En Gigena, cada vez más mujeres quieren aprender albañilería

El curso dictado en el CIM tiene 25 alumnas, cuadruplicando la cantidad de la primera edición. Muchas lo eligieron para poder realizar arreglos en sus hogares, otras para adquirir nuevos conocimientos y algunas con la idea de encabezar sus emprendimientos

El curso dictado en el CIM tiene 25 alumnas, cuadruplicando la cantidad de la primera edición. Muchas lo eligieron para poder realizar arreglos en sus hogares, otras para adquirir nuevos conocimientos y algunas con la idea de encabezar sus emprendimientos

La segunda edición del curso de albañilería para mujeres dictado en el Centro Integrador Municipal (CIM) de Alcira Gigena se transformó en un verdadero éxito. Este año se cuadruplicó el número de alumnas y unas 25 vecinas están cursando para aprender el oficio. Si bien los intereses son diversos, ya que algunas definieron capacitarse para realizar arreglos en sus viviendas, otras pretenden adquirir nuevos conocimientos y hay quienes quieren encabezar sus emprendimientos; son cada vez más las gigenenses que se animan a derribar prejuicios de género en el rubro de la construcción.

Así lo manifestó en diálogo con Puntal, una de las docentes a cargo, la arquitecta María José Salvatierra, quien se mostró muy satisfecha con la buena respuesta que tiene la formación por parte de las estudiantes. “Estamos sumamente felices, el año pasado tuvimos 7 mujeres y este año 25. Y lo más importante en este curso es que perdura y que las mismas vecinas que empiezan puedan terminar, que no vayan dejando en el camino. Afortunadamente todas las que iniciaron siguen”, expresó.

Acerca de la dinámica de las clases, detalló: “Ahora estamos viendo bastante teórico y vamos asentándolo con algunas clases prácticas en las que se ve lo aprendido”. En este sentido, precisó: “Con las alumnas estamos haciendo recorridos por las obras, estuvimos haciendo tareas de replanteo en la casa de una de las alumnas que quiere agregar una habitación. Y ahora estamos esperando para hacer modificaciones y actividades con fines sociales también. Están bastante entusiasmadas y contentas con este último proyecto”.

Salvatierra comentó que “el grupo es bastante variado”, ya que las motivaciones de cada una son diferentes, así como sus edades que van de los 23 a los 60 años. “Tenemos mujeres que simplemente tienen curiosidad por el rubro, otras mujeres lo buscan para hacer arreglos en su casa y también está el tema que a la mujer a veces no se le da lugar en una obra entonces hay desconocimiento tanto de las herramientas, materiales y las técnicas. Asimismo las entusiasma ver que no es tan complejo para aprender, que si me equivoco lo puedo arreglar entonces se animan. Para mí es una satisfacción total ver fotitos de que están haciendo cosas en sus casas, que están haciendo arreglos, revoques”, señaló la profesora.

Al respecto, precisó que algunas vecinas le manifestaron que los costos de la mano de obra para hacer mejoras en sus hogares son difíciles de afrontar, por lo que definieron ser ellas mismas quienes con su trabajo puedan ponerse al frente de los arreglos.

La arquitecta destacó la buena calidad de los trabajos realizados por las mujere, y recalcó que tienen “el ojo un poco más afilado en los detalles, en la prolijidad, en las terminaciones”. “El año pasado hicimos un revoque y los mismos albañiles no les creían a las mujeres que había sido la primera vez que revocaban. Es una mano de obra muy detallista”, subrayó.

Además, aseguró que este curso para aprender el oficio representa “abrir un nuevo lugar para la mujer en la obra, tanto para levantar una casa como para hacer terminaciones que tienen que ver con pintura o construcciones secas”. Asimismo, dijo que dada la excelente convocatoria, la idea es darle continuidad a la formación, por lo que no descartó la posibilidad de dictar un segundo nivel sumando más conocimientos a las mujeres que ya se recibieron.

Cabe señalar que esta capacitación de la Escuela de Oficios del CIM también es dictada por Darío Gilardini y se realiza en dos grupos los días jueves y viernes, dos horas por semana.

“Era un sueño que tenía”

María Eugenia es una de las alumnas que este año decidió anotarse en el curso y aseguró que le despertó muchísimo interés “porque en una casa siempre hace falta hacer algo, como pegar un piso o un cerámico, hacer un revoque”.

A propósito puntualizó: “Al principio yo imaginé que el curso iba a ser simple pero es realmente muy completo, ya que vemos fundamentaciones, replanteos de obra, mampostería, instalaciones tanto eléctricas como cloacales, tipo de entrepisos, cómo cubrir un techo y las terminaciones”.

La vecina expresó que aprender albañilería “era un sueño que tenía en mi vida, si bien tal vez no vamos a salir a construir a lo mejor una casa desde cero, vamos a tener los conocimientos y herramientas básicos”.

Por su parte, Elena, otra estudiante, manifestó que se inscribió en la formación porque la consideró “muy útil e importante”. Y agregó: “Al ser ama de casa, en el hogar siempre surgen necesidades que una podría solucionar ya que no son tan difíciles y nosotras con conocimientos mínimos las podríamos resolver, sin estar dependiendo de alguien más”.

La mujer reside en la localidad de Elena, por lo que dos veces a la semana viaja para poder realizar esta formación.

Fuente: Puntal