Ventas en comercios jujeños de ropa formal y usada con fuertes caídas

Según un informe de la Came el rubro indumentaria en abril cayó un 13,7% frente al mismo mes del 2018. Por la crisis, son varias las familias que buscan comprar ropa de segunda mano a un precio menor en locales informales.

Según un informe de la Came el rubro indumentaria en abril cayó un 13,7% frente al mismo mes del 2018. Por la crisis, son varias las familias que buscan comprar ropa de segunda mano a un precio menor en locales informales.

Según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), la venta de indumentaria cayó un 13,7% en abril, frente al mismo mes del año pasado. El rubro se movió con muchas consultas y pocas operaciones por lo que se sintió la falta del poder adquisitivo de la gente.

Es que tanto las bajas ventas, los ajustes desmedidos en alquileres, los costos financieros fueron algunos de los factores de preocupación en el comercio. Sin embargo, desde hace un tiempo, el fenómeno de los denominadas «puestos de ropa americanas» observó un gran crecimiento y a la vez fue protagonista de la disminución de venta en comercios formales.

En este sentido, El Tribuno de Jujuy realizó un relevamiento tanto en zonas donde funcionan los comercios formales e informales y pudo corroborar que ambos sectores presentan una disminución de venta. Y es que debido a la crisis económica, son varias las familias que optan por cuidar su economía y compran donde le venden indumentaria ya sea usada o nueva pero con precios más bajos. El titular del Centro Empleados de Comercio, Miguel Ángel Mamaní, se mostró preocupado por las caídas de ventas, destacando así que cada vez se torna más difícil sostener un comercio en la provincia. «Los comercios tienen menos posibilidad de seguir operando, la caída de las ventas, las subas de las tarifas y hasta inclusive, estamos negociando las paritarias yo creo que esto de alguna manera complica la actividad comercial» dijo. Agregó así que desde la asunción del actual Gobierno nacional, se notó una gran pérdida del poder adquisitivo en los trabajadores.

En cuanto al panorama del mercado de «ropa usada» precisó que debería haber un control desde la Municipalidad y Afip que efectivamente regulen las cosas tal cual, indicando que existe una competencia desleal porque venden mercadería de dudosa precedencia a un precio inferior al que normalmente se puede conseguir un mismo artículo en un comercio debidamente instalado.

Respecto a las ferias indicó que la situación es mucho más compleja porque la informalidad es total, «desde cómo llega y venden la mercadería y todos los trabajadores que están en la feria, obviamente están en una situación informal, me parece que son diferentes situaciones, con mayor o menor gravedad».

En tal sentido precisó que un comerciante que trabaja de manera legal tiene que atravesar todo un proceso de gestiones y presión tributaria.

Alternativa para varias familias

Durante años, varios vendedores callejeros ofrecían sus productos en las calles Santiago del Estero, Zegada, Iguazú e Hipólito Yrigoyen y tras un largo proceso de diálogo con el Municipio capitalino lograron conseguir un lugar digno en la avenida El Éxodo.

Actualmente, son cerca de mil doscientas las familias que cuentan con una fuente laboral en la «Feria Éxodo». Allí el cliente puede encontrar ropa usada, nueva, elementos de bazar, algunas frutas y verduras y además hay un pequeño espacio para la compra de comidas y bebidas.

La presidente de la Cooperativa de la «Feria Éxodo», Nélida Silguera, comentó que fue la impulsora de buscar un espacio para aquellas personas que ofrecían sus productos en los alrededores de la exterminal durante veinte o treinta años.

Expresó así que las ventas han disminuido bastante y destacó que la gente puede acceder a precios desde los $20 en ropa usada. «Se encuentran muy buenos precios en jeans, calzados, camperas, marroquinería», dijo.

Asimismo agregó que los vendedores pagan alquiler del espacio de ventas: «hay algunas personas que son monotributistas, pagamos como los comercios, no dejamos de cumplir con nuestras obligaciones» y resaltó que en la feria se cedió lugar a personas que atravesaban una dura situación económica.

«Los vendedores son muy solidarios, juntamos las prendas que no vendemos y la donamos a hogares de niños y a los indigentes», dijo Silguera.

Por su parte, Ana Urzagasti, quien integra la cooperativa, indicó que tras la llegada al nuevo espacio de venta la situación económica no era crítica. «La suba del alquiler se incrementó, entramos a este lugar pagando un alquiler de $1.500 y hoy duplicamos», sostuvo.

Puso de relieve que los vendedores de ropa usada y nueva de la feria no son «competencia» para los empresarios, «hay gente que opta por comprar en crédito, como también quienes buscan lo usado y lo más económico, somos una opción que sin querer el Gobierno nos puso en esa situación», cerró.

Cabe mencionar que este domingo, los vendedores realizarán una chocolatada para celebrar el 25 de Mayo junto a los clientes.

Fuente: El Tribuno