Achiras suma la peperina a los programas que buscan generar conciencia ambiental

La propuesta beneficia a 10 familias que se dedicarán al cultivo para la posterior inserción de la hierba en el mercado. Recibirán la materia prima y charlas de capacitación gratuita

La propuesta beneficia a 10 familias que se dedicarán al cultivo para la posterior inserción de la hierba en el mercado. Recibirán la materia prima y charlas de capacitación gratuita

La localidad de Achiras da un nuevo paso en el marco de los distintos programas y proyectos que lleva a cabo con un objetivo común: generar conciencia ambiental.

A la plantación de miles de ejemplares de algarrobo blanco ejecutada en los últimos tiempos, el tratamiento de desechos orgánicos con alumnos de establecimientos educativos como protagonistas y la creación de un lombricompuesto para que esos residuos se conviertan en abono, ahora se abre paso la propuesta de plantar peperina para seguir promoviendo la cultura verde en el pueblo.

“Todo esto empieza desde el momento en que empezamos a actuar en economía circular. Por ejemplo, en cuanto a residuos, nosotros tenemos programas de compostaje de desechos orgánicos en las escuelas primarias. Los chicos de segundo grado juran ser guardianes del medio ambiente junto a los Bomberos Voluntarios, por eso considero que fomentar y seguir apoyando lo que ya se hace es fundamental”, señala Guillermo Concari, quien es encargado de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Achiras.

Y agrega: “En mi caso voy periódicamente al colegio porque con los chicos creamos una compostera y con el uso de un microscopio observamos cómo trabajan los microorganismos y cómo descomponen esa basura. Así, convertimos basura en materia orgánica y a la vez a eso lo convertimos en base para un lombricompuesto, de forma tal que sea la materia prima para generar, en este caso, peperina. Todo esto, actuando en economía circular”.

Concari es licenciado en Administración de Empresas y un apasionado de la historia de su pueblo, donde nació y se crió “en medio de los morteros indígenas”, según él mismo describe. “Hay un montón de proyectos en marcha pero lo fundamental me parece que es concientizar. Dar el puntapié inicial en concientización y que las nuevas generaciones vengan a solucionar las cosas en las que nosotros fallamos, creo que es fundamental”, sostiene Guillermo.

Economía verde

“Lo de la peperina nace a partir de una necesidad del taller protegido local. Los chicos venden yerba orgánica y a partir de mi búsqueda, por internet tomé conocimiento de una Cooperativa llamada Flor de Laburo que fomenta el trabajo desde la peperina y que cuentan con el apoyo de la Secretaría de Ambiente de Córdoba. Así fue que contacté a los funcionarios con la idea de poder solicitar el mismo acompañamiento y me dijeron que sí, pero que debía sumar a algunos otros interesados, porque el programa es amplio”, cuenta Guillermo. Y añade: “Invité a varios municipios y comunas cercanas, y Alpa Corral accedió, porque ya tienen un vivero, así que logramos esa ayuda y vamos a recibir la visita de la gente de Flor de Laburo para una capacitación con el fin de poder plantar una especie que nosotros hasta ahora retiramos de las sierras como si no se fuera a acabar nunca”.

Actualmente, se abrió la convocatoria para inscribir a las primeras 10 familias que deseen participar de la propuesta, quienes recibirán 50 plantines cada una y capacitación, todo de forma gratuita, para poder empezar con sus respectivos cultivos.

Con sólo 35 años recién cumplidos, Concari también contribuyó a la creación de un vivero municipal para el pueblo, en donde vio propicio criar las plantas de buena genética para luego ser trasplantadas desde allí al lugar de esa zona para forestación.

“Una de las cosas que a mí más me gusta es generar biodiversidad dentro de los ecosistemas. Un árbol permite crear un hábitat especial que permite que la vida misma se multiplique y advertimos que en la reserva natural teníamos pocos algarrobos, y dentro de esa carencia, ningún algarrobo blanco, especie que en la actualidad se encuentra amenazada. Así fue que resolvimos hacer un vivero en la localidad, rescatando lo que era el patio de la Policía local, que era un espacio que estaba abandonado, y con elementos que estaban en desuso fabricamos un invernadero, hicimos un huerto ecológico y un estaquero provincial”, cuenta Concari. Y agrega: “Por su ubicación geográfica, Achiras se encuentra en el final de las sierras y tiene un clima que hace dificultoso que las plantas crezcan normalmente bajo tales condiciones. Les cuesta mucho a las plantas adaptarse y más si llegan desde otros lugares. Por eso la idea era proporcionar plantas con buena genética desde el vivero”.

Fuente: Puntal