Rodríguez Larreta en la apertura de sesiones: en pose de líder opositor
Sin un segundo de autocrítica, el líder porteño habló bien de su gestión en Educación, de la protección a los sectores vulnerables y hasta del resguardo a la gente "en situación de calle".
02/03/2021 POLÍTICASin un segundo de autocrítica, el líder porteño habló bien de su gestión en Educación, de la protección a los sectores vulnerables y hasta del resguardo a la gente «en situación de calle». Intentó explicar sus polémicas vacaciones a Brasil con el argumento de que necesitaba «mucho» pasar tiempo con sus hijas.
Desde su casa, por videoconferencia, tras su polémico viaje a Brasil, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta inauguró el período de sesiones ordinarias de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde su casa, por videoconferencia, tras su polémico viaje a Brasil, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta inauguró el período de sesiones ordinarias de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires con un discurso elogioso de su gestión de la pandemia de covid-19 y un claro mensaje político como nuevo referente de la oposición, en el que defendió la privatización del plan de vacunación y apuntó contra el Gobierno por la modificación de los fondos de coparticipación federal.
«La enseñanza más grande que nos tiene que dejar la pandemia es la de entender que estamos ante una oportunidad para hacer las cosas de manera diferente», consideró Larreta y agregó en tono de campaña: «Yo siempre voy a estar para terminar con la grieta».
El discurso de Larreta fue oído por algunos ministros de su gabinete y un escaso grupo de legisladores debido a los protocolos establecidos por la pandemia, pero un ingrediente adicional hizo que la ceremonia de apertura sea aún más atípica: el jefe de gobierno privilegió irse de vacaciones a Brasil y recién regresado al país permanecerá aislado durante los próximos diez con lo cual no está presente en el recinto sino que da su discurso en forma remota.
Larreta se sintió en la obligación de explicar su viaje a Brasil, que causó malestar incluso dentro de sus propias filas y apuntó a quedar como un buen padre. «En el fin de semana de año nuevo, me fui a la costa con mis hijas y nos contagiamos todos de covid. Por eso, a pesar de que tenía previsto tomarnos la segunda semana de enero, lo suspendimos y recién pudimos coordinar en la segunda semana de febrero. Porque mi hija empieza ahora la facultad. Este año más que nunca necesitaba unos días con ellas», comenzó el jefe de gobierno justificando sus vacaciones en Brasil.
La decisión de Rodríguez Larreta de no presentarse en el edificio de Perú al 160 resultó extraña. El jefe de gobierno porteño tuvo coronavirus hace menos de 60 días. Los especialistas que consultó le explicaron que no necesitaba aislarse, pero aún así él decidió. En el Gobierno porteño explicaron que consideró «prudente cumplir de manera más restrictiva la norma». «Es igual a como deben hacer todos los argentinos que regresan al país», agregaron.
Larreta insistió en la nota personal para marcar su situación personal con lo que caracterizó el 2020, el año en pandemia: «Este año que pasó fue muy duro para todos para los que perdieron un ser querido, para los que tuvieron que cerrar su comercio, para todos los que tuvieron que readaptar su vida. Para mí fue, por lejos, el año más duro de mi vida. Como jefe de gobierno de gobierno tuve la dificilísima tarea de enfrentar algo desconocido y devastador como la pandemia».
Elogio de la gestión de la pandemia
El jefe de gobierno porteño recordó que sólo 20 días después de su último discurso de apertura de sesiones legislativas, en la que había planteado los objetivos de su segundo mandato, el país entró en cuarentena por la pandemia de covid-19. «La covid hizo que nuestra vida diera un giro de 180 grados y que la gestión tuviera que transformarse, impulsándonos a llevar un plan para enfrentar el virus», reseñó.
En ese tono, Larreta comenzó a ofrecer algunas cifras de lo hecho por la Ciudad para ampliar el sistema de Salud: 450 camas de terapia intensiva, 1500 de internación general y 50 hoteles para 5.000 camas disponibles para asintomáticos y leves. 5.900 profesionales de salud, 7 ambulancias, 22 unidades febriles.
«Hicimos de la cooperación con el gobierno nacional y el provincial uno de los ejes centrales de la gestión de la pandemia. Porque trabajar en conjunto es vital para cuidar a los millones de argentinos que viven en el área metropolitana de Buenos Aires», destacó sobre el trabajo en el AMBA, la primera señal política de un discurso en el que buscó mostrarse como el referente de la oposición que viene a terminar con la grieta. «La grieta es un negocio de la política y no suma nada, sino que resta», insistirá al final de su presentación.
Un análisis de la pandemia sin autocríticas
Entre los desafíos para hacer frente al virus en la Ciudad, Larreta resaltó el de «contener el virus en los barrios populares, donde por las condiciones sociohabitacionales sabíamos que había ser más difícil que pudieran cumplir el aislamiento» y aseguró que «junto a las organizaciones sociales abrimos centros de aislamientos, hicimos campaña de desinfección y reforzamos la ayuda social». No hizo ni una sola mención a los problemas por falta de suministro de agua.
«Algo similar hicimos con las personas en situación de calle, gracias al esfuerzo del equipo de Buenos Aires Presente, logramos que todos tuvieron un lugar donde pasar la cuarentena. Muchos llegaron con desconfianza, pero luego de ver los talleres de oficio que allí se prestan, se entusiasmaron y empezaron a reconstruir su proyecto de vida», valoró el jefe de gobierno porteño. Omitió en ese punto las numerosas denuncias por las condiciones de los paradores.
El jefe de gobierno destacó los ejes del plan para frenar la pandemia en la Ciudad y dijo que estuvo basado en tres pilares: rastrear, testear y aislar, como así también en el seguimiento de contactos estrechos. En ese puntos, recordó el operativo para llevar los repatriados a hoteles, el Plan Detectar junto al gobierno nacional y los planes de detección preventivo entre el personal esencial.
«Aún con la curva descendiendo sabíamos que los desafíos no habían terminado», señaló antes de hablar el plan de testeos a turistas que se desarrolló con 7 centros durante los meses de vacaciones.
«Ahora que volvieron las clases estamos cuidando especialmente a los trabajadores de educación, por eso expandimos nuestro plan de testeos para que puedan hacerlo cada 15 días», señaló sin hablar de la decisión de no destinar vacunas aún al personal de educación. Larreta señaló que, en total, la Ciudad hizo más de 2,5 millones de testeos.
El jefe de gobierno porteño destacó luego el Plan de Puesta en Marcha de la Ciudad, de seis etapas que comenzó en agosto. «En momentos de tanta incertidumbre nuestra responsabilidad es llevar previsibilidad», sostuvo y celebró que «muchos comerciantes pudieron levantar sus persianas».
Larreta cerró el mensaje sobre la gestión en pandemia con un agradecimiento al personal de salud y, en particular, al ministro del área Fernán Quirós, sobre quienes valoró encarar la gestión del covid «con un coraje y un compromiso excepcionales». «Es admirable lo que dieron y siguen dando en un contexto de tensión, desgaste emocional y mucha incertidumbre». Y solicitó un aplauso al recinto semivacío.
«Un año en el que toda la gestión se centró en enfrentar el virus», sintetizó el año en pandemia y amplió el agradecimiento al equipo de gobierno, a los legisladores, a los trabajadores de la educación y a los adolescentes y adultos mayores, a quienes señaló como los más afectados por la realidad de la pandemia.
Defensa a la privatización del plan de vacunación y la coparticipación macrista
«No dejamos atrás la pandemia ni los desafíos que tenemos en la Ciudad», indicó el jefe de gobierno y aseguró que se está llevando adelante, con “estricta rigurosidad”, el cronograma de vacunación de grupos prioritarios establecidos por el gobierno nacional, lo que explica la falta de vacunación a los trabajadores de la educación.
Respecto del plan de vacunación, Larreta señaló que ya se aplicaron 132 mil vacunas –70.093 personas recibieron una dosis y 31.199 las dos dosis– y aseguró: «Se difundieron falsas acusaciones sobre la vacunación en la Ciudad, que atentan contra la tranquilidad y la confianza de la gente».
«En la Ciudad, hace 30 años, que las obras sociales y los hospitales de comunidad como el Italiano, Británico y el Alemán, siempre participan de las campañas de vacunación. Nunca nadie lo cuestionó», defendió la privatización de las vacunas.
Pandemia mediante, Larreta habló del «escenario complejo y desafiante» que se enfrentará en 2021 en términos económicos y por la caída de la actividad económica y «desafía a ser más eficientes en gestión de recursos», como preámbulo a la disputa planteada con el gobierno nacional.
«A la crisis económica por la pandemia se suma que, en septiembre del año pasado, el gobierno nacional decidió quitarle de manera inconsulta parte de los recursos de coparticipación, que le corresponden constitucionalmente», apuntó Larreta contra la decisión de Fernández de dar marcha atrás con el aporte de recursos extras a la ciudad que en su momento decidió Mauricio Macri.
El jefe de gobierno de porteño sostuvo que desde que se modificó la coparticipación por decreto –luego fue ratificado en el Congreso nacional– la Ciudad recibió 13.000 millones de pesos menos, unos 150 millones por día. Larreta criticó también la norma sancionada por el Congreso para ordenar la coparticipación y la describió como una norma «para quitarle a la Ciudad aún más fondos» y sostuvo que la pérdida será de 65.000 millones de pesos en 2021.
«Frente a esto siempre dejé clara mi posición, tenemos que tomar las decisiones en base al diálogo y al consenso», insistió y recordó la demanda presentada ante la Corte Suprema y defendió «el plan de eficiencia y de reducción de gasto público», entre lo que mencionó la postergación de obras públicas, punto que mencionó con un particular gesto de nerviosismo.
Una hoja de ruta hasta el 2023
Según Larreta, la hoja de ruta planteada a partir del «plan de eficiencia» será hasta 2023 y tendrá como primer eje «crear las condiciones para el desarrollo» y puso como primer punto: «Una transformación educativo para una verdadera igualdad de oportunidades».
«Hace más de 12 años que venimos trabajando junto a la comunidad educativa para garantizarles a nuestros chicos una escuela de calidad», fue lo primero que eligió destacar el jefe de gobierno porteño la presentar los objetivos de gestión de gobierno. La ministra de Educación, Soledad Acuña, lo escuchaba desde la Legislatura, sin que existiera ninguna mención a sus recordadas palabras para estigmatizar a los docentes. Tampoco hubo referencias al ajuste en los fondos para el sector.
«Los efectos que está dejando la pandemia en materia educativa son muchos y no podemos hacer oídos sordos. Tenemos que ponerlos sobre la mesa para implementar estrategias para solucionarlos», sostuvo. Mientras que en materia de Salud anunció la creación de dos nuevos Cesacs en Villa Luro y Boedo, y particular hincapié en «un plan de salud mental articulado con el ministerio Desarrollo Humano, porque se trata de un tema que requiere un abordaje integral».
En esa hoja de ruta, Larreta habló de continuar trabajando en los barrios populares con obras de servicios en los barrios Padre Ricciardelli, 21-24, 20, 15, Rodrigo Bueno, Fraga, Lamadrid, La Carbonilla, Carrillo, Barrio 31 y el complejo Piedrabuena; y destacó la sanción de la Ley de Economía Popular «para ampliar la red de comercios formales en los barrios y crear espacios de producción formales y habilitados».
En paralelo, en materia de Seguridad, Larreta anunció la compra de 5 mil nuevas cámaras de seguridad –para sumar a las 18 mil que ya funcionan en las calles porteñas– y la creación de un mapa del delito. Además, anticipó que volverá a ampliar las penas contra las contravenciones, con una modificación en la Ley de Seguridad. «Una de esas contravenciones es la venta ambulante ilegal, que se apropia del espacio público y atenta contra el trabajo legítimo de los comerciantes», advirtió el jefe de gobierno porteño, ya condenado internacionalmente por la política de represión a los manteros.
El jefe de gobierno también reivindicó la política de privatización de las tierras públicas y la modificación del Código Urbanístico de la Ciudad y anticipó que «este año se presentaron nuevas iniciativas para impulsar la obra privada y que se dupliquen las construcciones en la Ciudad».
Y adelantó: «Lanzamos una convocatoria abierta para convenios urbanísticos para desarrollar la Ciudad, con prioridad en la zona sur.» La resistencia de los vecinos de La Boca ante el avance inmobiliario y las movilizaciones para crear un parque público en Costa Salguero contra el proyecto oficial de hacer un barrio de edificios no aparecieron en el discurso de Larreta.
Entre otros puntos, el jefe de gobierno también mencionó el trabajo junto al Gobierno nacional de una visa especial que reconozca a los «nómades digitales». «Jóvenes que viajan por el mundo trabajan de manera remota. Creemos que, a través de ellos, podemos potenciar el talento de la Ciudad y promover el desarrollo económico», indicó.
Y anticipó la presentación del Plan integral de BA Reciclado, que contará, entre otras medidas, con que para fin de 2021 todos los vecinos de la Ciudad van a tener un contenedor verde para reciclables a un máximo de 150 metros de su casa.