Unas 60 mil personas de Río Negro y Neuquén viven en asentamientos y demandan viviendas

Así lo refleja un relevamiento que realizó este medio en las principales ciudades de Río Negro y Neuquén. El problema sigue en constante crecimiento.

Así lo refleja un relevamiento que realizó este medio en las principales ciudades de Río Negro y Neuquén. El problema sigue en constante crecimiento.

La cantidad de los que necesitan tierra y vivienda es tan significativa que equivale a casi la población total de Viedma.

La historia de los asentamientos y las dificultades de acceso a la tierra en Neuquén capital arrancó en la década del 40 y desde allí se volvió un problema sin solución o sin que nadie que se decida finalmente a encontrarla.

La mega ciudad en la que se convirtió la capital se puede dimensionar en las 2.000 personas que están ubicadas en el último de los 48 asentamientos que tiene la localidad, una cifra similar a la necesidad habitacional de ciudades cercanas del Alto Valle.

La nueva gestión municipal se comprometió a trabajar sobre los loteos y que dejará en manos de la provincia y Nación, la construcción de las viviendas.

De todas maneras eso no parece alcanzar para las casi 30 mil personas que necesitan en forma urgente un lugar digno para poder vivir.

A pesar de los altibajos de la actividad en Vaca Muerta, el petróleo continúa siendo un imán para cientos de migrantes que llegan periódicamente, muchos de ellos sin tener trabajo y vivienda segura.

El goteo hacia las ciudades aledañas hace que la periferia de la capital también se vea necesitada de tierras y viviendas.

En Cutral Co desde la toma masiva de lotes en 2007, y con una ordenanza de emergencia de tierras, se inició el proceso de normalización.

Desde entonces, no existen “tomas ni asentamientos” y ya se entregaron alrededor de 5.500 terrenos para poder contener la demanda.

Las familias que sufren problemas habitacionales en Bariloche se miden de a miles y las respuestas son magras, al menos en relación a nuevos planes de vivienda.

El resultado es algo mejor en la asignación de lotes y la ayuda con materiales para mejorar construcciones ya existentes, pero igual el déficit no para de crecer y se traduce en la multiplicación de las “tomas” de tierra.

El presidente del Instituto Municipal de Tierras, Viviendas y Hábitat Social, José Mella, dijo que la necesidad habitacional en Bariloche es muy extendida y cada año se suman nuevos demandantes.

El registro de aspirantes a lotes sociales que lleva el Instituto tiene alrededor de 6.000 inscriptos.

Pero Mella admitió que necesita una “depuración”, porque hay gente que se anotó en su momento y ya solucionó su necesidad sin ayuda del municipio.

También hay muchos que -por desconfianza o hastío- ni siquiera acuden al organismo.

En Cipolletti hay un gran caudal de vecinos que vive en asentamientos que se fueron regularizando con el paso de los años y que son asistidos a través de la secretaría de Desarrollo Humano y Promoción Comunitaria, s. El último es “Barrio Nuevo”, que ubicado en la zona norte, que se consolidó en octubre del 2019.

Pero también hay cientos de familias que todavía no logran tener su tierra y vivienda propia.

La referente a cargo de la secretaría, Viviana Pereira, explicó que los datos se obtuvieron a través de un relevamiento encabezado por la organización Techo y la dirección de Hábitat del municipio.

Las cifras reflejan que existen 5.929 grupos familiares radicados en los asentamientos de Cipolletti, tanto en la zona norte de la ciudad como también en las costas que bordean los ríos Negro y Neuquén.

La comuna de Fernández Oro es una de las que más desarrolló loteos sociales para contener las tomas de tierras que proliferaban en la localidad.

En la actualidad la ciudad posee algo más de 17.000 habitantes, lo que representa un alto crecimiento poblacional en la última década. Hace sólo diez años atrás esa cifra apenas llegaba a las 10.000.

Muchas fueron las familias que migraron de Cipolletti e incluso de Neuquén para acceder a tierras para viviendas.

La mayor parte de los nuevos loteos sociales son impulsados desde la misma Municipalidad. De ahí que las tomas de tierras están circunscriptas a el Puente 83 y puntos marginales de la comuna.

Pese a ello existe una importante demanda de viviendas en la localidad.

Algo más del 10 por ciento de la actual población, esta necesitada de una vivienda propia. La proyección de desarrollo del Alto Valle hace pensar en que el fenómeno se profundizará.

De acuerdo a las estimaciones que el municipio reginense maneja, la demanda habitacional en la ciudad alcanza a a los 3.000 , que buscan acceder a un terreno y una vivienda, pero lejos se está de poder dar cobertura a esa demanda, principalmente por la falta de espacio para realizar loteos y el difícil acceso a planes de construcción de viviendas.

Si bien en los últimos años el municipio avanzó con programas de loteos sociales, lo que implicó el avance sobre zonas productivas con la erradicación de chacras, los mismos alcanzaron a beneficiar a unas 500 familias.

La problemática de la demanda habitacional está a su vez cruzada por la falta de ejecución de planes de construcción de viviendas. Por caso recientemente el intendente reginense, Marcelo Orazi, anunció que para el 2021 se prevé el inicio de dos planes habitacionales con la intervención del IPPV con el que se levantarán 219 casas.

En Roca la mayoría de los asentamientos están en una “zona gris”. Si bien no tuvo graves conflictos por la toma de terrenos durante los últimos años, pero eso no significa que no tiene problemas habitacionales para resolver.

El funcionamiento del Banco Municipal de Tierras fue cuestionado por las familias que llevaron adelante las últimas ocupaciones irregulares y además hay varios asentamientos sin reconocimiento oficial pero también sin acciones del Estado para desalojar o trasladar a hombres, mujeres y niños radicados en esas parcelas.

El caso más importante de esta indefinición es el barrio Fiske Menuco, que empezó como la toma de “los hijos de las 250 Viviendas” hace 17 años y hoy concentra a unas 1.500 personas al norte de la calle Del Libertador, entre el Cementerio Municipal y el Parque Industrial I.

Pero el déficit habitacional no solo afecta a los sectores de bajos recursos sino también a la clase media, porque Roca lleva más de 4 años sin planes de viviendas sociales financiados por el Estado.

La zona de Valle Medio no es ajena a la faltante de viviendas para los vecinos.

En el caso de Choele Choel, según los registros oficiales que manejan en el municipio, se estima que el déficit habitacional ronda las 400 viviendas.

Pero esa no es la ciudad con más necesidades. Lamarque es en realidad la que lidera el ránking con un déficit de 600, con la particularidad de que muchos no cumplen los requisitos del IPPV y van quedando afuera.

En Río Colorado faltan unas 500, cifra similar a lo que ocurre en Chimpay.

En Lamarque se estima que ese número desciende a unas 200 viviendas, mientras que en Darwin baja de 50 a 70 viviendas, según datos oficiales.

La última medición oficial determinó que la ciudad de Viedma registra un déficit habitacional cercano a los 5000 interesados. Estos datos surgen del Programa Municipal de Tierras, y de una inscripción “online” que concretó la comuna capitalina en los últimos cuatro años. El año pasado, la anterior gestión promovió dos loteos sociales de 342 parcelas para el cual los aspirantes llegaron a 3.300 sin embargo, el padrón inicial llegó a 5.000 y luego se fue depurando en virtud de que para uno de los emprendimientos se puso como requisito un mayor ingreso al que puede contar una familia de escasos recursos.

El Programa Municipal de Tierras incluyó en el sorteo al loteo Los Eucaliptus que consta de 200 terrenos de 250 metros cuadrados cada uno, distribuidos en nueve manzanas del barrio Lavalle. El segundo es el loteo Los Hornos compuesto por 142 parcelas de 260 y 290 metros cuadrados

Fuente: Río Negro