En un clima de tensión, arranca un censo a los cartoneros de Bahia Blanca
03/07/2014 MUNICIPIOSEl relevamiento fue anunciado ayer en una reunión entre autoridades del municipio y trabajadores del sector, en Villa Caracol. Piden propuestas concretas.
“Me van a tener que matar para sacarme el caballo”, disparó a viva voz uno de los presentes en la reunión celebrada ayer entre funcionarios municipales y unos 60 cartoneros, en la ex Villa Caracol. La frase resumió la férrea oposición que mostró parte de los trabajadores del sector a la prohibición de la tracción a sangre.
El encuentro fue uno de los primeros acercamientos de la comuna luego del sorpresivo anuncio del lunes, y apuntó a escuchar las opiniones e informar el primer paso a seguir, que consiste en un relevamiento de los cartoneros que cargan residuos.
“Vamos a hacer un censo para ver cuál es la situación de cada uno y de sus familias, y cuántos carros y caballos hay en la ciudad”, indicó el flamante secretario de Desarrollo Social, Roberto Ercoli.
De este modo, el funcionario intentó poner paños fríos a los reclamos de las familias que viven de la recolección informal, tanto de los barrios Puertas al Sur como de Maldonado y otros sectores.
“La idea es conocer cuál es su realidad, antes de plantear alternativas para reconvertir la actividad”, explicó el secretario. Lo acompañaron Patricia Valemberg, de Desarrollo y Promoción Social, Ana Strizzi, de Participación Ciudadana, y Adrián Macre, de la delegación Noroeste.
Una de las propuestas en análisis que alcanzó a esbozar el funcionario fue que la comuna haga la recolección primaria, dejando la separación a los cartoneros, pero de inmediato se escucharon los desacuerdos. Muchos quieren seguir con el trabajo independiente.
Debate complicado
La reunión informal, en la que «La Nueva.» estuvo presente, se extendió por más de dos horas incluyendo momentos de planteos tranquilos y acalorados cruces.
“Nos sacan una herramienta de trabajo que nos da de comer. ¿Qué quieren, que la gente salga a robar?”, preguntó a los gritos una de las mujeres.
Aunque no hubo propuestas concretas por parte de la comuna, muchos cartoneros anticiparon además su repulsa a otras alternativas de concejales de la oposición como formar una cooperativa o a recibir una motocarga.
El principal problema con el vehículo, los “zootropos” cordobeses, es el mantenimiento. Uno de los presentes, dueño de la única motocarga a la vista, contó por ejemplo que el último arreglo le costó más de 1.800 pesos.
Además, aseguran, no tienen la misma resistencia que los carros e implican mejor formación. “Muchos no saben leer ni escribir, ni manejar, cómo van a sacar un carnet”, apuntó Graciela, dueña de dos carretas.
Para encausar la discusión se propuso formar una comisión de trabajo con representantes. Espontáneamente se formó un grupo, pero las opiniones superpuestas entorpecieron el diálogo.
La falta de acuerdo y enojo derivó sobre el final en que el censo, planteado en principio para la semana próxima, comenzará hoy.
“Queremos soluciones y definiciones lo antes posible, porque nuestros tiempos no son los de los políticos: mi familia en un mes se queda sin sustento”, indicó una de las presentes.