Esquel desde el agua: adrenalina y equilibrio con la naturaleza

Esquel está rodeado de lagos, lagunas y ríos que le aportan a la curiosa mirada del visitante, puntos de vista inimaginables desde propuestas de turismo activo.

Esquel está rodeado de lagos, lagunas y ríos que le aportan a la curiosa mirada del visitante, puntos de vista inimaginables desde propuestas de turismo activo. El rafting en el río Corcovado y el kayak en el río Arrayanes, permiten introducirse en este marco natural único, conjugando el deporte con la travesía y la contemplación desde el corazón mismo de la Patagonia.

La localidad chubutense de Esquel presenta todo el año una variada oferta de actividades, en invierno con el centro de esquí La Hoya y en verano con campings, senderos, y un sinfín de atractivos naturales que se convierten en el escenario ideal para actividades deportivas y de aventura. Con la llegada de la primavera y los días más cálidos se torna ideal para el disfrute de los alrededores de Esquel, que encierran en su territorio una belleza paisajística excepcional. Los ríos Arrayanes y Corcovado son los grandes actores de esta escena, el primero ofrece un paseo en kayak de ensueño y el segundo un rafting inolvidable, ambos crean experiencias inolvidables.

REMAR EN AGUAS CRISTALINAS

En un recorrido de cinco kilómetros, el emblemático río Arrayanes une el Lago Verde con el Río Futalaufquen. Situado en el Parque Nacional Los Alerces, cuenta con dos lagos en la naciente y la desembocadura, montañas en los cuatro puntos cardinales y aguas semi transparentes de color turquesa, a través de las cuales se logra visualizar la flora de su lecho y el ir y venir de truchas. Se trata de un río profundo, cuyo ancho promedia los cien metros.

Si bien desde la Ruta Provincial 71 se puede seguir de cerca su recorrido, una excursión inigualable es la de recorrerlo en un viaje de travesía en kayak. A ambos márgenes, hermosos arrayanes de corteza color canela acompañan el viaje, con postales únicas, inimaginables desde la costa.

Esta excursión puede llegar a insumir cuatro horas y es ideal para, precisamente, desconectarse. El kayak brinda la oportunidad incluso de hacer un alto en el remo para dejar que el mismo río sostenga la embarcación, suspenda el tiempo y los sentidos expandan su capacidad de conmoverse.

El calmo andar de las aguas del Río Arrayanes y el persistente andar de las truchas, el incesante viento patagónico y el polifónico susurro que proviene de la avifauna del Parque Nacional, completan una experiencia sensorial que difícilmente pueda reproducirse con fidelidad en algún posterior relato anecdótico.

Adentrarse en este río transmite la sensación de estar penetrando territorio virgen. El silencio, armónicamente interrumpido por las aves y el viento atravesando los árboles, invita a participar del equilibrio de una manera saludable.

ACCIÓN EN EL RÍO CORCOVADO

Los rápidos patagónicos son ideales para quienes arriban a estas tierras, buscando acción. El Corcovado ofrece rápidos que invitan a navegarlos, en una propuesta que garantiza adrenalina y aventura, entre los cañadones que cortan la Cordillera de los Andes.

Inicialmente, la bajada es tranquila, lo que permite ir acostumbrándose a las remadas, según las indicaciones del guía. Conforme se van recorriendo los recodos del río, los rápidos de clase II y III salpican de agua fría al grupo. Con la llegada a los cañadones, se incrementa la velocidad y también el vértigo y la adrenalina. El río Corcovado seguirá serpenteando hasta llegar al Océano Pacífico. En Chile es rebautizado como Río Palena.

Esta excursión de aventura no sólo divierte por la experiencia misma de remar entre los rápidos, sino que desborda los sentidos con un paisaje que se cierne sobre los navegantes como escenografía natural.

Tanto la Travesía de kayaks como la de rafting, no precisan de experiencia previa. Con solo atender las indicaciones de los guías, es suficiente para disfrutar activamente de esta propuesta turística. El mejor momento del año para disfrutar estas excursiones es de noviembre a marzo, cuando el caudal de los ríos conforma la plataforma ideal para la aventura.

Fuente: El Patagónico