Desempleo joven: sin estudios, ni trabajo

La inactividad de los jóvenes "ni-ni's" pasó -en el pico del aislamiento del pasado año- del 15 al 22% promedio. Hubo mejoras… de la mano de la informalidad.

La inactividad de los jóvenes «ni-ni’s» pasó -en el pico del aislamiento del pasado año- del 15 al 22% promedio. Hubo mejoras… de la mano de la informalidad.

«El grupo de jóvenes entre 16 y 29 años es el más afectado con altas tasas de inactividad, desempleo y pobreza, afectando su bienestar en el corto plazo y también la trayectoria laboral a largo plazo».

Un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino señala que «la tasa de desempleo en este grupo muestra una fuerte brecha con el resto de la población en actividad. Desde el año 2017 se viene dando un deterioro que se acrecentó en el 2020 con la cuarentena».

Cabe recordar que según la última medición del Indec -cuarto trimestre de 2020- para el total de los aglomerados urbanos del país, la desocupación alcanzó el 11,0%. «Entre las mujeres, mientras que la tasa del grupo de 30 a 64 años es de 7,6%, la correspondiente al grupo de 14 a 29 años asciende a 26,0%, 3,4 veces la tasa de las adultas. En el caso de los varones jóvenes (14 a 29 años) la tasa alcanzó el 19,0%, representando 2,9 veces la tasa de mayores, que fue de 6,6%».

Idesa. El centro de estudios que dirige Jorge Colina, especificó sobre la inactividad que «el porcentaje de los llamados ni-ni´s, quienes ni estudian ni trabajan, promediaba un 15%. En el segundo trimestre del año pasado esta tasa se disparó hasta un 22%, en parte por quienes desistieron de buscar trabajo por las condiciones adversas y, por otro lado, quienes no pudieron continuar sus estudios de manera virtual.

«Sumado a esto los jóvenes no suelen conseguir empleos de calidad y terminan insertándose en el sector informal (ya sea como asalariado no registrado o como cuentapropista no profesional). Comparándolos con el resto de las personas ocupadas, la brecha en la informalidad es de alrededor de 15 puntos porcentuales».

Expone Idesa: «Que haya caído la tasa de informalidad hacia el segundo trimestre del 2020 no significó que mejoraron las condiciones laborales, sino que, se perdieron muchos empleos del sector informal».

Las barreras

Idesa pone en la baja calidad del mercado argentino, el escollo para encontrar soluciones. «Mejorar las condiciones para que el mercado laboral absorba el desempleo joven es una deuda pendiente en Argentina. Resulta difícil que con las numerosas regulaciones, costos y riesgos que afrontan los empleadores, decidan contratar una persona sin ninguna experiencia previa.

El Cippec calculó que en el período marzo-junio de 2020, el número de empleadores bajó cerca de 15.000 (-3%) para el mes de junio 2020. La concentración de la caída interanual se dio en mayor medida entre las microempresas (74.5% del total de bajas), empresas de hasta 10 trabajadores (9,7%), empresas entre 11 y 50 trabajadores (10.3%) y empresas de más de 50 trabajadores (5.5%).

Para Idesa, «se debería avanzar con un proyecto de empleo joven que genere beneficios fiscales e incentivos para orientar a las empresas a la creación de puestos de trabajo para estas personas».

También propone «realizar un profundo cambio en la política educativa para que las escuelas y universidades formen personas que estén preparadas trabajar en el sector privado, dejando de lado el prejuicio que las pasantías son una forma de precarización laboral, cuando en realidad son el mejor instrumento para que los jóvenes adquieran formación y experiencia».

POR EDAD Y GÉNERO
El Centro de Estudios para la Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento calculó que en el tercer trimestre de 2020 -en el pico del impacto Covid a la economía- «la caída del empleo afectó en mayor medida a los y las trabajadores y trabajadoras de menores calificaciones. Quienes tienen estudios primarios incompletos redujeron su empleo en 28%, mientras que quienes tienen estudios universitarios lo hicieron en 7,6%, de manera interanual. También se produjo una gran variación según el tipo de inserción laboral. El empleo asalariado formal cayó en un 5,2% interanual, mientras que el empleo asalariado informal cayó 30%».

Fuente: El Litoral