Para el Consejo Empresario la economía de Mendoza se achicó más que la nacional

Fue 3,2% frente al 3,1% de la Nación. El empleo privado registrado tampoco pudo crecer desde 2011, pero se ponderó el ordenamiento fiscal que se gestó desde 2016. En los municipios aumentó la planta estatal más que en el resto de la provincia

Fue 3,2% frente al 3,1% de la Nación. El empleo privado registrado tampoco pudo crecer desde 2011, pero se ponderó el ordenamiento fiscal que se gestó desde 2016. En los municipios aumentó la planta estatal más que en el resto de la provincia

El CEM (Consejo Empresario de Mendoza) publicó su último informe sobre la situación de la economía nacional y local. Afirma que el PIB de la provincia se achicó 3,2% en la década pasada; 0,1% más que la retracción nacional. Además, agregó que tampoco fue capaz de crear crear empleo privado, a tono con la situación del país,al que ubica en una crisis de competitividad. Sí ponderó la baja de impuestos provinciales y el ordenamiento de las cuentas.

El documento tiene 45 páginas de información sobre lo que pasa en la economía argentina y cómo sus problemas estructurales tienen un fuerte correlato doméstico. Hace especial foco sobre la competitividad; perdida -según su análisis- por la incapacidad de ordenar los lineamientos macro y por el creciente déficit fiscal. Ponderan que ese aspecto haya comenzado a resolverse en Mendoza, pero sin que implique un crecimiento económico. Todo lo contrario.

Es que entre los datos que arroja se explica que durante el período 2011-2021, Mendoza produjo menos bienes y servicios que en los años precedentes. Un 3,2% frente al 3,1% que arrojan las cifras nacionales. Ambas jurisdicciones «crecen en serrucho», según se indica, haciendo referencia a que viven períodos de altibajos, aunque con un nivel más pronunciado de los elementos negativos.

La caída de las exportaciones
Las exportaciones de la provincia son uno de los ejes que explican esa caída. Según expresan los empresarios, Mendoza exportó en 2021 más de 1.600 millones de dólares (la mitad de eso producto de la industria vitivinícola), lo cual significa un retroceso cercano al 10% en relación a sus exportaciones del año 2011.

Ese dato redunda en pérdida de mercados y de nuevas oportunidades y, como los expresados durante casi todo el informe, están estrechamente relacionados con lo que le ocurre al país. Luego de alcanzar un máximo de U$S 82.000 hace once años, las ventas al exterior se redujeron en aproximadamente un tercio, aunque con un repunte durante el año 2021. El atraso en el tipo de cambio nominal, el cepo, los constantes cambios de aranceles y la «voracidad fiscal» son las causas con las que explican este fenómeno.

Bajar impuestos y gasto público para crear empleo
El tamaño del Estado es otro de los aspectos sobre los que puso la mirada el CEM. En uno de sus datos sobresalientes, explica que en los últimos 15 años, el sector público a nivel nacional creció del 30% al 44% del PIB, «hiperatrofiándose» y generándole más complicaciones al sector privado con impuestos, cada vez más regulaciones (a las que califica de «maraña») y con gastos ineficientes.

De hecho, respalda con números gran parte de lo explicado en materia de impuestos. La presión impositiva del país representó el 29,4% de su Producto Interno Bruto durante la medición del año 2020 (el más restrictivo hacia la actividad por efectos de la pandemia de coronavirus), mientras que durante ese mismo espacio de tiempo, el promedio de América Latina se ubicó en el 21,9%. Esa es la diferencia que «ahoga» a los empresarios, de acuerdo a la mirada de los técnicos a cargo del informe.

En Mendoza los impuestos también crecieron durante esa etapa: la presión tributaria provincial se duplicó entre 2004 y 2021, con un particular incremento entre 2010 y 2015. Desde 2017, el indicador empezó a bajar hasta ubicarse en 6,5% del Producto Bruto Geográfico. En ese sentido, valora «el ordenamiento iniciado en 2016, la racionalización del gasto público y la disminución de la presión tributaria».

Pero el orden por el orden mismo no parece ser suficiente. Según se desprende del informe, debe ser orientado hacia la creación de bienestar para sus habitantes. «Entendemos que el esfuerzo de ordenamiento fiscal y de reducción de impuestos debe continuar, poniendo énfasis en crear empleo privado registrado»; pero, reza: «el Estado no debe ser más grande de lo que puedan financiar los privados».

Dificultad laboral: Mendoza no escapa al estancamiento
La provincia, al igual que el país, no logró crear empleo privado en la última década. La información indica que el trabajo asalariado se mantuvo en las 234.000 personas que habían sido medidas durante el año 2011 por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Sin embargo, lo que sí creció fue la planta de empleados públicos: el 7% en términos generales y el 13% en los municipios.

Una vez más, ese aspecto va en sintonía con cifras nacionales. Mientras la Argentina cayó 1,2% en cantidad de empleados asalariados, el número de empleo que depende de las arcas estatales se incrementó el 31%. El otro ítem en donde creció fue en el rubro de los monotributistas: dos puntos porcentuales por encima de lo que reflejaban tras la primera década de este siglo.

Todos estos guarismos tienen relación con la cantidad de empresas que se perdieron durante el mismo período. De 13,6 compañías cada 1.000 habitantes que había, una década después se pasó a 11,3 sobre el final del año 2021. En concreto, se perdieron 42.306 empleadores en diez años; el 7,5% de acuerdo a informes del SIPA y la AFIP.

Fuente: Uno