Venado Tuerto: Preocupa la fuerte baja de ventas y el constante cierre de locales comerciales

Un relevamiento hecho en diciembre por el Centro Comercial e Industrial registró un descenso del 6,5 por ciento respecto de igual mes de 2017.

Un relevamiento hecho en diciembre por el Centro Comercial e Industrial registró un descenso del 6,5 por ciento respecto de igual mes de 2017.

Un relevamiento realizado por el Centro Comercial e Industrial de Venado Tuerto (CCI), que a pesar de ser diciembre —un mes donde las ventas suelen repuntar— este año registro un descenso de negocios de 6,5 por ciento con respecto al mismo mes de 2017. Preocupa la cantidad de locales comerciales que cierran en el centro de la ciudad y la migración de muchos de ellos hacia zonas más alejadas del área céntrica comercial que en la Esmeralda del Sur está representada básicamente por las calles Belgrano, San Martín y Casey, entre otras.

Con respecto a 2019, en el sondeo realizado a 70 comerciantes de la ciudad, la conclusión es que «se mantienen los valores de expectativas hacia el 2019: la mitad de los comercios tiene incertidumbre respecto de lo que le depara el futuro de su actividad, un nueve por ciento es pesimista, un 26 cree que se mantendrá y un 13 que aumentará. Los rubros que ven con mejores perspectivas el año que inicia son alimentos, bazar, regalería y marroquinería, y computación y electrodomésticos».

El encargado del sondeo, Ezequiel Coello, se mostró muy preocupado por la realidad comercial de la ciudad y hasta incluso arriesgó a decir que «este año será igual o peor que los anteriores. Da mucha pena ver cómo se van despoblando los negocios en calle Belgrano que es un emblema regional a la hora de hacer compras en diversos rubros comerciales».

Números en rojo

Según el informe realizado por el CCI «el cierre de este alicaído 2018 nos entregó, nuevamente, números en rojo, con lo cual ya se acumulan 14 meses negativos en cuanto a volúmenes de ventas. Si bien el 6,5 por ciento de caída interanual no es uno de los guarismos más bajos del año, lo cierto es que este número se inscribe en un contexto en donde buena parte del comercio está echando mano a la liquidación de sus stock para poder sortear el pago de los costos fijos del mes (recordemos que al flojo diciembre se le suma el pago del bono decretado por el gobierno y el medio aguinaldo)».

Para Coello «como resumen del panorama de este año se puede decir que en diciembre de 2017, en tres de cada 10 comercios consultados las ventas habían aumentado, mientras que en el mismo mes de 2018, apenas un 13 por ciento de los encuestados manifestaron que sus ventas habían sido superiores en la comparativa interanual. En este contexto de caída del consumo sostenido, seis de cada 10 encuestados nos manifestaron que sus ventas, en unidades, habían sido menores a las del año anterior».

Diciembre suele ser el mes de más ventas como consecuencia de las fiestas de Navidad y Fin de Año. Sin embargo, ni la ciudad de Venado Tuerto —enclavada en el núcleo sojero por excelencia del país— pudo zafar de la malaria que afecta al comercio en general de la Argentina.

«Cuando consultamos sobre las ventas navideñas específicamente, casi un tercio de los comerciantes han visto que sus números fueron inferiores a los de la Navidad anterior. De cara al año que comienza, el denominador común es la incertidumbre, ya que más del 50 por ciento de los encuestados manifestaron no tener un panorama claro de cómo se comportará el mercado en 2019; esto lleva a que casi un 40 por ciento de la masa encuestada no tenga planificada ninguna estrategia, y para los que la tienen, dos de las tres opciones más elegidas pasan por la descapitalización», resaltó Coello.

Y asimismo acotó que «sin lugar a dudas, la contracción del poder de compra de los consumidores, operado por la caída de su poder adquisitivo —cabe recordar que apenas un par de gremios han logrado empardarle a la inflación, quedando muy atrás grandes masas como lo son los empleados no formalizados y los jubilados— y la falta de créditos de consumo a una tasa razonable, sumado a la incertidumbre del mercado laboral han llevado a la retracción de compras que pudimos apreciar en este año».

Crisis y una luz de esperanza

Para Coello «no se esperan cambios en el corto plazo, y mientras no se generen condiciones favorables en cuanto a la recomposición del poder adquisitivo o la financiación del consumo, el panorama del comercio local se verá cada vez más complicado. Existen dos puntos que pueden llevar un poco de esperanzas para el ciclo que comienza, el primero es que los porcentajes de ajustes disparados por las cláusulas de los distintos convenios logren ser positivos comparados con una inflación que, según estimaciones oficiales, irá desacelerándose».

Y agregó: «El otro punto que arrima una lucecita de esperanza es que 2.019 será año electoral, con lo cual, cada uno de los oficialismos tratarán de inyectar dinero al mercado porque es muy complicado ganar elecciones en un marco de recesión permanente», precisó.

Fuente: La Capital