Aumento a jubilados, afuera: la oposición no alcanzó los dos tercios y quedó firme el veto de Milei

Con 157 votos en contra del veto y 87 convalidándolo, y 8 abstenciones la oposición no alcanzó la mayoría agravada que se requería para dejar en firme la ley tras el veto total decidido por el jefe del Estado.

Con 157 votos en contra del veto y 87 convalidándolo, y 8 abstenciones la oposición no alcanzó la mayoría agravada que se requería para dejar en firme la ley tras el veto total decidido por el jefe del Estado. El presidente de la Cámara, Martín Menem, apeló a reglamento y votó también

La Cámara de Diputados ratificó esta tarde el veto del presidente Javier Milei a la ley de reforma jubilatoria sancionada por la oposición y que buscaba aumentar los haberes del sector previsional. Con 157 votos en contra del veto y 87 convalidándolo, y 8 abstenciones la oposición no alcanzó la mayoría agravada de dos tercios, con lo que quedó firme la decisión del Ejecutivo. Mientras tanto afuera del recinto se incrementó la represión a la manifestación contra el veto, en medio del repudio de los manifestantes a la demolición del aumento a los jubilados.

Los manifestantes, entre los que había jubilados y organizaciones políticas, fueron reprimidos con gases lacrimógenos por la Policía Federal después de haber tirado las vallas de seguridad que rodeaban la zona.

La Cámara de Diputados había comenzado a sesionar pasadas las 11 de este miércoles luego de reunir quórum, y el oficialismo se encaminaba a ratificar el veto del presidente Javier Milei a la nueva ley de Movilidad Jubilatoria.

El quórum se consiguió con 131 diputados sentados en sus bancas del recinto y, con número ajustadísimo, La Libertad Avanza y sus aliados tendrían el número de votos para frustrar en el recinto la mayoría de dos tercios que buscaba la oposición para mantener el aumento a jubilados.

En este contexto desfavorable, la UCR junto a Encuentro Federal y la Coalición Cívica evaluaban como plan B mocionar durante la sesión la insistencia parcial para salvar una parte del articulado, pero la bancada de Unión por la Patria, el bloque mayoritario de la oposición, considera que va contra el reglamento de la Cámara de Diputados.

El sueño opositor de revertir el veto se desmoronó completamente con la división a cielo abierto del radicalismo, que se expresó en la foto que un grupo de cinco diputados de la UCR protagonizó en la Casa Rosada: los legisladores habían votado la ley, pero ahora iban a acompañar el veto.

Previamente, el oficialismo ya había quedado a las puertas de asegurarse los 86 votos necesarios para desbaratar la mayoría de dos tercios de la oposición.

Las miradas estaban puestas, en ese marco, en cuántas bancas quedarían vacías al momento de la votación. Si la oposición llegaba a alcanzar la mayoría agravada necesaria, el mismo porcentaje deberá después sostener la ley en el Senado para resistir el veto de Milei.

De la UCR al PRO
Al comienzo de la sesión, se concretó la jura de Nancy Ballejos (PRO) como diputada nacional por la provincia de Entre Ríos en reemplazo de Rodolfo Galimberti (UCR), quien renunció a su banca. El cambio, atribuido a una negociación bajo la mesa con la Casa Rosada que se entronca con un cambio de tablero en Paraná, lo que confluye en un movimiento de fichas en el contexto de la sesión especial de este miércoles.

Galimberti tenía una postura favorable a la mejora a jubilados, por lo que quienes apuestan a sostener la ley aprobada pierden un voto fundamental y en contraposición se suma un potencial voto por la ratificación del veto: Ballejos pertenece al sector del PRO que decidió acompañar al gobierno.

Con la jura de la entrerriana, el radicalismo pierde una banca mientras que el bloque que preside Cristian Ritondo crece a 38 integrantes, despegándose de La Libertad Avanza, que con la salida de Lourdes Arrieta quedó reducida a 37 representantes.

Así las cosas, la bancada amarilla se consolida como segunda minoría detrás de Unión por la Patria, que encabeza holgadamente con 99 miembros.

Este movimiento se gestó a partir de una propuesta del gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, a Galimberti para que ocupe una silla en la comisión técnica que administra la represa Salto Grande.

Con esta jugada, Frigerio fortalece su liderazgo en la provincia, ya que logró una alianza con el dirigente radical que lo enfrentó en las elecciones de 2021 y 2023.

Galimberti era el último referente de Cambiemos que a nivel provincial seguía ofreciendo resistencias a su conducción. Con el cargo en la administración de la represa, logró que el radical deponga sus armas y se ordene detrás de su esquema de poder.

Ballejos, de 35 años y oriunda de Chajarí, decidió que se integrará al bloque del PRO y no a Encuentro Federal, para completar el mandato de Galimberti hasta diciembre de 2025.

Si bien esta opción era la más probable, tampoco era del todo obvia, dado que Frigerio tiene a dos diputados nacionales que le responden distribuidos en ambos bloques.

Mientras que Ana Clara Romero integra las filas del PRO, Francisco Morchio es parte de Encuentro Federal, la bancada que preside Miguel Ángel Pichetto.

Izquierda sin mordaza
En dos encendidos discursos, los diputados del Frente de Izquierda y los Trabajadores Mónica Schlotthauer, Christian Castillo y Nicolás del Caño apuntaron contra los hilos que tendió la Casa Rosada para minar la posibilidad de un voto contra el veto, y quienes quedaron envueltos en la red.

Castillo pidió al inicio de la sesión especial en la Cámara baja que ningún legislador “se oculte” y que diga si “va a votar en contra de los jubilados”.

La intención del diputado del PTS es que se visibilice claramente quiénes son los legisladores que ratificarán el veto de Javier Milei y que en ese sentido paguen el costo político que haya que pagar.

“¡Que den la cara!”, exclamó Castillo, que solicitó que no haya “ningún tipo de restricción horaria” para que todos los diputados puedan hablar durante la sesión y sincerar sus posturas.

“En nuestro caso queremos que hable todo el mundo. Acá ningún diputado puede ocultarse”, dispar.

Antes, su compañero de bancada Nicolás del Caño había denunciado que se había anticipado en forma irregular la jura de la diputada Ballejos para sumar un voto favorable al veto de Milei.

La mayor furia llegó por boca d Schlotthauer: “Hay que ser muy tacho de mierda para votar en contra de los jubilados en el momento en que más lo necesitan”, fustigó.

Para la diputada de Izquierda Socialista, “la política de este gobierno es un verdadero gerontocidio”.

“Terminemos con esta mentira que es decir que los jubilados son un gasto o un costo. No solo no son un deficit fiscal ni un costo sino que con ellos hay una deuda de todos los gobiernos”, reclamó.

Cosa de tránsfugas
El diputado nacional de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro arremetió contra el “transfuguismo” de los legisladores que en junio votaron a favor de la reforma de movilidad previsional y que ahora “se dieron vuelta” y le “darán la espalda” a los jubilados respaldando el veto de Milei.

“Estamos frente a la fe de los conversos, de los piruleros”, arrancó el referente del partido de Elisa Carrió durante la sesión especial.

“Estamos frente a quien ejecuta una mala intención. Una clara intención de los que mienten, de los que juegan a la visita a los palacios gubernamentales y erosionan el funcionamiento del sistema republicano y la división de poderes”, siguió Ferraro.

El diputado opositor cargó contra el “transfuguismo político y la liviandad argumental” de quienes “llevan al deterioro de la representación política que resquebraja la credibilidad y la estabilidad del sistema de partidos”.

“El transfuguismo y la cuestión pirulera de muchos legisladores genera la sensación de una gobernabilidad cada vez más opaca y vaya a saber qué tipo de transacciones de poder hubieron para perjudicar a los jubilados”, afirmó.

Para Ferraro, los diputados que tienen esa actitud están “traicionando el mandato” por el cual fueron elegidos “si no le dan una respuesta a los jubilados”.

“Hay una clara intención de los que mienten, de los que tergiversan la realidad y sólo hablan de números y se olvidan del rostro sufriente de miles y miles de jubilados”, expresó.

“No encuentro una sola razón que justifique que algunos diputados voten en contrario al mandato de Juntos por el Cambio, lo que votaron el pasado 5 de junio en el recinto”, continuó.

“Algunos optan por abandonarlos, darse vuelta y no darles una respuesta definitiva”, insistió Ferraro, que recordó que los jubilados en un año sufrieron entre un 24 y un 27% de recorte del gasto público, y una pérdida del poder de compra “de casi el 20%” tomando en cuenta los bonos discrecionales.

La senda judicial
El rionegrino Pichetto, a la cabeza del bloque Encuentro Federal, que alberga desde las bancas del socialismo santafesino hasta republicanos bonaerenses, cuyos votos pueden funcionar como filtro en la Cámara baja, advirtió a sus pares que si que firme el veto de Milei, el tema estallará en la Justicia. “Ahora empieza un proceso judicializador que es todo perdedor porque el Estado va a tener que afrontar una enorme cantidad de juicios”, alertó.

Sin dejar su permanente perfil de negociador a varias bandas, Pichetto sugirió que el gobierno de La Libertad Avanza debería haber adoptado una “fórmula polinómica” que combine para la actualización de haberes el costo de vida y la variación salarial, reconociendo la pérdida que tuvieron los jubilados en el mes de enero por la inflación del 20,5%.

“Este decreto no cumple con estos requisitos y lógicamente el mundo judicial se va a poner en marcha, donde las Cámaras previsionales funcionan en línea con los reclamos de los jubilados y además la Corte que ha tenido presidentes muy favorables a los jubilados”, recordó Pichetto.

Y apuntó que el presidente “podría haber hecho un veto parcial, que hubiera sido razonable”, pero decidió otro camino para “inmolarse” por la causa del equilibrio fiscal.

“Los números que se vierten son exorbitantes y no se condicen con la realidad”, aclaró en referencia al jefe del Estado, y se lamentó por haber “perdido una oportunidad de encauzar este tema de una manera más razonable y evitar mayores perjuicios en el futuro”.

Pichetto ratificó que Encuentro Federal insistirá en la votación a favor de la ley de Movilidad Jubilatoria para “ser coherentes” con lo que en el bloque habían votado en junio pasado, y aclaró que este posicionamiento “de ninguna manera” surge “de la mente de un degenerado fiscal”, como fustigó Milei en los discursos en la Bolsa de Rosario y en una convención de ejecutivos en Mendoza. En sus alocuciones mensuró el costo del aumento –exiguo– a Jubilados en 370 mil millones de dólares, y sostuvo que iba a implicar la ruina del país y la condena de varias generaciones a la pobreza.

Urna en la cabeza
El diputado nacional de la UCR Pablo Juliano embistió contra sus pares de bloque que en la sesión del 5 de junio pasado habían votado a favor de la ley de Movilidad Jubilatoria y que en los últimos días “cambiaron su voto” para respaldar el veto.

“Yo no voy a cambiar mi voto. Voy a votar igual que en la anterior sesión”, arrancó con vehemencia el radical bonaerense. “Yo no lo cambio ni me voy a sacar ningún tipo de foto”, dijo al referirse a los cinco diputados de la UCR que fueron ayer a la Casa Rosada a ratificar su apoyo al veto de Milei.

Para Juliano, quienes “den vuelta sus votos” lo hacen por especulación electoral y no por convicción política.

“Después se llenan la boca hablando de la base de sustentación. Son los que tienen una urna en la cabeza”, disparó.

En otro pasaje de su discurso, Juliano sugirió que quienes hayan cambiado su voto y asistido a la Casa Rosada para sacarse fotos con Milei deberían abandonar el bloque.

“Los que se sacan fotos muevan sus bancas. Tengan el coraje político de que lo que hacen afuera lo hagan acá adentro”, aseguró.

A esos diputados radicales les recordó que el proyecto de movilidad jubilatoria surgió de un dictamen del radicalismo al cual luego adhirieron otras fuerzas políticas.

“Las abstenciones, los que den vuelta los votos, van a tener que ser hacerse cargo”, subrayó Juliano.

“No voy a ser responsable de poner de rodillas al pueblo”, lanzó el radical, del grupo que lidera el neurocirujano Facundo Manes.

En este sentido, acusó a Milei de querer “poner de rodillas al pueblo” y le advirtió que “la verdadera transformación viene de la fuerzas de las leyes y no de las fuerzas del cielo”.

“Hubieran arreglado con nosotros”
El jefe del bloque del PRO,Cristian Ritondo, chicaneó al presidente de la bancada radical, Rodrigo De Loredo, al señalar que la UCR “no tiene conducta partidaria” por la interna a cielo abierto que atraviesa el partido centenario.

“Aprendan de la educación que siempre tuvo el radicalismo ya que no tiene conducta partidaria”, ironizó Ritondo, con el cordobés sentado a pocas bancas de distancia.

Durante la sesión en la Cámara baja, el referente macrista le pidió a la UCR que se “haga cargo” de haber “arreglado con el kirchnerismo” para impulsar un dictamen con un costo fiscal significativo.

“Hubieran arreglado con nosotros”, le achacó Ritondo, que señaló que el dictamen del PRO era más “razonable” desde el punto de vista fiscal.

“Creemos que en la Argentina una de las bases del cambio es la responsabilidad fiscal”, afirmó el jefe del bloque del PRO, que responsabilizó a otras fuerzas de la oposición por proponer financiar el pago de las jubilaciones con mayor emisión monetaria.

“Mas emisión es mas inflación y mas pobreza para los que menos ganan”, resaltó.

Fuente: El Ciudadano