La desoladora cartografía de los bares y restaurantes rosarinos

Desde el inicio del aislamiento obligatorio, los locales gastronómicos de la ciudad ingresaron en un tobogán de problemas por la falta de facturación, que les impide pagar sueldos, servicios, proveedores y otros impuestos municipales y provinciales.

Desde el inicio del aislamiento obligatorio, los locales gastronómicos de la ciudad ingresaron en un tobogán de problemas por la falta de facturación, que les impide pagar sueldos, servicios, proveedores y otros impuestos municipales y provinciales.

Los casi 1600 bares y restaurantes que funcionan en Rosario y que desde hace cuarenta días permanecen cerrados por la pandemia del coronavirus sobreviven gracias al delivery, que representa apenas el 10% de la facturación, una situación que llevó al cierre de dos tradicionales locales de esta ciudad.

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Desde el inicio del aislamiento obligatorio, bares y restaurantes rosarinos ingresaron en un tobogán de problemas por la falta de facturación, que les impide pagar sueldos, servicios, proveedores y otros impuestos locales y provinciales.

Y en ese intento por sobrevivir locales gastronómicos, pequeños y grandes, apelaron a una estrategia de venta: el delivery propio, no el de las aplicaciones y establecieron el sistema “take away”, que consiste en buscar el pedido al propio local, pero solo si es de cercanía para aliviar en parte la falta de ingresos.

Por la facturación negativa”, dos tradicionales restó-bares de Rosario (Búho Beer Marke y la Maltería Rock) cerraron sus puertas”, dijo a Télam el presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica local, Carlos Mellano.

Luego, estimó que unas 14 mil personas emplean los casi 1600 bares y restaurantes de Rosario y reveló que, de los 110 hoteles que hay en la ciudad, “tres hostels también cerraron sus puertas”, al quedarse sin huéspedes por la cuarentena obligatoria.

Tras señalar que en lo económico “estamos devastados y el futuro es incierto”, Mellano remarcó que el delivery “es la única herramienta que tiene hoy el sector gastronómico para sobrevivir en la emergencia, pero solo representa el 10% de la facturación diaria”.

Mellano arrojó otro dato que atenta contra el sector gastronómico y esa alternativa de venta en esta coyuntura excepcional: “Mucha gente cocina en su propia casa y ofrece viandas a domicilio. Cada vez son más”, reveló.

Según indicaron fuentes del sector a Télam, antes de la pandemia,”un 30% de los restaurantes tenían un delivery propio, y algunos hasta por un tema publicitario” y ahora lo están usando todos “hasta lugares emblemáticos como la Parrilla Don Fierro y el restó temático, Rock & Fellers, que nunca tuvieron”, apuntó el titular de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario.

Fuente: Sin Mordaza