Las Perlas no abandona el sueño de su autonomía
Al igual que en Las Grutas, los perlenses buscan la municipalización. Pero hay urgencias y necesidades inmediatas que dilatan el camino hacia la meta.
10/07/2024 MUNICIPIOSAl igual que en Las Grutas, los perlenses buscan la municipalización. Pero hay urgencias y necesidades inmediatas que dilatan el camino hacia la meta.
La autonomía de Las Perlas, hoy un Distrito Vecinal de Cipolletti, ha sido un objetivo de varias generaciones de dirigentes poblacionales de la comunidad. Sin embargo, el reclamo se ha ido diluyendo en los últimos años, al compás de la agudización de necesidades más inmediatas de los habitantes. Pese a todo, el sueño de la municipalización no se abandona.
Y se vuelve a alentar cuando surgen avances en otras comunidades de la provincia que buscan ser reconocidas como entidades territoriales independientes o de mayor competencia en el plano jurisdiccional. Así ocurrió hace algunas semanas, cuando la Legislatura de Río Negro aprobó que Fuerte San Javier se convierta en comuna.
Para este pueblo, que en la actualidad está organizado como una Comisión de Fomento, se trató de un paso adelante trascendente, que tendrá que ser refrendado ahora por el voto de su gente, para lo cual se ha convocado a una consulta popular para el próximo 8 de septiembre.
Por supuesto, el asunto levantó los ánimos en otros lugares de la provincia donde existen anhelos autonomistas. Pasó, por ejemplo, en Las Grutas, donde su Comisión Permanente para la Municipalización se alegró por el logro de San Javier y aprovechó la oportunidad para insistir en la necesidad de su propia autonomía, en este caso, del Municipio de San Antonio Oeste.
En Las Grutas, el sentimiento independentista está muy arraigado, con reclamos que se remontan a más de 30 años. Además, la localidad balnearia ya contaría con una población de unos 10.000 vecinos, número más que suficiente para plantear el reconocimiento como municipio aparte. De hecho, San Javier, con alrededor de 4.000 residentes, está por volverse una comuna, con la gravitación que ello le comportará.
El largo derrotero por la municipalización en Las Perlas
El referente Néstor Padilla, uno de los perlenses con larga experiencia en la lucha autonómica, fue uno de los habitantes de su comunidad que también se puso contento por la conquista institucional de San Javier. Además, se manifestó una vez más a favor de revitalizar el planteo, por ser lo más justo y conveniente para todos.
Sin embargo, quiso ser lo más objetivo posible en cuanto a la realidad actual de Las Perlas, donde los vecinos están muy volcados a satisfacer sus necesidades básicas, tanto en materia de servicios como en lo relacionado en el sustento cotidiano, en momentos que el país atraviesa dificultades económicas de consideración, con mayor desocupación, más pobreza y salarios más bajos. En consecuencia, el planteo de la municipalización pareciera no ser lo más urgente.
Sobre los servicios, vale consignar que en los últimos años se han dado grandes avances en la regularización del suministro eléctrico, aunque quedan algunos barrios y sectores por mejorar. En cuanto al agua, se requiere aún de muchos avances, porque no se dispone de una planta potabilizadora y el abastecimiento se consigue de diversas formas, incluida la provisión a través de camiones cisterna. Del gas domiciliario, ni se habla todavía y las garrafas, la leña y la electricidad son las alternativas a disposición y no son baratas.
Además, fundamentalmente, persiste el problema de la propiedad de la tierra, habida cuenta que el Municipio cipoleño hace años que no puede cumplir con el traspaso de la titularidad de los lotes a los vecinos que habitan en ellos. Esta situación resulta vital para el progreso urbano e institucional del pueblo.
Ocurre que Las Perlas, aunque ya ronda los 20.000 habitantes, o sea, el doble que Las Grutas o el quíntuple que San Javier, todavía cuenta con una parte menor de pobladores con su domicilio actualizado, lo que se torna patente en su pequeño padrón electoral de solo unos 1.200 ciudadanos.
El problema se debe, en este caso, a que la mayor parte de los vecinos dependen de Neuquén en lo laboral, en muchos requerimientos en materia de salud y de educación, y en diversos servicios que presta el Estado.
Así las cosas, es difícil que los perlenses cambien su domicilio legal, que lo tienen generalmente en Neuquén, por el real de su comunidad, donde ni la documentación de sus tierras poseen todavía.
Con este panorama, el camino de la autonomía se ha venido pausando últimamente y tampoco pareciera que las fuerzas políticas de Cipolletti se entusiasmen mucho por poner energías en un proceso, el de municipalización, que estuvo en auge hace algunos años, pero que se sabe complejo.
Padilla, como vecino comprometido con su pueblo, confía en la capacidad que tiene la gente para dar nuevo impulso a la autonomía, que es una meta que ha calado hondo y no se abandona. Por ello, insiste en los beneficios que traería la autonomía, como vector para el desarrollo de una zona de la provincia que está demasiado vinculada a los destinos de Neuquén.
Además, la población sigue creciendo con más familias que se asientan todo el tiempo, absorbiendo parte de la explosión demográfica del área de la Confluencia neuquina, con lo que los desafíos también se multiplican para los gobernantes y políticos rionegrinos.
En este contexto, expresó que un logro concreto, en la dirección deseada, sería que los perlenses tengan, al menos, la posibilidad de elegir ellos mismos al delegado municipal o a las autoridades en general de la delegación de la comuna, un cargo que hoy, y como siempre ha ocurrido, lo ocupa un cipoleño designado por el Municipio. Sería un reconocimiento a la identidad propia de un pueblo que, tarde o temprano, ganará su independencia.