Puerto Madryn: Municipales ‘autoconvocados’ propusieron habilitar las cajas
Ayer por la mañana, un grupo aproximado de 350 empleados municipales, se reunió en las oficinas que la Municipalidad tiene sobre la calle Roque Sáenz Peña al 300, con la intención de realizar un acta en la que dan su conformidad para la apertura de las cajas para el cobro de impuestos. Estos trabajadores autoconvocados, que en su mayoría no está afiliado a ninguno de los dos sindicatos, convocaron también a una escribana para que constate la firma de cada uno de ellos. Braian Masa Forconi, abogado y empleado del municipio, contó detalles acerca de esta convocatoria: “La intención es poder aportar ideas para que se pueda hacer efectivo el pago de nuestros salarios. En el primer piso del edificio está la escribana, se está haciendo la cola donde están pasando de a cuatro empleados municipales y están firmando el acta. Después vamos a hacer la presentación ante la Secretaría de Trabajo y las autoridades que correspondan para que este pedido tenga legalidad”.
Seguridad
Según explicaban los empleados que reunidos en las oficinas conocidas como “Dormilindo”, la idea de ellos es poder cobrar sus sueldos lo antes posibles y creen que sin la apertura de las cajas, esto no va a ser posible: “Es una acta que hemos elaborado nosotros previo a una votación, donde queremos que se habiliten las cajas de la secretaría de Hacienda y los Municerca para que los vecinos de Puerto Madryn puedan hacer frente a sus obligaciones impositivas, de manera pacífica, y que se garantice la seguridad de los ciudadanos y de los trabajadores municipales que quieren estar en su lugar de trabajo para que se recaude y de ese modo nos puedan pagar el sueldo”, explico el letrado.
Quieren cobrar
La sensación de un posible enfrentamiento entre los sindicatos y los trabajadores autoconvocados flotó en el aire durante toda la mañana. Sin embargo, estos últimos evitaron acercarse hasta la plaza para evitar que algún conflicto empañara la propuesta por ellos presentada: “Nosotros se lo vamos a comunicar a los gremios pero no nos vamos a hacer presentes en la plaza, porque queremos evitar cualquier tipo de conflicto, nosotros somos empleados y queremos cobrar. Queremos que quede bien en claro que queremos cobrar, no tenemos ningún tinte político ni nada por el estilo y acompañamos la gestión del señor intendente Ricardo Sastre, que está haciendo todo lo posible para que nosotros cobremos. Esto es una decisión nuestra y le vamos a enviar copia a los sindicatos porque tienen que estar informados”, señaló Masa Forconi.
Confían en Tarrío
Uno de los motivos que los sindicatos exponen a la hora de explicar el por qué de la negativa a habilitar a las cajas, es que no confían en que lo recaudado se destine a los sueldos y que el dinero se utilice para cubrir otros compromisos económicos que tiene la Municipalidad. Al consultarle acerca de esta situación, el abogado que representa a este grupo de trabajadores manifestó que “lo escuchamos al contador Tarrío y vamos a hablar con él para que nos de la seguridad de que esa plata va a ir para los salarios. Confiamos en la palabra del contador Tarrío y del intendente, necesitamos que termine esta medida extrema que han tomado los sindicatos, porque a esta altura, el mes pasado, ya habían cobrado hasta la categoría cinco y eso que no iba todo destinado al pago de salarios”.
Protesta
Mientras esto sucedía en Roque Sáenz Peña y Marcos A. Zar, a dos cuadras de allí los empleados agremiados en el Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (SEYOM) y en la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), tomaron literalmente las oficinas de la secretaría de Hacienda, mientras que las puertas de la Municipalidad y del Concejo Deliberante permanecían abiertas de par en par, ofreciendo una imagen que indicaba que los tres edificios públicos eran tierra de nadie, o más bien tierra de los trabajadores. Cerca de las once de la mañana, la situación se tensó aún más, ya que un puñado de efectivos del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP), ingresó por la puerta trasera de la secretaría de Hacienda con la intención de desalojar definitivamente. Un rato después, este grupo de trabajadores abandonó el lugar de manera pacífica, sin que sea necesaria la intervención policial.
