Boom en Roldán: desde 2010, la ciudad triplicó su población
Alimentada por desarrollos inmobiliarios y rosarinos que huyeron para tener su casa propia, el crecimiento de habitantes fue exponencial, de 14.000 a 43.000
04/03/2024 MUNICIPIOSAlimentada por desarrollos inmobiliarios y rosarinos que huyeron para tener su casa propia, el crecimiento de habitantes fue exponencial, de 14.000 a 43.000
La ciudad de Roldán vive una verdadera explosión poblacional desde hace por lo menos una década. Con muchas familias jóvenes que escaparon a 22 kilómetros de Rosario para vivir el sueño de la casa propia, en busca de la tranquilidad y seguridad perdida en la gran urbe, los desarrollos inmobiliarios se multiplicaron y la localidad fue cambiando su fisonomía de destino para casas de fin de semana a lugar de residencia permanente. Hay un alto nivel de radicación definitiva: es decir que la mayoría de los que se hacen una casa, la usan para vivir todos los días.
Según datos del último censo nacional de 2010 (el 2022 aún no fue desagregado por localidad), la población de Roldán era de poco más de 14.000 habitantes, pero se estima que en la actualidad la cantidad ha aumentado significativamente. Los números preliminares del último censo arrojarían una población de 40.000 a 43.000 habitantes. Sin dudas fue un crecimiento de tipo exponencial. Ninguno de los métodos de predicción de crecimiento poblacional hubiera podido estimar la expansión desde el período iniciado en 2008 hasta 2015, continuando en la actualidad.
¿Cuáles son las causas? En el período de 2009 a 2013 hubo una aprobación de muchas urbanizaciones, donde a diferencia de las décadas previas, cuando Roldán era una pequeña ciudad con presencia industrial pyme y mucho uso de casa quinta de fin de semana, se potenciaron los lotes residenciales. Todo derivó en un crecimiento poblacional desmedido, que cambió el paradigma al de ciudad dormitorio. Un nuevo perfil de matrimonios jóvenes de profesionales o empleados con hijos pequeños comenzó a instalarse en la ciudad, disparando la demanda de servicios y comenzando a mezclarse con los pobladores históricos.
Nuevos desarrollos
Los barrios abiertos, gran mayoría entre las iniciativas urbanísticas, tuvieron un boom. El único cerrado es Puerto Roldán, pero hay cuatro más bajo análisis. La ciudad está dividida en 38 barrios y loteos, de los cuales 12 son nuevos: San Andrés, Tierra de Sueños I, Las Tardes, Las Acequias, Acequias del Aire, El Molino, Tierra de Sueños II, Tierra de Sueños III, Punta Chacra, PCH Weekend I y PCH Weekend II. Pero el lado B de esta modalidad, es que el Estado asume las obligaciones de prestar los servicios y la infraestructura, lo que provocó algunos desequilibrios.
«La ciudad de Roldán creció, pero no se desarrolló», apuntan desde la Intendencia. Y afirman que en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario, el crecimiento urbano de esa ciudad se estudia como el ejemplo de lo que no hay que hacer. Especialmente porque hubo algunos desarrollos que se dieron de forma muy problemática: se les exigió a los privados redes de gas natural y agua, desagües pluviales, electrificación, alumbrado público y forestación.
Pero según el actual Ejecutivo, «hubo muchas falencias y vicios ocultos en la ejecución de algunas obras». La componente vial fue claramente la más olvidada, ya que ninguno de los 12 barrios antes mencionados cuenta con calzadas pavimentadas. A excepción de Tierra de Sueños III, ninguno consideró la incorporación de infraestructura destinada a equipamiento institucional como edificios municipales, escuelas, hospitales o sanatorios, por lo que hoy faltan bancos para nuevos alumnos o capacidad de atención.
Deudas con los vecinos
Daniel Escalante es el intendente desde 2021. Es radical, pertenece al espacio Unidos y sostiene que la gestión anterior de José María Pedretti dejó «un pasivo a la ciudad que fue haber urbanizado sin orden, sin criterio, y sin planificación de muchos factores que iban a impactar a futuro. Tenemos urbanizaciones que son islas urbanas en la vía rural, eso trae aparejado que prestar los servicios como gas y cloacas, es muy difícil. Los vecinos que compraron sus lotes se sienten estafados, y faltan redes troncales para acceder a las rutas que cruzan la ciudad», dice en referencia a 9, la A012 y la autopista Rosario-Córdoba.
Por eso, sostiene que los ejes de intervención hoy se basan en agregar infraestructura en los sectores de mayor demanda, a la vez de repensar la ciudad estratégicamente para lograr consolidarla urbanísticamente, desde el lado del equipamiento para movilidades sustentables (bicicletas y peatones) y de la incorporación de calles pavimentadas; vincular sectores de la localidad fragmentados por rutas; mejoras en la provisión de agua; un masterplan para los efluentes cloacales; cuestiones hídricas sin resolver y la incorporación de edificios para escuelas, centros de distrito e instituciones de salud.
«El gran desafío que tenemos hoy es que cuando terminemos la gestión, queremos dejar las obras viales de infraestructura básica y troncales para cada barrio. En el transporte, una de las cuestiones es unir el centro viejo de la ciudad con los nuevos barrios, donde la gente requiere, por ejemplo, ir a la escuela o a trabajar», señala el intendente. Y menciona que debe hacerlo «con un problema muy grande, una incertidumbre total para realizar obra pública» dada la crisis económica por el acelerado proceso inflacionario y los lineamientos del nuevo gobierno nacional. «Agradecemos al gobierno provincial que, a diferencia del anterior, hizo que en 60 días ya estén llegando las obras a Roldán», concluyó.
Barrios cerrados
Actualmente, ha cambiado el direccionamiento estatal del uso del suelo. «La idea es traer a la ciudad desarrollos de calidad, que nos aporten soluciones a lo que hoy son problemas. Los nuevos emprendimientos contemplan todos los servicios, y todas las calles pavimentadas al 100%», puntualizó Escalante. En la actual gestión se emitieron dos permisos de urbanización, Cotos de la Alameda II y Estación Roldán; mientras están bajo análisis Sol Naciente, La Esperanza, La Aurora y Los Cocos.
Por otra parte, la nueva administración quiere cambiar la matriz urbana impulsando la modalidad de barrio cerrado. Entre las razones, argumentan «evitar la proliferación de mayores espacios en el dominio público, lo que atenta contra la prestación de servicios básicos», y «la percepción de plusvalías por mayor valorización del suelo, de barrio abierto a cerrado, uso rural a urbano, con el fin de trasladarla a obras e ir cubriendo planificadamente el pasivo de infraestructura de la ciudad».
Como último aspecto, se están evaluando complejos habitacionales de planta baja más tres pisos, «atendiendo a que es una demanda del mercado y con el fin de alcanzar la sustentabilidad de la prestación de los servicios, aumentando la densidad poblacional». Dentro de esta modalidad de urbanización se pueden mencionar los emprendimientos Guma Tonella, Acequias del Sol, Cettou y Clos del Este.
Tierra de Sueños, una pequeña comuna dentro de la ciudad
Tierra de Sueños (en sus encarnaciones II y III) tiene un 60% de ocupación y ya creció hasta contar con 8.000 habitantes, una dimensión similar a una comuna. Cuenta con un jardín de infantes y una escuela primaria públicos, más el proyecto de una secundaria; dos jardines maternales y una escuela secundaria privados; un centro de salud y varias ofertas de consultorios y prácticas médicas; clubes con actividades para toda la familia; gimnasios, piletas para el verano, bares, supermercados, farmacias, almacenes, y todo tipo de oferta comercial, desde ropa hasta cosmética y cuidados.
Nahuel Sosa, presidente de la vecinal se mudó en 2013. Era inquilino en Rosario, se anotó en el programa Procrear y resultó seleccionado para un crédito con compra de terreno. Buscando tranquilidad y seguridad, encontró el desarrollo de Tierra de Sueños como una opción muy prometedora, ya que se trataba de un mega loteo, con servicios y mucha oferta de actividades.
En ese momento, pocas de esas cosas aún estaban materializadas, y hoy, 11 años después, aún hay algunas pendientes. Mediante charlas, reclamos y gestión de muchos vecinos con gobiernos de turno y diferentes entidades, se pudo avanzar en muchas de las cuestiones que hoy tiene el barrio, y que resolvieron esos planteos y necesidades.
«Pudimos ver cómo se pavimentó la colectora y algunas calles de nuestro barrio, se gestionó la llegada de gas natural, llegó el servicio de internet con fibra óptica y hace muy poco tiempo logramos independizar el servicio de EPE de la central de Funes, producto de largos meses de mediación con la Defensoría del Pueblo, quedando alimentados desde una central nueva construida en Roldán», enumeró.
Hace pocos meses se celebró un acuerdo en el marco de un juicio con el desarrollador del barrio, donde se acordó la pavimentación de 2.800 metros de calles que tendrán un impacto enorme en la transitabilidad, y en paralelo la última gestión municipal avanzó con la pavimentación de un sector clave que pasa por la escuela, el centro de salud y el distrito. Sumado a eso, se anunció la pavimentación con fondos provinciales de dos bulevares del sector sur del barrio. Aun con estas obras, se estaría llegando a menos de un 20% de las calles del barrio asfaltadas.
Hoy, sostuvo Sosa, luego de tantos años, los que viven allí encontraron su lugar. «Un barrio que hoy puede cubrir prácticamente todas las necesidades cotidianas sin tener que ir a Rosario, más que por obligaciones. Pero especialmente un lugar donde muchos de nosotros, además de escapar del vértigo de la gran ciudad, nos reencontramos con la noción de comunidad, de colaboración, de solidaridad y nos permitimos vivir una vida que solo se puede comparar con la de un pequeño pueblo, pero a 15 minutos de la gran metrópolis», cerró.