Fracasó otra reunión y sigue el paro de transporte en Rosario
No hubo propuestas de pago en la reunión con Nación, y los choferes extendieron la medida. Aguardan subsidios para cancelar junio.
15/07/2020 POLÍTICANo hubo propuestas de pago en la reunión con Nación, y los choferes extendieron la medida. Aguardan subsidios para cancelar junio.
Otra audiencia, otro fracaso y el transporte urbano e interurbano en la región seguirá sin actividad. Ayer hubo una nueva reunión virtual ante el Ministerio de Trabajo de la Nación entre las cámaras empresarias del transporte, autoridades del gobierno de Alberto Fernández y representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para intentar destrabar el corte de crédito laboral que llevan adelante los choferes en las principales ciudades del interior del país, como Rosario, Córdoba, Paraná y Mar del Plata.
La seccional local de la UTA dijo de antemano que no tenía expectativas. «No va a haber una solución mágica», advirtió Sergio Copello, titular del gremio. Y así fue: no hubo propuestas ni alternativas de pago, y la reunión fue calificada de «negativa» en conferencia de prensa. Ni la aplicación del programa ATP, ni el depósito de la mitad del sueldo que faltaba. En un clima de gran malestar, ayer por la tarde el gremio comunicó que la medida se sostiene hasta percibir al menos la deuda salarial. Hoy se cumplen 14 días sin unidades en las calles, y habría otro encuentro vía Zoom el jueves.
Los trabajadores cobraron hasta el momento sólo el 50 por ciento de junio, por lo que resta el otro 50, más el aguinaldo y 16 mil pesos de la deuda por el decreto 14/20. Ese monto que percibieron se hizo con los subsidios aportados por el municipio (15 por ciento) y la provincia (35 por ciento), mientras que Nación aún no ha girado los fondos correspondientes a su 50 por ciento. La Casa Rosada debe enviar 226 millones para todo Santa Fe. De esa torta, unos 100 millones corresponden a Rosario.
Por ello, desde el gabinete de Omar Perotti aguardan por estas horas que llegue ese subsidio nacional de este mes, para abonar la mitad que falta de junio. Si bien no soluciona el conflicto, porque no cubre el aguinaldo, sería un escalón para empezar a destrabarlo. «Evidentemente se va a tardar. Ya pusimos lo que nos corresponde, no podemos cubrir lo que tiene que cumplir otro», explican desde la provincia, desde donde dudan además que ese dinero fresco serviría para que los choferes levanten la medida.
Desde que el mes pasado se había firmado el nuevo convenio, la llegada de los fondos debía ser casi automática. El compromiso era que el dinero tenía que estar el 12 o 13 de julio, pero habría problemas financieros en Buenos Aires que lo estarían retrasando unos días más, no sólo en Rosario, sino en el resto de las ciudades. Si bien no va a ser la primera vez que se atrase, el problema es que hoy todo depende de eso porque la recaudación se desplomó.
Un tercio
En la zona metropolitana, las unidades viajan hoy a un tercio de la capacidad. Antes del paro, la recaudación venia subiendo de un piso de 12 por ciento de un día normal a un 27 por ciento, de la mano del aumento de las actividades habilitadas. Por ello, la discusión de fondo es más compleja. No es meramente una cuestión de pago de salarios, sino la quiebra de un sistema que no va a poder funcionar como lo hacía antes de la aparición del Covid-19.
Es que aun en el mejor escenario pos pandemia, se espera que haya menos pasajeros cuando llegue definitivamente la «nueva normalidad». La vuelta de las clases, una de las últimas actividades en regresar, tampoco va a subir la totalidad de las personas que movilizaba antes, que llegaba a un tercio del pasaje. También esperan que mucha gente, por miedo residual a la pandemia o por el propio discurso oficial de no subirse al colectivo, haya elegido otro medio de transporte como la bicicleta y se mantenga así.
En otro momento, la solución se hubiese buscado aumentando de la tarifa, pero hoy subir el boleto no arreglaría nada. En la medida en que no haya alguna predisposicion de los que pueden destrababar la cuestión, y todas las partes tengan en cuenta que se está ante una situacion anormal, donde las personas no viajan y la recaudacion es mínima, el conflicto será crónico y el horizonte seguirá mostrando nubes grises.