La subida del dólar dejó un tendal que no termina

Desasosiego. Incertidumbre. Parálisis. Algunos de estos términos podrían definir el estado de ánimo de ese enorme colectivo que son las pequeñas y medianas empresas –Pyme–, que hoy están haciendo malabares

Desasosiego. Incertidumbre. Parálisis. Algunos de estos términos podrían definir el estado de ánimo de ese enorme colectivo que son las pequeñas y medianas empresas –Pyme–, que hoy están haciendo malabares para pagar aguinaldos en un contexto de ventas muy caídas, y a las que un dólar a 29 pesos no hace más que complicarles el panorama.

“Estuve cinco horas en una consultoría el jueves. Cuando salgo, me avisan que el dólar había pasado los 28 pesos. Fue tremendo. Vamos a esperar. No quiero llegar al punto de dolarizar mi lista de precios”. La que habla es Rosana Negrini, presidenta de Agrometal, fabricante de maquinaria agrícola. Explica que a su cliente, el productor, le favorece este dólar. “Pero si viene a comprarme 10 máquinas, no se las puedo vender porque no sé a qué precio tendré que comprar los insumos para las próximas”, dice.

Esa es, entonces, una de las formas de la parálisis: el que vende no vende porque vendiendo pierde.

La segunda forma de la parálisis afecta al comprador, que quizá tiene plata que pensaba gastar, que ahora cobra el aguinaldo, pero que ante las noticias, no hace nada. “Hace 50 años que vendo ropa, no me la cuenta nadie, yo conozco a mi público. Cuando abro todas las mañanas, no pienso dónde voy a invertir las Lebac, yo produzco. Pero hay que recorrer los negocios para ver lo que han sido las ventas del Día del Padre”, dice Juan Chekirdimian, un empresario textil que fabrica jeans.

“Lo que más nos afecta es la incertidumbre que genera, esto de que no se sepa si está controlado o no el dólar, si es una maniobra que el Gobierno hace porque cree que le va a servir o se le está escapando de las manos. Y la incertidumbre nos enfría, porque cuando la gente ve que está todo demasiado revuelto, empieza a frenar las cosas que tiene que hacer, como comprar pintura”, admite Fernando Garín. Está al frente de la cadena de pinturas Garín, con 15 sucursales y 100 empleados.

Si el vendedor no vende porque pierde y el comprador no compra porque piensa que después puede perder, la economía se pone en punto muerto.

El problema es cuando ese punto muerto se prolonga demasiado. El dólar comenzó a apreciarse lentamente en la segunda quincena de diciembre. Aceleró en abril-mayo, y cuando todo indicaba que el acuerdo con el FMI por 50 mil millones de dólares calmaría las aguas, volvió una segunda ronda de devaluación.

El dólar el 15 de diciembre costaba 17,83 y cerró el viernes a 28,83. Esos 11 pesos que se encareció en seis meses implican una apreciación de la divisa del 61,9 por ciento.

Desde la mirada del peso, la devaluación en seis meses fue del 38,15 por ciento. Pero lo grave fue el sprint de los últimos 10 días, cuando parecía que el nuevo precio se estabilizaría en torno de los 25 pesos: el 5 de junio estaba a 25,54 y se encareció 13 por ciento desde entonces.

“Con la sequía del campo, el escenario empezó a complicarse, y esta suba del dólar con el encarecimiento brutal de la tasa nos liquida a las Pyme”, se queja Sergio Montagner, de Cormetal, fabricante de semirremolques y acoplados. Tenía 238 operarios, pero en los últimos 45 días tuvo que prescindir de 25.

“Para un semirremolque, la tasa de descuento del cheque es del 39 por ciento, pero la nominal anual es del 55 por ciento, no se puede trabajar con ese nivel de costos de financiamiento. Hace 15 días que no hay operaciones, el comprador espera y a uno se le hace difícil sostener un precio”, confiesa.

Cuenta que, si tiene interesados, vende resignando rentabilidad con el sólo objetivo de hacerse de liquidez para pagar los sueldos. Dice que es tan difícil formar a un operario que busca cuidarlos como sea. “Y atrás de cada uno hay una familia. Acá nos conocemos todos y nos cruzamos todos los días”, admite.

¿Cuándo se normaliza la economía? ¿Cuál es el precio del dólar que necesita para funcionar? ¿Hay uno razonable? ¿Es este que orilla los 30 pesos? ¿O era el de 25 pesos, que es la referencia que tienen hoy las listas de precios? ¿Bajará en esta semana clave, cuando Luis Caputo comience a mostrarse al frente del Banco Central? ¿Cuándo llegue el primer tramo del préstamo del FMI por 15 mil millones de dólares?

La suba del dólar y la sensación colectiva de que no es posible dominar su precio acrecienta el desasosiego, ya que se duda de la capacidad de hacer las cosas. Y ese es el pilar básico de la gobernabilidad. Así, esta semana será crucial para demostrar que se pueden domar las variables más sensibles.

Semana clave: Qué se viene

El Gobierno enfrenta varios desafíos financieros.

Hoy. El Ministerio de Hacienda presenta la colocación de bonos del Tesoro por hasta 4.000 millones de dólares.

Mañana. Otro megavencimiento de Lebac, el dolor de cabeza que ahora hay que desactivar en acuerdo con el Fondo.

Miércoles. El directorio del FMI aprueba formalmente el crédito a la Argentina y ordenará la primera transferencia, de 15 mil millones de dólares. Además, Morgan Stanley define si la Argentina continúa siendo una economía de frontera o vuelve a ser un mercado emergente.

Viernes. Llega la transferencia de 15 mil millones de dólares liberada por el FMI.

Fuente: La Voz