Instituto de Estudios del Transporte de la UNR analizó los cambios de la movilidad en pandemia en Rosario en comparación con la prepandemia. La mayoría de los rosarinos dejó de usar el colectivo y volvería solo si se desinfecta más y mejora la frecuencia. Hoy, los medios de traslado más activos son la caminata y la bicicleta. La primera subió un 42 por ciento entre quienes van a trabajar y el uso de la bicicleta subió un 25 por ciento promedio en todas las actividades que motivan su uso. El auto particular también manifestó un incremento, llegando a valores por encima de los números previos a marzo.
La Capital accedió a la encuesta para conocer los patrones de movilidad que se vieron afectados por el Covid-19 en Rosario, y los cambios que se produjeron en pandemia.

La consulta virtual sobre unos 700 casos, fue elaborada por el Instituto de Estudios de Transporte de la Facultad de Ciencias Exactas Ingeniería y Agrimensura de la UNR a cargo de María Laura Pagani y la ex titular del Ente de la Movilidad y secretaria académica de Ingeniería Civil, Mónica Alvarado, el Instituto de Movilidad de Sevilla y la Usina Social.

El miedo a las condiciones sanitarias en el uso del colectivo, contracción de la oferta (en función del nuevo escenario de aislamiento y distanciamiento), sumado a la medida de fuerza que realizaron los choferes (83 días de paro en 2020), crearon condiciones para que muchos abandonen su uso.

No obstante, la directora del Instituto de Estudios de Transporte dijo que existen estudios que han demostrado que el uso del transporte público no es un agente de contagio más riesgoso que otras actividades y que tomando las medidas sanitarias regulares no presenta mayor riesgo, pero esta estigmatización, los días sin servicio por reclamos salariales de los trabajadores, más una oferta, que los encuestados, consideran insuficiente en cuanto a frecuencia y proximidad, ha llevado a que el servicio se pierda un alto porcentaje de sus usuarios. De 450 mil viajes diarios en marzo a unos 129 mil en la actualidad.

Para las especialistas, es muy importante pensar estrategias que hagan que el pasajero vuelva y consideraron que las primeras medidas que se tomaron al inicio de la pandemia, limitando su uso al personal esencial, generaron desconfianza en el resto de los usuarios.

“El transporte público es uno de los ejes estructurantes de la ciudad, no hay movilidad sostenible que no tenga un sistema público de movilidad y se debe generar políticas para que la gente deje el auto particular y vuelva al colectivo” subrayó Alvarado.

“Cuando hablamos de la movilidad sostenible, apoyamos los modos activos como caminar o usar bicicleta, pero tenemos que tener en cuenta que hay situaciones en la que no son aplicables porque son grandes distancias o por imposibilidades físicas, por lo que es necesario el transporte público de colectivo” puso énfasis Pagani.

Caminata y bicicleta
“La bicicleta y el traslado a pie crecieron muchísimo, y son datos más que interesantes porque nos permite pensar medidas a futuro que ayuden a potenciar estos modos de transporte”, destaca Alvarado.

La docente destaca que el uso del vehículo particular se mantuvo e incluso sufrió un incremento, lo que consideró “preocupante”.

Así lo reflejan los indicadores de movilidad que publicó la Intendencia a través del Ente.

En la última semana de diciembre el tránsito, que tomó como referencia el 19 de marzo el inicio del análisis con el 100 por ciento, superó la marca y se ubicó en un 106 por ciento.

Es más. Según el estudio, una minoría de quienes respondieron la encuesta (menos del 30 por ciento, consideran que se deberían tomar medidas para restringir el uso del vehículo individual, aunque más de la mitad se mostró de acuerdo con utilizar alternativas de transporte más sustentables a las que usaba habitualmente (un 52 por ciento) y a elegir opción de movilidad compartida si esta existiese (50 por ciento de los encuestados).

En auto
“La mayoría de los rosarinos apoyarían medidas ambientalmente amigables pero no sin resignar el uso del vehículo particular, lo que demuestra que aún no hay conciencia de que el automóvil es uno de los principales agentes de contaminación ambiental, de congestión de tránsito y de siniestralidad vial, el uso del vehículo particular tiene muchas externalidades negativas que todavía no terminamos de visualizar” aclaró Pagani.

Por otro lado, el estudio demuestra que existen diferencias entre las distintas zonas de la ciudad, por un lado el centro, donde por su densidad y concentración de destinos pudo generar una dinámica de proximidad, con la adopción de medios de transportes más activos y una reducción de las distancias, situación que no se repite en otros sectores de Rosario.

En este sentido, desde la Usina Social se señaló que: “una realidad y un gran desafío, que se desprende del análisis de la información de la encuesta, es este desequilibrio que existe entre los diferentes distritos, es algo a trabajar en término de políticas públicas para poder lograr un mayor equilibrio en este sentido”.

A diferencia de lo que muchos piensan para la ex funcionaria del Ejecutivo, “la movilidad o el transporte es una actividad derivada. Uno se mueve para hacer algo, son esas actividades las que hay que pensar más descentralizadamente, si bien hay acciones en este sentido, hay que lograr que esa cercanía que se ve en el distrito Centro pueda replicarse en toda la ciudad”, indicó Alvarado.

Sucios y de poca frecuencia
Para este estudio se realizaron más de 760 encuestas donde el perfil muestra una mayor proporción de mujeres y un rango de edades que van entre los 30 y 49 años. La mayoría realiza sus actividades en relación de dependencia y en mayor medida lo hace en forma presencial.

En este caso se visualiza una disminución importante de los trayectos diarios contrayendo la demanda de movilidad en los diversos modos. El 65 por ciento de los encuestados informó que abandonó el sistema de transporte por miedo al contagio y por oferta insuficiente.

El 85 por ciento de los consultados manifestó que para volver a utilizar el transporte debe mejorar sus frecuencias y desinfectarse continuamente.

Nueva tarifa
Desde el 1º de enero pasado, la tarifa de colectivos en la ciudad de Córdoba ya rige con un aumento del 34,8 por ciento. Así, el boleto se elevó a los 43 pesos de los 31,90 que tuvo vigencia hasta diciembre pasado. La capital mediterránea se decidió a retocar la tarifa después de sostener un precio desde septiembre de 2019.

Fuente: La Capital