Una multitud marchó en Rosario contra los tarifazos y pidió un cambio de política

Organizaciones sociales, gremiales y ciudadanos de todos los barrios de la ciudad reclamaron por los aumentos desmedidos y contra los despidos.

Organizaciones sociales, gremiales y ciudadanos de todos los barrios de la ciudad reclamaron por los aumentos desmedidos y contra los despidos.

Trabajadores, jubilados, comerciantes, pequeños empresarios, estudiantes, docentes, pero también representantes de clubes, de fábricas recuperadas, de sindicatos, movimientos sociales, cooperativas y rosarinos «de a pie» y blandiendo banderas celestes y blancas. Así de heterogénea fue la movilización que ayer se realizó en Rosario para decir «basta a los tarifazos y a los despidos que provocan las políticas económicas del gobierno nacional de Mauricio Macri».

En una tarde agradable y a medida que los comercios fueron bajando sus persianas la convocatoria fue sumando gente que recorrió las calles céntricas desde plaza San Martín y hasta el Monumento Nacional a la Bandera, donde se leyó un documento consensuado por todas las organizaciones gremiales y políticas que convocaron a la movilización.

«Macri, la soberanía no se mancha», rezaba el cartel de un jubilado en cuyo anverso también se refería a la indiferencia oficial: «un ruidazo vs sorderazo», indicaba.

Justamente el eje de la protesta tuvo como base datos muy concretos. Desde diciembre de 2015 cuando Cambiemos llegó al gobierno el servicio de agua subió 350 por ciento, el gas 3.700 por ciento, la luz 750 por ciento y el transporte urbano 300 por ciento. «Todo subió más que nuestros salarios. Cada vez que eso ocurrió, las familias perdieron calidad de vida, los comercios y las pymes se achicaron o cerraron y los ciudadanos perdimos derechos», expresaron los organizadores de la movilización que eligieron como fecha un 27 de febrero, día en el cual Belgrano juró por primera vez la Bandera frente al río Paraná.

«Nos reunimos para decir basta a los tarifazos y a los despidos que provocan las políticas económicas del gobierno de Macri», arrancaron las mujeres que dieron lectura al documento.

También en el texto expresaron que estos tarifazos son «parte esencial de la política de este gobierno, cumpliendo por un lado con el objetivo de garantizar super ganancias a las empresas energéticas y petroleras, cuyos gerentes están en el gobierno, y por otro, presionar al mercado laboral para que bajen los ingresos, salarios y planes sociales».

Múltiples voces

Con una alta participación de rosarinos que llegaban desde distintos puntos de la ciudad y se iban acoplando a la protesta, la marcha fue la expresión de múltiples voces. «Participamos porque el tarifazo le pegó a toda la sociedad. Nuestro sector industrial fue doblemente perjudicado, por el lado de la producción por el costo de las tarifas, pero también porque afecta a la gente», dijo el presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), Guillermo Moretti, y señaló que «antes todos los impuestos representaban el 8 por ciento del salario promedio y ahora el 22 por ciento, con lo cual eso limitó el consumo y nos llevó a la situación que hoy atraviesa la industria», agregó el dirigente que marchó junto a referentes gremiales locales y nacionales, como el caso de Secretario General de ATE nacional y secretario adjunto de la CTA Autónoma, Hugo «Cachorro» Godoy, quien señaló que estas movilizaciones se repiten en todo el país con distintas formas y bajo la consigna de «frenar las políticas de ajuste», como «el verdurazo» que se realizó en Buenos Aires ayer.

«El paro nacional está más cerca de lo que muchos estiman e imaginan», dijo y valoró la pluralidad de la convocatoria porque «los cambios se van construyendo desde abajo», dijo el dirigente que se sumó a la columna que encabezó la marcha, integrada por todos los dirigentes que conforman la Multisectorial contra los tarifazos.

En el documento que se leyó en el Monumento a la Bandera se expresó el total rechazo a la reforma laboral, previsional, a los tarifazos, los despidos y se instó a defender el fondo de garantía de sustentabilidad de la Ansés, a las empresas públicas en manos del Estado, a la industria nacional, la salud y educación pública y buscar respuestas concretas a la emergencia social y alimentaria.

«Si se analizan los balances de las empresas del sector queda claro que no hubo ningún ahorro fiscal ni mejoramiento del servicio», expresaron en el documento, un día después de conocerse en audiencia pública un nuevo pedido de las distribuidoras para incrementar un 35 por ciento la tarifa del gas.

Se subrayó que «el Estado a la par que reducía brutalmente los subsidios a los usuarios, aumentaba los subsidios a las compañías». Se calcula que de cada dos pesos de ganancias de las empresas, un peso lo aportó el Estado y el otro los usuarios.

«La consecuencia lógica del ajuste -sumando a los tarifazos la apertura de importaciones y la timba financiera de Lebac y Leliq- ha sido la reducción sistemática del poder adquisitivo de trabajadores formales e informales, jubilaciones y pensiones, el aumento de la desocupación y la pobreza, la devaluación, el aumento del costo de vida, la generalizada caída de ventas en los comercios, la reducción de los presupuestos educativos y la destrucción del mercado interno», indicaron sobre el cierre del documento.

Fuente: La Capital