Jujuy: Reunión por conservación y manejo de vicuña en silvestría
LAS FIBRAS DE VICUÑAS SON SUAVES Y FINAS, Y CODICIADAS A ESCALA INTERNACIONAL PARA CONFECCIÓN DE PRENDAS.
El camélido es sustentable en materia económica, ambiental y cultural. Ganaderos exigen modificación en la ley.
La conservación y el manejo de la vicuña es uno de los temas que están abordando ganaderos, comunidades de la Puna para trabajar la esquila y exigir un mayor control sanitario al Estado principalmente.
La conservación de la vicuña constituye una alternativa de producción económica en beneficio del poblador andino y su aprovechamiento gradual bajo control del Estado, aplicando las técnicas para el manejo de la fauna silvestre que determinen los organismos oficiales competentes. Así dice un artículo de la ley nacional para proteger a la vicuña. La ley provincial aun no fue reglamentada.
Está prohibida la caza y la comercialización ilegal de la vicuña, sus productos y derivados en el territorio de países andinos.
De cada tres cueros de vicuña se obtiene un kilo de fibra. En la cuenca de Pozuelos estiman más de 3 mil cabezas de vicuñas.
El dirigente ganadero Marcos Sulca, de Rinconada, comentó que junto a René Calpanchay y Clemente Flores desde enero vienen trabajando con varios comuneros para organizar información y planificación sobre capturas y esquilas de las vicuñas con todas las normas.
Por ello invitaron a los habitantes de la zona sur de la Laguna de Pozuelos, centros vecinales y comunidades aborígenes a una reunión el viernes desde las 11 a las 16, en el SUM de la comunidad de Ciénego Grande, Rinconada. Allí tratarán sobre la captura y esquila de la vicuña en silvestría, y también la sarna en esos animales. A este encuentro asistirán técnicos de Biodiversidad de Jujuy, técnicos vicuñeros y el Inti.
Así también Sulca comentó que fue invitado a Bolivia a participar de la Convención de la Mesa Vicuñera donde estuvieron ganaderos y productores de Ecuador, Bolivia, Perú, Chile y Argentina. Participaron 20 representantes de Argentina netamente aborígenes, e intercambiaron posturas para avanzar en el tema.
Con respecto a la ley sobre la vicuña, apuestan a que debe hacerse un cambio y han coincidido en Bolivia que la ley debe modificarse y exigir que el Gobierno la reglamente lo antes posible.
Por ahora los comuneros expresan que irán a trabajando en la parte organizativa. «Entendemos que la fibra de la vicuña es de los pueblos, comunidades originarias que habitamos a lo largo de la Puna. Somos solidarios con la ley nacional que existe y tenemos una ley provincial, queremos que la vicuña se aproveche integralmente», afirmó Sulca.
La reunión en Ciénego Grande será la tercera, y destacó que la gente en común reniega porque las vicuñas contagian a los animales de sarna que está acentuada, además rompen los potreros y en octubre la vicuña sufre la falta de agua por la sequía en la Puna.
La vicuña es una especie que estaba en extinción, quedaban menos de 2 mil animales en el año 1960 en todo el altiplano de la Argentina; menos de 10 mil en los cuatros altiplanos de Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Es una especie que ha llegado a un grado bajo de número de animales. Pero gracias a las medidas conservacionistas y el compromiso de los pobladores se ha recuperado cantidad, es decir que se puede volver a empezar a la captura y esquila en poblaciones donde la densidad del animal silvestres es suficiente.
