Florecen las fábricas de cerveza artesanal en Villa General Belgrano

cervezas-artesanalesEn 15 años, Villa General Belgrano pasó de no tener ninguna a contar con 11 fábricas de cerveza artesanal. La primera, en 1999, la instaló una familia que se radicó en la localidad con esos fines, al advertir que era un segmento no explotado justamente en la sede desde hace 50 años de la concurrida Fiesta Nacional de la Cerveza.

Diego Assadourian, dueño de Viejo Munich, la marca pionera, señaló que la propagación de cervecerías fue un furor que en los últimos años se proyectó también a nivel nacional.

“Cuando pusimos la nuestra, había pocas en el país. En la actualidad, hay más de tres mil”, comparó. Su fábrica acompañó la reapertura de un restaurante, y por muchos años la producción se hizo a la vista de los clientes. Hasta que, por su crecimiento, se trasladó a una nueva planta. En la actualidad, Viejo Munich produce 120 mil litros anuales.

Assadourian comentó que, en distinta escala, todos los emprendimientos funcionan, pero que la localidad llegó ya a cubrir la demanda del turista.

Ocho de las 11 fábricas artesanales son de baja escala pero tres ya tienen una producción mayor. “Somos el principal productor de cerveza per cápita en Argentina”, dijo el intendente Gustavo Medina, quien destacó que la actividad emplea entre 50 y 70 personas. “Hay 11 que fabrican de forma permanente pero algunas más lo hacen de forma esporádica”, añadió.

Cerveza por alfajores

“Además de su consumo, la cerveza artesanal se convirtió en el principal souvenir que el turista lleva como recuerdo o regalo”, comentó Carlos Seyfarth, presidente del Centro de Comercio y dueño de Germania, una de las pequeñas fábricas locales, que produce unos ocho mil litros por año.

“Se cambió lo más tradicional que era llevarse una caja de alfajores o chocolate, por una caja de cervezas”, apuntó Assadourian.

La localidad, de nueve mil habitantes, adquirió chapa nacional y hasta internacional por su fiesta de la cerveza, que se realiza cada octubre. En los días que dura la Oktoberfest, las fábricas locales venden una importante producción. Asimismo, en toda época del año, los turistas llegan con la idea de degustar una cerveza artesanal. Ese clima que irradia Villa General Belgrano permite que las pequeñas fábricas puedan mantenerse abiertas.

Seyfarth recordó que en la vecina Santa Rosa de Calamuchita, a apenas nueve kilómetros, había una sola fábrica y cerró.

“Acá todas funcionan, creo que no se puede vivir solamente de eso, pero es un buen complemente si se combina con otro negocio, como un restaurante o un comercio de regionales”, añadió.

Fuente: La Voz del Interior