Zapala: Clara, empleada municipal, siembra piñones para ayudar a la naturaleza cordillerana

Clara Sobarzo hace más de 20 años es empleada municipal y recientemente fue destinada al vivero de la comuna de Zapala.

Clara Sobarzo hace más de 20 años es empleada municipal y recientemente fue destinada al vivero de la comuna de Zapala.

Con la intención de recuperar el espíritu ancestral de la siembra manual de la semilla de la Araucaria araucana, una trabajadora del vivero municipal de Zapala emplazado en el bosque comunal de la ciudad dio inicio semanas atrás a un ensayo de plantación de piñones en bandejas de germinación y en macetas de plástico sopladas.

Esta es la historia de Clara Sobarzo, una empleada municipal que junto a tres compañeras se embarcó en el desafío de producir ejemplares del árbol milenario cordillerano. “Todo surgió pensando en los incendios forestales que han producido cuantiosos daños en las zonas cordilleranas y queremos aportar nuestro granito de arena para que no se pierdan estas plantas tan importantes en la historia y en la memoria ancestral de nuestros pueblos”, contó Clara mientras mostraba las pequeñas raíces que se desprendían de la parte posterior de un piñón.

Clara también fundamentó su idea de replicar el trabajo de la naturaleza misma en los suelos cordilleranos, comentando que escasea más el renuevo de las plantas y que además se observa cada vez más asiduamente el feroz maltrato a la que son expuestas las araucarias en tiempos de recolección y que en otros casos se nota algún tipo de enfermedad en estos árboles milenarios.

«Todo surgió pensando en los incendios forestales que han producido cuantiosos daños en las zonas cordilleranas y queremos aportar nuestro granito de arena para que no se pierdan estas plantas tan importantes en la historia y en la memoria ancestral de nuestros pueblos”, explicó Clara Sobarzo.

Los piñones de Quilca Arriba
Clara hace más de 20 años es empleada del municipio de Zapala y desde hace un año viene desarrollando tareas en el vivero municipal. Respecto al desafío de obtener nuevos ejemplares de araucarias comentó que los piñones fueron recolectados en la zona de Quilca Arriba. “Mis padres tienen su veranada en este lugar y pertenecen al Lof Millaqueo. Los piñones los junté en la última temporada y son dos kilos aproximadamente la cantidad que forma parte de nuestro ensayo. Tenemos esperanzas de que nos vaya muy bien y que en las próximas temporadas los podamos producir a mayor escala”, comentó.

Respecto a la mecánica de la producción, la mujer de origen mapuche contó que “el proceso que encaramos fue bastante sencillo pero cargado de mucha expectativa, confianza y amor. Los piñones los echamos en un balde con agua y los dejamos reposar cuatro días. A continuación solo utilizamos para ser plantados aquellos que habían quedado depositados en el fondo. Los que quedaron en la superficie los descartamos porque son “vanos”, es decir que no son aptos para reproducirse”.

Agregó que para su plantación «usamos mayormente lo que se conoce como tierra volcánica mezclada con tierra común”. La trabajadora relató también que tienen cifradas muchas expectativas en este proyecto y que junto a sus compañeras serán celosas guardianas del crecimiento y fertilización de cada una de las plantas. “La plantación que hicimos es algo nuevo en el vivero que nunca se había hecho y esperamos tener éxito para implementarla a mayor escala en los años venideros”, contó Clara. Las compañeras que la acompañan en esta innovadora experiencia son Nora Curiche, Natalia Soto y Graciela Epulef.

Mejoras en el vivero
El vivero municipal se encuentra ubicado dentro del Bosque Comunal de Zapala, un icónico pulmón verde de esta ciudad. Respecto a la importancia de este sector, Juan Pablo Young, secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable del municipio, informó que “el hecho de poder contar con la infraestructura de este vivero nos permite no solo conservar de una temporada a la otra la plantas sino que nos da la posibilidad de reproducir las mismas y mejor aún producir desde las semillas de especies que posee nuestra ciudad con la característica a favor de la adaptación a nuestras condiciones climáticas”.

Respecto a la iniciativa de replicar la siembra de piñones, Young se mostró entusiasmado y destacó la labor de las operarias. “Es hermoso y encomiable el trabajo que se está realizando que poco a poco irá mostrando sus frutos para seguir impactando de manera positiva en nuestra naturaleza cordillerana”, expresó.

Por su parte Carlos Ernesto Pérez, director del Vivero, resaltó la importancia de las últimas obras edilicias incorporadas en el predio que beneficia directamente a los 15 trabajadores del sector. Estas incluyeron baños y vestuarios para hombres y mujeres, más un espacio de descanso para los empleados del sector. “Estas obras contribuyen al bienestar de nuestros compañeros trabajadores que día a día realizan su labor en el Bosque Comunal bajo todo tipo de condiciones climáticas, viento, nieve, lluvia, calor, y sabemos que es un valor agregado para el trabajo diario, que puedan contar con un espacio propio y cómodo para aseo y break”, expresó Pérez.

Las obras fueron inauguradas a principios del mes de septiembre por el intendente Carlos Koopmann y demandaron una inversión de 6.527.500 pesos.

Fuente: La Mañana Neuquén