Palabra del FMI mata ansiedad

Uno de los principales ejecutivos del Fondo informó que las tratativas con Argentina están avanzando para tranquilizar a los sensibles operadores del mercado financiero.

Uno de los principales ejecutivos del Fondo informó que las tratativas con Argentina están avanzando para tranquilizar a los sensibles operadores del mercado financiero. El Gobierno también está desesperado para cerrar rápido el acuerdo.

Desde el Fondo Monetario Internacional reiteraron que las negociaciones para otorgarle un crédito stand-by a la Argentina se acercan a su etapa final. El encargado de asegurar que “las conversaciones están bien avanzadas” fue el director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner. Las discusiones entre el staff del organismo multilateral y los representantes de los países que pretenden acceder a financiamiento insumen, por lo menos, seis semanas. Con esos tiempos, a los intercambios donde las partes acuerdan las condicionalidades asociadas a los programas de ajuste le restan hasta dos semanas. En el Palacio de Hacienda pretenden realizar un anuncio lo antes posible.

“Será un plan impulsado por las prioridades del gobierno argentino”, expresó ayer Werner al referirse al tradicional recorte en el gasto público que llevará adelante el país para acceder al préstamo. El directivo del FMI explicó que el programa de ajuste fiscal asociado al crédito stand by exhibirá “un enfoque particular en la protección de los más vulnerables y el fortalecimiento de la economía argentina a la luz de la reciente turbulencia en los mercados financieros”.

No existen precisiones oficiales sobre la magnitud del ajuste ni dónde se harán los recortes. La cifra trascendida asciende a 200.000 millones de pesos anuales. Obra pública en infraestructura, subsidios y la seguridad social (jubilaciones, pensiones y asignaciones) son los componentes del gasto más expuestos a la tijera oficial y la pérdida de poder adquisitivo.

El viernes pasado el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, dio el puntapié inicial para lograr una reducción del déficit que garantice el repago de la deuda para los acreedores externos. Junto con Dujovne, anunciaron una reducción del gasto por 20.400 millones de pesos en la Administración Pública Nacional que representa el 10 por ciento del ajuste previsto y recaerá sobre el empleo público.

Durante una conferencia de prensa realizada en la Casa Rosada, los funcionarios anunciaron que no se renovarán más de 7000 contratos estatales canalizados a través de convenios con universidades nacionales. Los anuncios contemplaron además el congelamiento en la incorporación de trabajadores al sector público durante dos años y la reducción del presupuesto para las empresas estatales como Aerolíneas Argentinas, Tandanor, Fadea, Radio y Televisión Argentina, Casa de la Moneda y YCRT.

El crédito que está negociando Argentina con las autoridades del FMI se denomina “stand by de acceso excepcional”. Existen apenas tres líneas de crédito stand-by activas para Irak, Jamaica y Kenya pero ninguna es “excepcional”. Con ese mecanismo, el gobierno argentino busca superar el tope de 19.700 millones de dólares previsto para el país en un acuerdo tradicional. La pretensión oficial es alcanzar una cifra que exceda los 30.000 millones de dólares. La totalidad de los fondos que finalmente se acuerden no será desembolsada de manera inmediata. El titular del Palacio de Hacienda, Nicolás Dujovne, anticipó que una porción llegará apenas se firme el acuerdo y el resto quedará disponible de manera “precautoria”.

Desde que fracasó su intervención en la crisis griega, el Fondo demanda que las políticas y reformas propuestas por los países que solicitan stand by excepcionales “ofrezcan un prospecto razonablemente elevado de éxito, incluyendo no solo el plan de ajuste sino también una capacidad política e institucional para llevar adelante ese ajuste”. Pero esos préstamos no solo están acompañados por las habituales condicionalidades y reformas estructurales que el FMI esboza en sus informes sobre Argentina sino que además demandará un “análisis más riguroso por parte del Directorio del Fondo”.

Fuente: Página 12