Un fracaso que desnuda la falta de pericia de un Gobierno sin experiencia ni humildad
La labor de Diptuados terminó en fracaso, todo se reinicia y el Gobierno no descarta la consulta popular, idea de Santiago Caputo. El rol de los Milei y la ausencia de liderazgo parlamentario.
07/02/2024 El PaísLa labor de Diptuados terminó en fracaso, todo se reinicia y el Gobierno no descarta la consulta popular, idea de Santiago Caputo. El rol de los Milei y la ausencia de liderazgo parlamentario.
Algo se rompió. El Gobierno pensó que la política no era necesaria. Todo va a salir más caro a partir de ahora. Karina Milei cree que maneja el Congreso y no sabe dónde está el baño. El Gobierno se va a quedar sin los radicales y Big Mike no descarta dejar de apoyar. Es el final de una primera época, la adhesión testimonial y moral no existe más, empieza la política y se acabó el impacto mediático y los delirios sin conocer el Congreso. La ley ómnibus nació muerta, se reían de la diputada Zaracho y entre todos no pudieron leer un reglamento para no quedar como bobos.
Todas las definiciones de este primer párrafo son palabras, citas, textuales, pensamientos, críticas e insultos de integrantes del oficialismo que hacen una autocrítica: el Gobierno no trabajó la ley ómnibus, no supo timonear el consenso y pensó que se podía llevar «de las narices» a personas que tienen medio siglo de política parlamentaria en sus espaldas. Javier Milei insultó a distancia, Karina Milei no supo qué decir, y Guillermo Francos avisó cómo venía la aprobación en particular ayer a la noche, para evitar confusiones. Mal día para Martin y Lule Menem, padres de una situación que, de mínima, empantana el comienzo de la era Milei y abre la puerta a un abismo que tendrá la profundidad y nivel de mortandad que el Presidente elija.
El temor de que se pare el plan de Gobierno y, por ende, las transformaciones, puso al presidente Mauricio Macri en vilo: es él quien está convencido de que Cambiemos hubiera llegado a la reelección y no hubiera existido otra opción si no adquiría el plan gradualista y de consenso que planteaban sus asesores. Dentro del ámbito de Macri hay diferencias con Javier Milei, pero el marco macro está resuelto y es el mismo en la mayoría de los temas. El estilo de Milei es algo que preocupa y pone en alerta a Mauricio Macri por pensar que puede afectar el financiamiento de Argentina este año y trabar medidas de Gobierno que requieran complementariedad opositora.
A la escenografía, terrorífica, se agrega un condimento: las ganas de sostener la comunicación disruptiva de Santiago Caputo, que durante la tarde avisó al Presidente que buscará plantear un proyecto de ley para impulsar una consulta popular. La tensión podría ser total, por lo que el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y Guillermo Francos, no opinan del tema, pero no consideran una herramienta plausible de ser usada sin un costo político histórico para un Gobierno sin historia que respalde sus hazañas.
La muerte de la ley ómnibus puede reeditar la resurrección cristiana. Terminó una vida, entonces habrá que volver a empezar y podrá recobrar su utilidad, pero para eso todo será nuevo, no habrá dictamen que sirva, todo se tornará primario pero con el desgaste lógico de no haber entendido la diferencia conceptual de «vuelta a comisión» con «cuarto intermedio». Al mal martes se suma un interrogante que empieza a deambular por los despachos del Gobierno más chico en términos parlamentarios que Argentina haya conocido: se ha terminado el período de apoyo moral y habrá que mimar, persuadir, prometer y hacer, que es mejor, si quieren que los porotos radicales y peronistas distantes de Cristina Kirchner se sumen a la nueva pero vieja ley ómnibus.
El paradigma agotado incluye a Javier Milei, que recibió incluso el tirón de orejas del senador renunciado Esteban Bullrich, quien sostuvo en X: «Crónica de una muerte anunciada. Sr. Presidente no desprecie la política, por favor». La expresión del dirigente engloba una idea que se viene masticando en distintos ámbitos de la vida pública, entre empresarios, periodistas y dirigentes: la falta de humildad. Pensar en una consulta popular sin haber explicado la ley y tras no lograr reunir el número para aprobarla es hoy un oximoron, pero es la idea del joven asesor Santiago Caputo.