Viñedos, termas y paisajes en un recorrido por el norte riojano
Una visita a localidades de los departamentos de Arauco, Famatina y Chilecito, en el norte de La Rioja, es algo imperdible para los turistas que lleguen a la provincia
06/04/2017 TURISMOUna visita a localidades de los departamentos de Arauco, Famatina y Chilecito, en el norte de La Rioja, es algo imperdible para los turistas que lleguen a la provincia, con el enoturismo y el turismo de ocio y relax que atraen cada vez más adeptos a la región.
Comenzamos el recorrido por las Termas de Santa Teresita que son ideales para el relax con sus aguas vertientes, están ubicadas a 106 kilómetros de la capital riojana, en del departamento de Arauco y muy cerca del límite con Catamarca.
En este lugar agreste se emplazó el complejo termal donde los visitantes tienen la posibilidad de tomar baños en aguas con propiedades terapéuticas, en el marco de un paisaje singular durante todo el año.
En el predio se ofrece hospedaje, gastronomía -restorán y bar- y siete piletas con distintas graduaciones de temperatura del agua, de las cuales cuatro están al aire libre y tres techadas, además de sesiones de masajes y servicios de excursiones turísticas.
Las aguas de Santa Teresita se clasifican como mesotermales de baja mineralización, con propiedades relajantes y desensibilizantes, apropiadas para dolencias óseas y trastornos cutáneos.
La guía de la Secretaría de Turismo de la Rioja para este recorrido de Télam, Tania Ávila, nos comentó que entre los paseos que ofrecen se destacan las excursiones de ecoturismo y turismo de aventura, con safari fotográfico, que se realiza en un Unimog, por encontrarse en medio de un paisaje de dunas.
También se pueden realizar paseos en cuatriciclos, cabalgatas, mountanbike, trekking y un recorrido histórico por la capilla que dio origen al nombre de la localidad.
Siempre por el norte riojano, la Ruta Nacional 60 y luego la mítica Ruta Nacional 40 llevan a Chañarmuyo, localidad del departamento de Famatina, cuyo paisaje apacible está conformado por un valle dentro de un desierto rocoso, a más de 1.700 metros sobre el nivel del mar y rodeado de las sierras del Paimán.
La altura y la sequedad del clima generan condiciones especiales en el suelo, en verano con días calurosos que se complementan con noches frescas, y en invierno con frecuentes nevadas.
Estas características particulares posicionaron al valle de Chañarmuyo como un lugar adecuado para la producción de vinos de alta gama.
La principal bodega lleva el nombre de la localidad y cuenta también con un hotel boutique, equipado con todas las comodidades, con restaurant, pileta y el omnipresente paisaje del valle y la viña.
Entre las actividades, aparte de visitar la bodega, hay paseos en bicicleta y senderismo hasta el Mirador de la Cruz, desde donde se puede apreciar el valle en panorámica desde lo alto.
Otra opción es una excursión al dique de Chañarmuyo, que es un espejo de agua de 120 hectáreas, donde hay un club náutico y se pueden realizar paseos en bote.
Cerca del dique se encuentra el sitio arqueológico La Parrilla, que comprende unos 350 recintos de un pucará pertenecientes a la cultura de la Aguada.
Nuevamente por la Ruta 40, se llega a Vichigasta, en el vecino departamento de Chilecito, donde la bodega Valle de la Puerta es otra visita obligada para quienes disfrutan del enoturismo.
El microclima, los mil metros de altura sobre el nivel del mar y la topografía desértica del valle aseguran condiciones inigualables para el crecimiento y la maduración de uvas y aceitunas.
La lluvia es escasa en el valle, con 150 milímetros de promedio anuales, motivo por el cual el agua para irrigación se extrae de pozos.
La bodega y los viñedos se pueden recorrer en bicicleta o en auto, en un paseo entre viñedos y olivares que se ve enriquecida con el relato de la historia de los diaguitas que habitaron éstas tierras siglos atrás y la información de cómo se producen actualmente los vinos y aceites de alta calidad en el valle.