El voto por el No en el referendo crece en Nápoles

Matteo Renzi buscará apoyo el próximo domingo para reformar la Carta Magna redactada en 1948, tras la Segunda Guerra.

Matteo Renzi buscará apoyo el próximo domingo para reformar la Carta Magna redactada en 1948, tras la Segunda Guerra.

La reforma promovida por el primer ministro Matteo Renzi no convence a la juventud italiana, por lo que muchos estudiantes y desempleados napolitanos han decidido votar no el domingo a los cambios propuestos por el líder de centroizquierda.

“Esta reforma no es para nosotros”, “¿Cambia en algo nuestra vida?”, se pregunta desconsolada Gaia Ievoli, de 20 años, quien decidió votar contra la controvertida reforma impulsada por Renzi, que divide al país y genera incertidumbre en todo el viejo continente.

Camarera sin contrato en un bar del centro de Nápoles, Gaia pide ante todo “mayor seguridad laboral para los jóvenes” y duda que la reducción del número de senadores, de 300 a un centenar, medida clave de la reforma, llegue a “cambiar las cosas”.

La reforma, que modifica 44 de los 137 artículos que integran la Carta Magna redactada en 1948 tras la Segunda Guerra Mundial y el “Ventennio” fascista, pretende agilizar el proceso legislativo y garantizar mayor estabilidad política, uno de los grandes males de Italia, ya que ha tenido 60 gobiernos en 70 años de democracia.

La actitud fatalista de Federica de Nicosia, 25 años, predomina en algunos sectores. “No sé todavía si voy a votar, decido en el último momento. Me parece una reforma demasiado complicada y que no es para nosotros”, comenta.

Empleada de una cafetería, con contrato legal, se considera una privilegiada en un país donde hay “mucha indignación”, confiesa.

Renzi, quien con sólo 41 años se atrevió a modificar un texto considerado sagrado para toda una generación de italianos, se somete prácticamente a una suerte de plebiscito y su derrota podría tener consecuencias políticas y económicas para Italia y la Unión Europea.

“Votar sí, es decir sí a la modernidad”, repite el dinámico primer ministro, uno de los líderes más jóvenes de la Unión Europea, empeñado en una campaña a favor de la reforma en todos los medios sociales.

“Vincular el futuro del gobierno al resultado del voto, anunciar que renunciaba si salía derrotado, fue un error”, sostiene Elena Piccolo, estudiante de Letras de la Universidad Federico II, una de las más antiguas del mundo.

“De repente se convirtió en el blanco de todo el desencanto del país, incluido el de los jóvenes”, explica la joven de 21 años, la cual asegura que va a votar no.

Como muchos jóvenes, Piccolo desconfía de los partidos tradicionales, incluso de los de izquierda, como el Partido Democrático, y siente atracción por “el discurso diferente” y anticasta del Movimiento 5 estrellas (M5), la formación populista fundada en 2009 por el cómico Beppe Grillo, cuya popularidad sigue aumentando.

Fuente: Los Andes