Gobierno federal promete medidas para la seguridad de Río de Janeiro
Se espera que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva anuncie en la semana un paquete de medidas para reforzar la seguridad en el estado de Río de Janeiro.
Se espera que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva anuncie en la semana un paquete de medidas para reforzar la seguridad en el estado de Río de Janeiro. Según el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino, además de aumentar la presencia de policías y fuerzas armadas, las medidas deben implicar estrategias para aumentar la tecnología.
“La cuestión central para derrotar a las milicias y a las organizaciones criminales en general pasa por la inteligencia, la tecnología y la descapitalización. Estos son los ejes que todo el mundo reconoce como virtuosos para romper este dominio territorial de las organizaciones criminales”, afirmó Dino este miércoles (25), tras una reunión en el Palacio de Planalto.
El ministro afirmó que la orientación del presidente Lula es fortalecer la presencia federal en Río de Janeiro, manteniendo la cooperación entre las fuerzas federales y estatales, de acuerdo con las competencias de cada uno. Según él, hay un estudio en fase concluyente que será presentado al presidente la próxima semana con el objetivo de fortalecer tres áreas de competencia federal: puertos, aeropuertos y fronteras terrestres brasileñas.
“Esto no involucra la frontera de Río de Janeiro con otros estados, que ya son objeto de acción de la Fuerza Nacional con la Policía Federal de Carreteras. Me refiero a las fronteras brasileñas, porque es relevante para el tráfico de drogas y armas que afecta fuertemente al sureste”, explicó Dino.
Defensa
El gobernador del estado, Cláudio Castro, pidió al ministro de Defensa , José Múcio Monteiro, reforzar la seguridad en la Bahía de Guanabara, en los puertos, aeropuertos y en las carreteras federales para combatir el ingreso de armas y drogas al estado.
Luego de un operativo de la Policía Civil que terminó con la muerte de un líder miliciano el pasado lunes, cómplices promovieron una jornada de caos en al menos siete barrios de la zona oeste de la capital carioca. Se quemaron 35 autobuses e incluso se incendió la cabina de un tren.
